𖦹 𝙏𝙀𝘼𝘾𝙃𝙀𝙍'𝙎 𝙋𝙀𝙏 ʀᴏᴅʀɪᴠᴀɴ

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Y ahí iba Rodrigo, caminando por los pasillos hacia su primera clase, perdiendo la dignidad.

Luciendo en su blanquecino cuello un collar para gatos color naranja personalizado.

Este mismo estaba decorado con pequeñas estrellitas, sumandole que colgaba una placa con su nombre y.. el nombre de su "dueño"; el profesor Buhajeruk.

Todos los estudiantes allí lo miraban asombrados, algunos asqueados y otros extrañamente sonrientes. Susurraban a sus espaldas o incluso frente a él, cosas que no lograba escuchar, pero se las imaginaba.

Loco. Se estaba volviendo malditamente loco por la culpa de el estúpido de su profesor. ¿Que derechos tenía él para humillarlo de esa forma? Todo el tiempo se preguntaba cual era la razón por la que lo había escogido a él para ser su mascota.

Soy un humano. Soy un maldito adolescente humano que solo quiere aprobar sus materias tranquilamente. No soy un animal, no soy un gato.. No soy tu maldita mascota ivan.

Los pensamientos invadían su cabeza mientras llegaba a la cafetería. Hoy justamente su amigo Germán no había ido a clases por una cita que tenia en el médico, así que estaba solo, solo con todas las miradas clavadas fijamente en él.

En especial una, que lo acechaba a lo lejos con una sonrisa victoriosa plasmada en el rostro.

Rodrigo se percató de eso, la ira inundó su cuerpo otra vez. Decidió levantarse para ir hacia él, pero cuando lo intentó..

Su cara se transformó en una mueca de dolor, sentía su corazón latir acelerado. Llevó su mano hacia su garganta para intentar apaciguar lo que estaba sintiendo. Cuando levantó la cabeza para donde estaba su profesor, este tenia un control pequeño en su mano, y su maldita sonrisa satisfecha nunca se borró.. Entonces lo comprendió, ahora tenía un objeto que transmitía toques electricos en su garganta.

Ahora esa sería su forma de controlarlo a su antojo, ahora estaba preso de su libertad, ahora sí tendría que seguir sus ordenes como el quisiera.

Porque.. Él tenía la llave para poder abrir el collar, y hasta que no la consiguiera, no podría sacarselo y ser liberado de esa estúpida humillacion en medio del instituto.