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- Dime jovencita, ¿En que trabajas?-
Apenas terminaron de comer y las preguntas empezaban a salir, Kaili estaba mas que nerviosa, toda la cena fue incomoda por parte de su futura suegra que no dejaba de mirarla.
- No trabajo, sigo estudiando en la universidad -
- ¿Y cuando mandaras tu solicitud de retiro? -
Aquello le sorprendió, no se lo esperaba en lo absoluto.
- ¿Disculpe? -
- No podrás ser ama de llaves si estas todo el tiempo estudiando, mas rápido sea tu retiro mejor será -
Kaili estaba sorprendida, no, estaba impactada, no podía creer todo lo que aquella señora le decía.
- Disculpe, pero no planeo dejar de estudiar -
Aquellas palabras tocaron un nervio en la pareja mayor, se notaban el enojo a distancia.
- Escucha niña, las cosas son así, si te casas con mi hijo tu prioridad serán el y sus futuros hijos -
- Discúlpeme pero mi plan era casarme y seguir con mis estudios, de ahí terminados ponerme a trabajar, no planeo tener hijos, almenos no por ahora -
Una risa nerviosa sonaría en aquella mesa, la joven algo enojada miraría a su prometido quien le daba pequeños pellizcos debajo de la mesa.
- No le hagas caso mamá, claro que hará todo eso -
Aquello la colmo, Kaili estaba siendo respetuosa, pero ya estaba a su limite y sabia que si pasaba mas de 50 minutos iba a explotar ahí mismo.
- Creo que no fui muy clara, el que me case con su hijo no implica que este atada a el, yo seguiré con mi vida -
- Mocosa insolente -
El sonido fuerte de una cachetada se había escuchado, la gente de alrededor dirigieron su vista a la mesa donde se encontraban. En ella Kaili tenia una de sus manos descansado sobre su mejilla, la cual se encontraba roja por la cachetada que le había dado su suegra.
- Señores, les pido que se retiren de aquí, están incomodando a las personas -
Uno de los camareros se había acercado por las quejas de los demas.
- Claro, ya nos iremos -
Diría Jon nervioso. Pagaron toda la cuenta y los cuatro salían del restaurante, los dos mayores salían echo furias, mientras que Kaili salía de ahí con la cabeza gacha, Jon la jalaba del brazo, se le notaba avergonzado y enojado por lo rojo de sus mejillas.
- Escúchame chica insolente, de ahora en adelante tendrás que obedecernos en todo lo que yo te diga, y para comenzar bota ese horrendo vestido, que no estas en tu hora de trabajo -
