Parte 18

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Suena tan calmante. Se siente tan bien escuchar el sonido de la lluvia afuera... Siguen hablando, pero William no deja de pensar que tiene que irse, porque es muy tarde y teme lo que hará su padre.  Sin embargo, él no quiere dejarla, está pasando los mejores momentos de su vida, pone atención a cada detalle.

Mira su celular para ver la hora, piensa en su padre y en lo que diría si supiera que salió muy tarde, eran las 9:30 pm, ¿cómo? Paso tan rápido el tiempo, sabía que estaría muy enojado y molesto con él.  Debe irse ahora. Guarda su teléfono celular dentro de su bolsillo y suspira.

—Te noto preocupado, ¿todo está bien? —pregunta al ver al chico voltear con melancolía hacia ventana de la cafetería.

—Sí, lo siento. Es algo tarde, no deberías irte sola a casa —aunque esperaba un castigo en casa, sabia que no podía dejarla sola, así que paga la cuenta del café y se dirigen a la salida.

Abre el paraguas y se levanta. Ella lo detiene tocándole el brazo suavemente. Lo mira, sus ojos brillan como una luz. Igualmente, toma su brazo y lo acerca hacia ella.

Él la mira y le sonríe. Le gustaría decir algo más, pero le ataca el nerviosismo y dice:

—Bueno, ¿ya nos vamos?

Vuelve a mirar a __. Sin embargo, ella todavía parece disfrutar su tiempo con él. Sus ojos son brillantes y su sonrisa es dulce.

—Sería buena idea si no estuviera inundado todavía —señala la calle, sin embargo, la lluvia ya se había calmado.

William estaba tan atontado con __ que olvido que seguía inundado el estacionamiento de la escuela, como siempre, no tenía mantenimiento.

Ambos caminan por la banqueta para cruzar de lado de la Universidad.

—No podremos cruzar —dijo mirando que el agua que parecía que si cruzaban les mojaría hasta las rodillas.

William también lo había notado. Sus pies están calzados con un par de zapatos elegantes, los cuales no podía arruinar. Pero su mirada no deja de buscar una forma de cruzarse. El agua está bastante alta, podría mojarla, algo que no desea. De pronto piensa en una cosa "Tengo que llevarla a su casa".

—¿Estás lista? —pregunta mirándola con cara de diversión.

Sin dejarla decir una sola palabra, la toma por debajo de las rodillas y la carga en forma de bebe, para comenzar a cruzar por el agua, empapando así sus zapatos caros que su padre le había comprado.

—¡¡QUÉ TE PASA!! ¡¡QUÉ SE SUPONE QUE ESTÁS HACIENDO!! ¡¡ESTÁS LOCO!! —grita al sentir como la cargo con tanta facilidad.

William no pudo evitar sonrojarse cuando ella le grita, parecía disfrutar de eso. Ella parecía enojada por lo que hizo... 

—Eres tan pequeña que quería cargarte —él suelta una risa.

—Bájame, te estás mojando —dijo ya en voz baja.

William estaba demasiado ocupado mirándola. Su corazón latía muy rápido. La sensación de tenerla en sus brazos era asombrosa. Se sentía como si ella fuera toda su vida, su alma. No pudo evitar sonreír. William continuó caminando hacia el estacionamiento, llevándola en brazos.

—Mientras tú estés bien no me importa, aparte ya llegamos, te llevaré a tu casa —Abre la puerta de su auto y la mete con mucho cuidado.

—Gracias —agradeció con un pequeño sonrojo en sus mejillas.

Es hora de irse... pero él sigue mirándola... hay algo en los ojos de esa niña que hacían feliz a William, lo hacían sentir diferente. Se sentía nervioso, pero al mismo tiempo sentía que quería estar a su lado todo el tiempo. Prende el auto y arranca directamente a la dirección que le dio.

—Tenía muchas ganas de quedarme más tiempo contigo, pero no puedo. ¿Nos vemos mañana? —pregunto con inquietud, pero a la vez con esperanza.

—Fue entretenido, eres una persona muy interesante, espero verte pronto —Aprovechó para pedirle su número y salir de auto sin decir más.

En cambio, él no podía quitarle los ojos de encima cuando se fue, solo siguió mirándola... Esperaba que ella se diera vuelta y le sonriera.

Después de acompañarla a casa. No pudo evitar seguir mirándola cuando ella entró. Sintió que su corazón latía con fuerza mientras la miraba desde el auto. 

Ella volteó y le sonrió para así entrar a su casa, vio la luz en su habitación y sonrió deseándole buenas noches. Pero no pudo evitar sentir que "faltaba algo" quería que sucediera algo más, pero no sabía qué... 

—¿Quizás debería quedarme aquí por un tiempo? —pensó—. No, sería extraño... Debería irme, se está haciendo muy tarde. Espero que podamos encontrarnos de nuevo. Eres una chica encantadora...

T̶h̶e̶ ̶m̶u̶r̶d̶e̶r̶e̶r̶ (William Afton x Reader)Where stories live. Discover now