See you again | Park Sunghoon

O2 ; cold as winter

Tres años habían pasado ya desde el momento que Sunghoon y Yeorin se conocieron, ahora eran jóvenes de 11 años sin embargo a pesar del tiempo su amistad seguía intacta como si el tiempo no tuviera ningún efecto en ellos.

Ahora ambos se encontraban caminando en las frías calles de Suwon en época de invierno, el frío envolvía el parque por el que pasaban juntos con un sendero lleno de nieve. A lo lejos, casi ocultándose entre unos árboles desnudos divisaron una pista de patinaje sobre hielo donde varios niños y adultos se divertían

— ¡Mira Sunghoon! — Yeorin fue la primera en hablar señalando aquella pista — Vamos, será divertido — dijo mientras jalaba el brazo del pelinegro llevándolo hacia la pista

Sunghoon solo siguió a Yeorin asintiendo con entusiasmo mientras miraba el rostro feliz de Yeorin

— Sé lo mucho que te gusta patinar, Sunghoon, ¿está bien si lo intentamos? — una sonrisa traviesa se formó en los labios de Yeorin mientras recordaba los días en los que Sunghoon le contaba emocionado sobre sus lecciones de patinaje

— Ah, claro. Parece que no lo has olvidado después de todo —

Justos se dirigieron a la entrada de la pista de patinaje, donde alquilaron un par de patines y se prepararon para aventurarse en el hielo resplandeciente.

Los dos amigos se calzaron los patines y se adentraron en la pista de hielo, sintiendo la frescura del aire y el crujido del hielo bajo sus pies. Aquel sentimiento que ya se le hacía tan familiar a Sunghoon, pero a la vez tan especial. Sunghoon, con su experiencia, se deslizó con gracia sobre el hielo de una forma tan natural y fluida, mientras que Yeorin luchaba con mantenerse de pie.

Sunghoon se acercó a Yeorin con una sonrisa tranquilizadora. — No te preocupes Yeorin, a todos los pasa en un principio, te puedo enseñar si quieres —

— No te preocupes HoonHoon, yo puedo — dijo mientras daba unos pasos vacilantes, con sus brazos extendidos en un intento de mantener el equilibrio. Sin embargo, terminó tambaleándose y a punto de caer.

Sunghoon, que estaba a su lado la agarró suavemente del brazo para sostenerla — Está bien, Yeorin. Es normal al principio, yo estoy aquí para sostenerte.

Con paciencia y saliendo de Sunghoon, Yeorin volvió a intentarlo una y otra vez. A pesar de sus tropiezos y caídas ocasionales, parecía que ya se estaba rindiendo

— Es inútil Sunghoon, no creo poder — Le dijo al más alto mientras este la sostenía en sus brazos después de otra caída

— No te preocupes Yeorin, yo te voy ayudar, ya casi lo logras — animó Sunghoon ayudándola a ponerse de pie

Sunghoon la guío suavemente por la pista mientras Yeorin poco a poco comenzó a ganar confianza, sus movimientos se volvían fluidos y su sonrisa se volvió más amplia. Con cada intento, se sentía más segura sobre el hielo sabiendo que Sunghoon estaría ahí para ella si se tropezaba.

A medida que el tiempo pasaba, el sol comenzó a ponerse lentamente en el horizonte, tiñendo el sol de tonos dorados y rosados. Yeorin se deslizaba con más confianza sobre el hielo siguiendo los pasos de Sunghoon con determinación.

Sin embargo al ocultarse el sol en el horizonte, ambos amigos se despidieron de la pista y comenzaron a caminar rumbo a la casa de Yeorin. El frío de invierno envolvía la calle, pero el cariño de la amistad los mantenía abrigados.

Al llegar a casa de Yeorin, se encontraron con un ambiente tenso. Los padres de Yeorin en la sala discutiendo en voz baja, con preocupación en su rostro. El padre de Yeorin, el señor Cha Yeonseok, mostraba frustración en sus ojos mientras que la madre de Yeorin tenía una expresión de tristeza.

Sunghoon miró a Yeorin con preocupación — ¿Estás bien, Yeorin? — a lo que Yeorin como respuesta asintió con la cabeza

— Si, solo es una discusión entre mis padres, a veces pasa. —

A pesar de las palabras de Yeorin, Sunghoon podía sentir la incomodidad en el aire así que decidió quedarse un momento más para asegurarse que Yeorin estuviera bien.

Los dos amigos se adentraron a la casa y se dirigieron a la sala, donde los padres de Yeorin los recibieron con sorpresa. La discusión de detuvo momentáneamente. Cuando los padres de Yeorin se percataron de la presencia de Sunghoon se dirigieron hacía él con sorpresa y gratitud

— ¡Sunghoon! que sorpresa verte aquí, gracias por acompañar a Yeorin — dijo la madre de Yeorin, la señora Lee Yeseul, la cual era en realidad una muy buena mujer y una buena madre

Yeorin, sintiendo la tensión de la habitación mientras miraba a su padre fijamente, tomó la mano de Sunghoon y lo llevó discretamente a su habitación. Una vez allí cerró la puerta silenciosamente y se sentó en la cama invitando a Sunghoon a hacer lo mismo

— Lo siento Sunghoon, no quería involucrarte en esto — dijo Yeorin con tristeza mientras explicaba la situación de sus padres — Parece que están pasando por un momento difícil. No suelen discutir así, pero últimamente las cosas han estado un poco tensas en casa —

Sunghoon asintió comprensivamente expresando su apoyo hacia Yeorin  — No te preocupes Yeorin, ya sabes que si necesitas hablar de esto yo estoy aquí, si?  — A lo que Yeorin solamente asintió

Después de la conversación, Yeorin se despidió de Sunghoon con gratitud y lo acompañó hasta la puerta.