All Through the Night

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Por un segundo, Nana se quedó paralizada al verlo en la habitación, pero rápidamente su expresión se llenó con odio y una ira desmedida, haciendo que sus rasgos demoniacos se hicieran un tanto más notorios y llevandola a correr hasta él y sujetarlo del cuello con fuerza luego de darle un fuerte golpe en el rostro.

-¡Tú...! ¡¡Tú ni siquiera mereces estar vivir ahora, maldita escoria!! ¡¿Qué te da el derecho de venir aquí?!-.

Quería hacerlo sufrir tanto en ese momento que suplicara recibir el mismo trato que le había dado a Okumura.


Verin estaba feliz por la reacción recibida, amaba ver a la gente así pero se defendió, sus rasgos demoníacos también se hacían notorios y la sujetó por los brazos para alejarla de su cuello mientras reía.

-Hahaha tengo todo el derecho porque Okumura me pertenece y aunque adoro esa reacción tuya, creí que estarías feliz... Lo hice pagar por lo que te hizo- La sujetó y la arrojó al otro lado de la habitación.


Luego de ser lanzada por la habitación y escucharlo se sentía aún más furiosa, sus garras y colmillos salían a relucir mientras se reincorporaba -¡¡Cierra la boca!! ¡Él no merecía ser castigado! ni siquiera sabes lo que realmente pasó. Además él quedó devastado, pero ya no más ¡¡Él no te pertenece, déjalo en paz!!- Intentó atacarlo repetidas veces mientras hablaba. No estaba midiendo su fuerza en lo absoluto, cada ataque tenía la verdadera intención de matar.


-Tú quedaste igual de devastada... ¿Por qué lo perdonaste? Él te violó, eso es lo que sé-.

No podía evadir todos lo ataques por lo que tuvo que recurrir a transformarse también, siendo un demonio era más rápido, volvió a sujetar a Samidare y la arrojó rompiendo la puerta de la habitación.

-Okumura Yukio es mío. No lo dijo y obvio no lo diría pero disfrutó todas y cada una de las veces que lo hicimos hahaha-.


Después de ser arrojada por la puerta se dio cuenta de que tendría que transformarse por completo y al dejar salir sus alas y garras por completo esperó unos segundos para recuperarse y atacar de nuevo.

-¡¡Es mentira!! ¡¡Todo lo que sale de tu asquerosa boca son mentiras!! No sabes nada y él no te pertenece ¡¡Muere de una maldita vez!!-.


Lo único que quería era provocarla, si se salía de control la Orden se enteraría y seguro se la llevarían lejos de Okumura. Contraatacaba con fuerzas, no iba a darse por vencido y sabía controlar bien sus ataques, aunque era mejor con las palabras.

-No tengo porque mentirte... Coger con "Yuki" es lo mejor, entiendo porque te gusta tanto, sólo recordar cómo gritaba mi nombre mientras lo hacíamos... No podría decirlo ahora, pero creo que entiendes como me siento-.


Los ojos de la chica brillaban con intensidad, su mente sólo se concentraba en algo, quería hacerlo sufrir tanto como fuera posible para un demonio. Su ira hacía que no fuera capaz de sentir el daño que los ataques del demonio le provocaban.

Se acercó velozmente a Verin y clavando sus garras en su hombro con una mano, lo obligó a mirarla con otra -¡¡Mira mis ojos, maldita porquería!!- Pudo sentir cómo su consciencia tomaba control de la del contrario, debía concentrarse si quería mantenerlo así -Te ordeno que te arrodilles y muestres tu cola-.


La voluntad de Verin era fuerte, sus poderes también consistían en entrar a la mente de las personas aunque él las torturaba por dentro. Aunque poco a poco obedeció a Samidare y se arrodilló, sacando su cola poco después aunque no dejaba de reír.

聞いてくれよ愛してるDonde viven las historias. Descúbrelo ahora