El lobo gris se recompuso inmediatamente y se colocó en modo de ataque en dirección a Edward, por lo que de inmediato me puse frente a él, evitando que se lanzara de nuevo contra Edward.
- Esto sin duda fue un malentendido - intervino Carlisle - Sam, tal vez lo mejor sería que termináramos el entrenamiento aquí.
Los lobos comenzaron a retirarse lentamente después de un gruñido proveniente del lobo negro; sin embargo, el lobo gris continuaba alterado mientras me miraba a los ojos. Traté de acercarme a él, pero Edward me detuvo, lo que provocó que el lobo se alterara más y gruñera nuevamente.
- Tranquilo, Edward, estoy seguro de que Paul no dañará a Alex - dijo Carlisle manteniéndose en su posición.
Edward bajó su mano lentamente mientras mantenía una postura firme, esperando cualquier cosa. Yo comencé a caminar en dirección al lobo gris, esperando que mi presencia lo calmara.
- Hey, tranquilo, estoy bien - le dije, intentando que me mirara a mí en vez de a Edward - Mírame, estoy bien.
El lobo finalmente puso su mirada sobre mí, así que aproveché la oportunidad para acercarme completamente hacia él e intentar tocar su pelaje con mi mano.
- Ten cuidado - soltó Edward cuando leyó mis intenciones.
El lobo volvió a gruñir, pero ignorando a Edward, coloqué mi mano sobre su cabeza. Aunque al principio pareció reacio a ser tocado, pronto fue él quien movía su cabeza buscando más contacto con mi mano. Después de que el lobo solo me mirara a mí y se relajara con mi contacto, su postura comenzó a cambiar por una más relajada.
- Necesitamos hablar - soltó una voz detrás de mí - Paul, ve a transformarte.
Aunque el lobo no mostraba intenciones de querer alejarse de mí, después de unos minutos se apartó para irse al bosque. Cuando el lobo se fue, volví a mirar a los demás y encontré no solo a mi familia, sino también a un sujeto grande y moreno, y a Jacob en forma humana a su lado, ambos usando solo bermudas.
- ¿Les parece bien si conversamos en nuestra casa? - preguntó Carlisle, dirigiéndose a Jacob y su acompañante.
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Nos encontrábamos reunidos en el consultorio que Carlisle tenía en la casa. Carlisle y Esme estaban parados juntos al lado derecho mío. El chico grande, que ahora sabía que era Sam Uley, el alfa de la manada, estaba frente a nosotros con Jacob y Paul a sus costados, cada uno en un lado diferente como si lo estuvieran protegiendo de alguna manera. Aunque Edward y Emmett querían estar presentes en la conversación, Carlisle no se los permitió, pero eso no impidió que se encontraran cerca del estudio de Carlisle tratando de escuchar nuestra conversación.
- Me da gusto que por fin hablemos, Sam. Sin duda hay temas que tenemos que abordar en conjunto - dijo Carlisle.
- ¿Cuáles son esos temas? - soltó Jacob mostrando su irritación - Si hay cosas que se tienen que arreglar, eso es entre Alessandra y Paul.
