Only Fans |BKDK|

12.-

— ¿Dices entonces que puede o no estar suscrito a tu Only Fans? — Preguntó la castaña con curiosidad.

— Si, no sé qué hacer.

La castaña lo miró sin entender, el pecoso parecía realmente desesperado.

— Sigo sin entender cuál es el problema realmente.

Izuku la miró como si le hubiera crecido otra cabeza y habló: — ¿Eh? ¿No te das cuenta del problema? ¡¿Estas demente?!

Ochako harta de su insufrible actitud le golpeó la nuca con descaro mientras Izuku se quejaba abiertamente de tal maltrato.

— Okay me explicaré mejor. — Dijo suavemente mientras se masajeaba la zona golpeada. — Me acosté con él, ¿No?

La castaña asintió en aprobación y continuó.

— ¿Qué tal de que solo se acostó conmigo por ser mi fan? Sé que ha pasado un tiempo, pero puede que sea de esos fans enfermos que hacen lo que sea para llevarse a su ídolo a la cama.

— ¡¿Y si tiene su celular repleto de imágenes mías?! — Continuó.

— Tienes razón. — Decía mientras lo sujetaba desde el hombro y lo miraba a los ojos. — Lo conozco menos que nada ya que nunca lo había visto, por lo que al menos asegúrate.

— ¿Cómo?

— Pregúntale directamente. — El pecoso bufó. — Al menos pregúntale sutilmente que si conoce la plataforma, ve de a poco.

Izuku abrió los ojos y ligeramente su boca, sus ojos brillaron con determinación.

— Es la primera cosa inteligente que he oído salir de ti en todo el día.

Ganándose un cariñoso y juguetón empujón de parte de la castaña, siguieron hablando de cosas totalmente triviales hasta el momento de acabar el descanso involuntario de la compañía.

Por otra parte, el cenizo planeaba delicadamente su primera cita en la vida, sabe perfectamente de que empezaron totalmente de cabeza, pero bien podrían iniciar nuevamente en la manera correcta.

Cita, besos después.

Planeó una buena comida en un restaurante, una salida a su parque favorito terminando sutilmente con una noche de películas llena de golosinas, y el toque final, que se duerma en los brazos del cenizo.

Era perfecto, no tenía agujeros su grandioso plan, todo saldría al pie de la letra.

Terminando de planear, y acabado ya su trabajo se dirigió con calma hacia la casa, ¿Casona?

Bufó ante el pensamiento, si, era una gran casa, ¿Y qué?

Siguió su camino hacia la casona y de lejos vio una familiar mata de cabellos rizados de color verde musgo, corrió sin pensar hasta quedar cara a cara con él.

Se veía algo incomodo, ¿Habrá hecho algo mal? Tal vez sea otro mal día como la última vez.

— Hey ¿Listo para la cita?

El pecoso abrió sus ojos y luego sonrió nerviosamente, pero esta vez el sonrojo no era visible ante nadie.

— Aun debo arreglarme, acabo de salir del trabajo, pero entra. — Dijo entre tartamudeos nerviosamente.

El cenizo solo podía pensar en lo adorable que se veía nervioso, solo imaginaba que aquel nerviosismo es por la cita y nada más que por la cita.

¿Él tambien habría estado esperando esto?

Ambos entraron al hogar del pecoso, quien lo invitó a sentarse en la sala de estar mientras se arreglaba.

El cenizo asintió sin decir palabra alguna mientras el pecoso se marchaba hacia su habitación. Katsuki observó con detenimiento la sala de estar, era realmente grande y bien acomodada, junto al sofá se encontraba un mueble bajo que encima se podía ver una foto de un pequeño pecoso junto a una mujer delgada de largos cabellos verdes, pero nada de pecas.