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Me ocupe toda la mañana siguiente a encontrar un lugar donde vivir al final termine por conseguir algo parecido a una "casa" era una linda hacienda donde por trabajar honradamente me darían tres comidas al día, una paga mínima y una habitación para dormir totalmente mía, no creí instalarme con tanta rapidez pero las personas que ya viven ahí eran bastante amables a mi parecer, una que otra anciana me miraba mal pero nada de otro mundo.
—Ugh! Estoy echo polvo...—Hable para mí mismo mientras me dejaba caer en la cama individual de mi habitación, está tenía unas sábanas suaves, aún así tenía que ir a ducharme, trabajar ayudando en el jardín no era algo que se me diera bien y evidentemente termine echo un desastre, mis manos sucias y no se diga de mi rostro, apenas había llegado y me había tocado trabajar desde ya, aunque eso fue por gusto. Escuché el toque suave en la puerta, me levanté con rapidez y fui a abrir la puerta.
—Oh, ¿Joven...? —Con duda me miró la niñita de cabellos negros.
—Oh...Dime...Ehhh, dime como gustes, da igual, me llamo Gustabo...Si, ese es mi nombre...—No le ví problema a dar mi nombre real, aún faltaba para poder cambiar mi nombre y tener nuevas identificación, aunque Michelle se encargaba de ello para que todo fuera legal y sin problemas.
—Muy bien, joven Gustabo, ehh, la señora Martha me mandó a  avisarle que en media hora está lista la comida, para que no se la pierda...—Asenti y de manera cariñosa revolvi los cabellos de la menor.

Por la noche después de cenar pude descansar, en mi mesa de noche había una vela que me daba un poco de iluminación, por otro lado mantenía mi celular cerca de mi rostro, miraba y miraba una y otra vez mis contactos, ¿Que podría hacer? Llamar a Horacio no era mala idea, marque a el número y lleve el teléfono a mi oído, timbró un par de veces antes de que Horacio contestara.

»¿Gustabo? ¿Que pasa tío? ¿Cómo te va?«
»Pues...Estoy un poquito aburrido, me le he pasado bien pero, no lo sé, aunque me adapte rápido siento que me falta todo esto de la policía y...Bueno...No lo sé«
»Te entiendo, no te preocupes, solo tómatelo con calma, no esperes que de un momento a otro podrás dejar todo esto que has vivido de lado...«
Suspiré bajo lleve mi vista a el techo antes de removerme y colocarme de lado.

»¿Te puedo hacer una pregunta?«
»Ya lo hiciste, mentira, tomate la confianza de hacer las preguntas que quieras, no es como que te fuera a juzgar, sería incapaz«
»Bien ehh...¿Ha dicho algo conway? Ya sabes, sobre irme y...Otra pregunta...¿Freddy...ha echo algo?«
Mordí mis labios con fuerza después de preguntar, no podía evitar preguntarme si Freddy se sentía mal o si había seguido con su vida, no era capaz de no mostrar interés en el

»Bueno, conway, parece un poco mal por el echo de que no pudo interrogante y demás...Sobre Freddy...El día que te fuiste parecía derrotado, y hoy especialmente no lo he visto por ningún lado...No se que le viste a Freddy, no era para nada tu tipo, espero que no te moleste que Michelle me contara sobre su relacion...Solo espero que se reconcilien, sería feo que pasarán lo que yo tuve que pasar con...Con Volkov.«
»No me molesta, y no creo que lleguemos a reconciliarnos, sería difícil...yo ya estoy muy lejos y el bien me dijo que se negaba a dejar todo lo que era ahora para venir conmigo...«
»¿Cuando te dijo eso? Según yo ustedes ya no se volvieron a juntar después del interrogatorio fallido«
»Ehhh...Bueno, que más da, fue la noche de tormenta, el llegó a mi casa y hablo un poco conmigo y tal...«
»En ese caso que cagada, ¡Bueno te dejo que Volkov me tiene una supuesta sorpresa! ¡Cuídate Gustabo! «
»Si claro...«

Y Horacio colgó la llamada, me removí con suavidad en la cama para entrar debajo de las cobijas, mañana sería un nuevo día, tenía planeado salir a un mercadito cercano a la ascienda en la que vivía, únicamente para conocer.

El consentido de Trucazo - Gus x TrucazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora