La victoria de Gaia.

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¡DESDE YA PIDOPERDON POR LO QUE LES DUELA DE ESTE CAP Y NO DIGO NADA MÁS, MIS AMORES!

Bueno, si, como cosa curiosa... Es el cap más largo de la historia. Más de 8.000 palabras.

Solo recuerden... Es por el bien de la trama (creo).

-X-

Parecía, en efecto, que el reinado del Olimpo había terminado.

Percy retrocedió unos cuantos pasos. Camino para estar cerca de Luke, porque si aquella vez los dos iban a morir, quería estar con él. Y Gaia no parecía muy dispuesta a conceder perdones aquel día.

Los dioses, sin embargo, mostraban mayor valor.

-¡Ríndete, Gaia!-exigió Ares, apuntando con su espada-. Nosotros somos más que tú.

Gaia asintió, concediéndole la razón a Ares en aquel punto.

-Ustedes son trece. Yo una. Eso hará que cuando los mate, su vergüenza sea mayor. Pero no se sientan mal, nietos míos. Ni aun en sus mejores sueños tendrían una oportunidad contra mí, una diosa primordial, hija del Caos.

Porfirion se acercó respetuosamente. Era diez veces más alto que Gaia, pero parecía escoger sus palabras con cuidado.

-Madre Gaia, por favor, te pedimos... No, te suplicamos el honor de destruir a los dioses del Olimpo por ti.

-¿Ustedes me suplican el honor? Cuando esto termine, hijo mío, suplicaran mi piedad, no un tonto honor. Una vez mate a mis nietos, me encargare de todos ustedes por sus múltiples fracasos.

-S-sí, madre. Como desees-murmuro Porfirion, y se retiró.

Hiperion se acercó, con el pecho inflado. Era uno de los seres más arrogantes que Percy conocía.

-Señora mía, nosotros los titanes somos tus hijos más poderos. Fuimos los primeros...

-... En ser derrotados, sí, lo sé-interrumpió Gaia.

Era evidente que Hiperion no esperaba aquello. Tartamudeo y se retiró en silencio.

-¡Madre Gaia!-exclamó León-. Por favor, le suplico la vida de Perseo como mi recompensa.

-León, mi hijo favorito, tú me entregaste la sangre del Olimpo, que me despertó de mi sueño... y en antes de eso, fuiste asesinado tres veces. Cállate de una buena vez.

Percy se asombró de ver que ni siquiera León, que no temía a los dioses ni a los demás gigantes, se atrevía a replicarle a Gaia.

Gaia se volvió hacía los dioses.

-Por favor, disculpen a mis hijos, queridos nietos. Nacieron de mis entrañas, pero lo cierto es que no se parecen ni un poco a mí. Son idiotas, débiles, insignificantes... Pero son mis hijos. Y ustedes los han insultado demasiado. Tienen que pagar por ello.

Zeus se adelantó. Parecía nervioso pero sostenía su arma con fuerza, quizá buscando cierta tranquilidad en ella.

-Les concedo el primer ataque, nietos-dijo Gaia, tronándose los huesos de los dedos. Parecía que se preparaba, y lo que es más, parecía ansiosa.

-¡HERMANOS, JUNTOS!

Zeus invocó el viento y las nubes a su alrededor. El cielo respondió a una velocidad aterradora. Pronto estaban en el ojo de un torbellino. Los relámpagos quemaban los ojos de Percy. Los truenos le hacían castañetear los dientes. Llovía a mares de pronto.

Sobre la cabeza de Hades, el Yelmo de Oscuridad brillaba intensamente, emitiendo ondas de oscuridad y miedo tan aterradoras que los demás dioses se apartaron rápidamente. Brumas y volutas negras se condensaban en torno al dios, como sombras.

Percy Jackson: El Hijo de Hestia II, Los Héroes del Olimpo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora