56.

389 92 22
                                    

—¿Fue duro? Lo siento—Felix susurró cuando vio las mordidas en los brazos de Hyunjin.

Su alfa negó con la cabeza, acostándose a su lado para abrazarlo con cuidado—no estuvo tan mal, además me gusta cuando me muerdes—rio.

El rubiecito rodó los ojos y se acurrucó contra su pecho, a Hyunjin le gustaba cuando hacía eso, eran escasas las veces en que Felix se permitía verse vulnerable, así que lo acurrucó más contra su pecho.

—de verdad lo digo, tienes unos dientes hermosos y amo totalmente tus colmillos, mi alfa se siente orgulloso de que su omegüita lo muerda de manera posesiva y demandante—volvió a reír, aligerando el ambiente.

Felix acabó por reír también, estaba cansado por el calor y todas las horas durmiendo no le permitieron ningún descanso porque por las hormonas su cuerpo igual estaba sufriendo—eres un tonto.

Hyunjin besó el cabello rubio de Felix y lo llenó de su aroma a limón, pero aunque el omega simplemente no podía olerlo, aún así Hyunjin lo hizo.

—¿Quieres hacerlo ahora? A puesto que a tu alfa está necesitado—susurró con tristeza.

Rápidamente, Hyunjin negó con la cabeza—no te preocupes por mi, además tuviste varios orgasmos seguidos, no quiero que te lastimes, te haré el amor cuando estés más tranquilo—como pudo, el alfa acabó colocando a su omega encima suyo, Felix acomodó sus piernas a los lados de su cintura y lo abrazó como un koala.

Permanecieron así por el resto del tercer día, su calor ya había desaparecido, pero Felix era delicado y frágil así que tenía que descansar y tomarse su tiempo antes de poder volver a levantarse por su propia cuenta.

Mientras tanto Hyunjin aprovechaba ese momento de intimidad tan especial, acurrucando a su omega entre sus brazos, protegiéndolo y amándolo incondicionalmente.

—lastimé tus muñecas—dijo bajito y triste cuando Felix se levantó para comer algo.

El rubiecito se miró y sonrió—no te preocupes por eso, no duele.

—pero se ve mal—susurró siguiéndolo hacia la cocina.

Su bonito omega se había puesto su holgada camiseta así que ahora Hyunjin andaba semi desnudo en el departamento porque la ropa de Felix generalmente le quedaba demasiado justa.

—no se ve mal y así como a ti te gustan mis mordidas, a mí también me gustan tus manos marcadas en mi piel—Felix sonrió contento cuando abrió la heladera y vio la cantidad de porciones de pasteles—¡Justo estaba pensando en algo dulce!

Orgulloso, el alfa se pavoneo contento—¿Quieres que te haga un tecito con leche?

Felix asintió entusiasmado y Hyunjin se puso manos a la obra mientras su omega se sentaba sobre la mesada y comía de manera desordenada una porción de pastel, la nariz se le llenó de crema y sus bonitos labios rosados se vieron más carnosos.

—¿Está rico?—preguntó una sonrisa enamorada.

El rubiecito asintió repetidas veces mientras balanceaba sus piernas—está delicioso, te amo, Hyunjin.

Contento, el alfa sonrió y continuó preparando el té y un café para sí mismo.

No hablaban mucho acerca de los cachorros, era un tema sensible para ambos y ninguno nunca sabía cómo abordarlo, para empezar; eran jóvenes y no deberían pensar en aparearse tan temprano, sin embargo, como era seguro que no podrían hacerlo nunca, quizás por eso pensaban en ello más a menudo que cualquier otra pareja joven.

Después de los calores, Felix tendía a acariciar su vientre, era algo involuntario la mayoría de las veces, así que Hyunjin se acomodaba con él en la cama, lo sentaba entre sus piernas mientras veían una película y colocaba ambas manos sobre su pancita suave y tierna.

Dolce!Where stories live. Discover now