Los chicos de los Tokyo revengerste toman de la mano por primera vez.
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Draken
Draken nunca fue bueno comunicando sus sentimientos, lo que te hacía dudar de si la persona que te gusta era correspondida. Ahora caminabas a casa después de ver una película con Ken a la que lo invitaste. Aunque ustedes dos caminaban a casa en silencio, fue extrañamente reconfortante.
"___", grita Draken mirando hacia tu pequeña figura junto a él. "Sí", respondes mirándolo con una leve sonrisa. Draken tiene una expresión estoica en su rostro pero sus ojos muestran un poco de incertidumbre, "¿Crees que estuvo mal por mi parte dejar que Pah-chin se entregara... sé honesta?" Haces una pausa por un momento para procesar su pregunta "no... ¿qué te hace preguntar eso?". El cuerpo de Draken se relaja ligeramente mientras una leve, casi imperceptible sonrisa aparece en su rostro, "no hay razón".
Ustedes dos continúan caminando en silencio por el muelle. Cuando ves un batido derramado en el suelo, te acercas más a él para evitar pisarlo. Antes de que vuelvas a aumentar la distancia entre ustedes dos, él toma tu mano y entrelaza sus dedos con los tuyos. Lo miras confundido con una pequeña sonrisa. “¿Estás bien ___?” te pregunta con una sonrisa.
Mitsuya
Eras miembro del club de costura de Mitsuya y terminaste quedándote más tarde de lo habitual para trabajar en un vestido. Mitsuya se ofreció a quedarse contigo para ayudarte a trabajar en ello. Ahora te acompañaba a casa porque insistió porque es "lo que debe hacer un caballero".
"Apuesto a que ese vestido te quedará genial ___", dice Mitsuya con una sonrisa mientras te mira. "Eso espero... y gracias por ayudarme a trabajar en ello", le respondes con una sonrisa.
Ahora se acercan a un paso de peatones mientras esperan que los autos se detengan. “No dudes en pedirme ayuda, siempre estaré encantado de ayudarte”, dice mientras coloca una mano sobre tu cabeza. Sonríes cuando todos comienzan a cruzar la calle.
Un coche comienza a acelerar por la calle ignorando el semáforo en rojo. Él agarra tu mano para evitar que sigas caminando mientras el auto pasa a toda velocidad junto a ustedes dos.
"Gracias", le sonríes a Mitsuya. él asiente, "la gente debería ser más consciente de lo que sucede a su alrededor, podría golpear a alguien", dice mientras todavía sostiene tu mano incluso después de que los dos hayan terminado de cruzar la calle. Miras tus dos manos entrelazadas y lo miras. "¿Quieres que te deje ir?" Pregunta con una sonrisa inocente.
Baji
Tú y Baji tenían la misma clase juntos y ocasionalmente hablaban. Ese mismo día, más temprano, te pidió que le dieras clases particulares; ambos salían de la escuela bastante tarde debido a la prolongada sesión de tutoría. Ambos vivían en la misma dirección, lo que los obligó a caminar juntos a casa.
Ustedes dos estaban pasando por un área no tan segura y notaron que un grupo de chicos los miraban fijamente. Comenzaron a acercarse a ustedes dos y notas que Baji se pone tenso. "Ven a este lado mío" dice Baji en tono serio mientras te agarra de los hombros para colocarte del lado de él al que el grupo de chicos no se acercaba.
"Es bastante tarde, ¿por qué están fuera?", Pregunta uno de los miembros del grupo con una sonrisa. Una mirada estoica aparece en el rostro de Baji "¿por qué te importa?". "¿Cómo dijiste cosa bonita?", Pregunta otro miembro mientras se acerca a ti. Los ojos de Baji se abren con ira mientras agarra tu mano para alejarte agresivamente del chico antes de patearlo al suelo.
El grupo parece sorprendido cuando uno de los chicos intenta atender al tipo que está en el suelo y ha quedado inconsciente. Baji agarra tu mano con más fuerza mientras intenta alejarte de la escena que acaba de desarrollarse, el grupo de chicos ni siquiera se molesta en perseguirlo, preocupados por su amigo.
Lo miras con los ojos muy abiertos "¿quién iba a decir que tenías tanta fuerza, qué era eso?" preguntas claramente sorprendida. "Hay muchas cosas que no sabes sobre mí", dice Baji sonriendo y mostrando sus colmillos. "Pero si hubiera sabido que tenías que caminar por una zona tan peligrosa, habría empezado a acompañarte a casa antes", dice Baji apretando ligeramente tu mano, lo que te hace sonrojar.
