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LOS DÍAS SEGUÍAN PASANDO, ya casi se cumplían dos meses de grabación, Micaela disfrutaba de la compañía de los chicos y ellos también, se habían vuelto unidos, Mica siempre estaba ahí para apoyarlos u ofrecerles una mano cuando terminaban el rodaje muy cansados, Pipe y ella no dejaban de "coquetear" cómo le decían los chicos pero en realidad ni tanto, se ponían tan nerviosos que fingían demencia y comenzaban a hablar de cualquier otra cosa.

El resto de sus amigos no dejaban de decirles por separado que hicieran algo, que activarán y dieran al menos un paso, pero nada sucedía y eso ya comenzaba a cansarlos, decían ser amigos pero cualquiera que presenciara sus miradas diría lo contrario, Micaela no era tan tímida para decir lo que sentía sin miedo, amar como una valiente, pero temía confundir las cosas, quizás Pipe solo jodía con ella y nada más, no quería arriesgarse a perder su amistad por más de que se moría internamente de las ganas de darle un beso cada vez que lo veía sonreír. Cada día era más complicado, él sonreía, la miraba, aún con un simple roce de manos ya se sentía querer morir, y le dolía el pecho cada vez que recordaba que solo eran amigos, solo eso.
Pipe por otro lado, era un poco más tímido que ella, casi siempre se ponía nervioso por la mirada de ella, al igual que Mica, el temía confundir todo, hacer algo mal y lastimarla, y jamás en su vida lastimaría a una mujer, quería decirle tantas cosas pero odiaba no poder, sentirse incapaz de decirle lo que sentía cuando estaba junto a ella, sentirse tan incapaz de decirle que la quería y no como amiga, que le gustaba todo de ella, su obsesión por Taylor, sus mates todos lavados y amargos, su sonrisa, todo, absolutamente todo de ella.

Micaela estaba sentada en el sillón, su mirada estaba clavada en la televisión y el programa de chimentos que transmitían, Juani abrió la puerta de su habitación como si nada.

—Hola, linda.—le sonrió él, ella le saludo con una sonrisa.—Te venía a preguntar algo, el otro día vimos un bar de por acá cerca, ¿querés venir? es a la noche, van a ir todos, hasta Enzo que no es de esas cosas.

Bien, apesar de parecer una sociable a mil, Mica odiaba las fiestas, odiaba la música horrible que ponían y que todos te empujaran de un lado a otro mientras bebían.
Definitivamente no iría.

—Eh...

—Dale, tu Pipe quiere ir solo si vos vas.—le ánimo el chico.

Bien, quizás podría hacer una excepción e ir. Solo por esta vez.

—Uh, bueno, está bien.—termino aceptando.

El chico aviso que todos estarían listos en cierto horario, Micaela aún tenía un par de horas para arreglarse, decidió dormir una siesta solo un rato y después levantarse para bañarse y arreglarse.

Se terminó atando el cabello para no llevarlo en la cara, luego decidió por un larguísimo tiempo que ponerse y al final se decidió por un vestido color azul oscuro con brillos, por último se colocó un labial bordo oscuro.
El celular sonó indicando un mensaje, ella lo agarro de su bolso con prisa.

Juanette🎀

Baja, todos estamos esperándote y tu Pipe ya anda saltando de un lado a otro para verte.

Mica rió ante el chiste de Juani, bajo por el ascensor y finalmente vio a todos sus amigos igual de arreglados que ella.

—Fua, re divina sos vos.—le halagaron Simón y Matías, ella sonrió murmurando un "gracias"

—Che, ojo ustedes.—Diego los apuntó con el dedo, pareciendo su hermano mayor, algo que para Mica así era.

Pipe le sonrió antes de hablar, ya sus mejillas estaba rojas.

—No puede ser que seas tan hermosa, nenita.—le dijo él mirándola, al ver su sonrisa aquel sentimiento fuerte en su estómago volvió a aparecer nuevamente.

𝗜𝗡𝗩𝗜𝗦𝗜𝗕𝗟𝗘 𝗦𝗧𝗥𝗜𝗡𝗚, felipe otañoWhere stories live. Discover now