Capítulo 8: Miguel
Luzbel miraba a sus hermanos igual de intrigados y curiosos que él, si bien su padre acababa de mostrarles y explicarles todo acerca de su nueva creación la sala quedó en total silencio cuando anunció que elegiría a uno de los 4 arcangeles para ser el protector y guardián de Adam. -La decisión que tome será anunciada mañana...- La voz del hombre era tan suave que llenaba de paz y tranquilidad a cualquiera, una vez que desapareció por fin la sala se llenó ruido.
-Luzbel ¿quien crees que sea a quien elija padre?- La voz de su hermano menor Gabriel le hizo dejar de mirar sus manos.
-No lo se...Pero no me extrañaría que padre me elija a mi despues de todo soy su favorito- Exclamó sin ocultar su orgullo y Gabriel solo le miro incomodó, si bien lo que decía Luzbel no era mentira no le agradaba mucho que fuera tan engreído.
-Ya sal de tu burbuja de superioridad Luzbel- La seria voz de su hermano mayor Miguel le hizo hacer una mueca de molestia. -Todos somos igual de importante para padre- Hablaba mientras se acercaba a Luzbel -Tu no eres más importante que nadie- Sonrió al notar la mejillas del angel sonrojarse avergonzado.
-Solo lo dices porque tienes envidia de que mi luz le guste más a padre- Luzbel se acercó a su hermano con una expresión burlona y Miguel apretó sus puños listo para iniciar una pelea pero rápidamente Rafael intervino poniéndose entre ambos.
-No empecemos con esto otra vez...- Suplicó el hermano menor y Miguel suspiro para después asentir, no le gustaba preocupar a sus hermanos pero no podía evitar querer darle un golpe de realidad a Luzbel.
-¡No es mi culpa, él y su envidia son los que siempre buscan pelear conmigo!- Se excuso Luzbel y sus hermanos solo lo miraron con desaprobación.
Los 4 arcángeles fueron llamados nuevamente a la mañana siguiente y no iban a negarlo, todos ya se habían resignado a escuchar el nombre de Luzbel, no era un secreto que para todas las tareas importantes que su padre tenía para ellos se las daba a Luzbel y este no podía estar más confiado ahora mismo en que sería elegido como siempre por su padre. -Bien hijos míos...Ya he tomado una decisión- hizo una pausa y paso una mirada rápida a los 4 arcángeles que le miraban impacientes. -Miguel...- Y cuando aquel nombre resonó en la habitacion todas las miradas cayeron sobre este y aunque estaba calmado, aun procesaba algo nervioso que había sido elegido. -Tu seras el angel guardian de Adam...Protegelo, nútrelo con tu sabiduría y guíalo con tu luz, tal y como lo has hecho hasta ahora con tus hermanos- ordeno y el arcángel hizo un reverencia agradeciendo la confianza de su padre al elegirlo a él.
-Así será padre...- Respondió con madurez y calma mientras su padre le sonreía de manera cálida hasta que noto la mirada llena de desilusión de Luzbel preocupándolo.
-¿Que es lo que te pasa mi hijo?- Preguntó con cariño y el arcángel apretó sus puño con fuerza, su hermano Miguel siempre le había repetido una y otra vez lo único que no debía hacer, "Nunca cuestiones a Dios" se repetía en su cabeza pero no pudo evitarlo.
-Luzbel...- Escuchó a su hermano mayor advertirle para que se calmara y pensara mejor pero era tarde él ya había tomado una decisión.
-¿Porque Miguel...?- Cuestiono y todos le miraron aterrados mientras que Miguel suspiro decepcionado.
-Porque aun eres joven, soñador e impulsivo- El ángel agacho su cabeza molesto pero la gran mano de su padre le tomó del mentón y le hizo levantar la mirada -Luzbel...Tu luz resplandece más que cualquier otra pero eso también puede ser peligroso- Hablo suavemente sin estar molesto pero el ángel se apartó bruscamente y salió de la sala azotando las puertas con rabia dejando a sus hermanos atrás. -Miguel- volvió a llamarlo su padre y este le miro -Cuida mucho de Luzbel...Me preocupa mucho su naturaleza curiosa y rebelde, se que tu podrás hacerlo entrar en razón- más que una orden sonó como un favor.

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Tú eres mi Edén (Lucifer x Adam) >PAUSADA<
Fanfictionhace poco que había sido creado y no cabía en su entusiasmo por aprender y descubrir, poco menos de una hora había pasado en el edén y ya estaba seguro que no había nada más bello que esas pequeñas criaturas de grandes alas y colores llamativos, las...