Capítulo 20 | Los impulsos de William.

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Pov William.

Después de estar un largo rato en el estacionamiento de aquel edificio y recuperar mi compostura, mamá y yo nos dirigimos en completo silencio un tanto abrumador hacia nuestro hogar.

Me pidió con insistencia dirigirnos primero a casa para recoger algunas cosas y volver al hospital, pues Will y Julie probablemente tengan que quedarse a pasar la noche allá... con mi vista puesta en el camino notaba como mamá dirigía unas cuantas miradas hacia mí, buscando algún rastro de tristeza o molestia, sin embargo, ninguna palabra salía de su boca.

No la culpo, yo tampoco me atrevía a decir absolutamente nada, ¿qué podía decirle?... me sentía un tanto avergonzado y triste, pero, no dejaría que ella volviera a verme de esa manera, totalmente destrozado y cansado, a pesar de mi semblante serio y mucho más tranquilo que antes, seguía muy disgustado con la mujer.

Estando a solo un par de semáforos más cerca de casa, mi celular empezó a vibrar en el compartimiento del asiento del copiloto, bajo la atenta mirada de mamá busqué mi celular mientras el semáforo se encontraba en rojo, al tomarlo en una de mis manos me detuve un tanto confundido por el nombre que reflejaba en la pantalla...

Era Denise.

Desde la última vez que habíamos hablado el menor no había vuelto a contactarme... hizo justo lo que le había pedido que hiciera, que se alejara de mí, que no me llamara ni me escribiera de vuelta, que no volvamos a tratarnos el uno al otro si no era necesario y aquello... me hizo decaer.

Jamás había sido de esa manera, siempre terminaba volviendo a mí no importaba que, pero ahora, estaba haciendo exactamente lo que siempre le pedí, salir de mi vida.

O eso creí... ¿por qué estaba llamando ahora? extrañado y un tanto ansioso, tomé su llamada.

- ¿Denise? - pregunté en tono suave pero lo suficientemente audible. – ¿Qué es lo qué...?

- ¿Dónde está Will? .- soltó el muchacho con clara preocupación.

- Estoy conduciendo ahora mismo, te llamaré luego y te...

- No quiero que me vuelvas a llamar, William, solo quiero saber si sabes dónde está mi amigo y el por qué no está contestando mis llamadas. - dijo cortando totalmente mis palabras.

- Es lo que trato de explicarte, Denise, solo escúchame.

Finalmente, y un tanto impaciente, estacioné el auto frente a nuestra casa, con la mirada totalmente perdida en las calles iluminadas por los grandes faroles, mamá, un tanto confundida, bajó del auto dejándome completamente frustrado con el celular colgando de mi oreja.

- Estoy intentando hablar contigo como una persona normal... puedes por favor...- bajé del auto cerrando la puerta detrás de mí y caminando con mi celular aun en aquella repentina llamada.

Incorporándome y listo para empezar a dirigirme al jardín de la gran casa para entrar por fin, me detuve en mis pasos al ver desde mi lugar a mamá, estaba de pie junto a quien parecía ser... la figura de un alto y no tan delgado chico quién traía una enorme mochila en su espalda y otra bolsa mediana en el agarre de una de sus manos mientras su otra mano, sostenía su teléfono móvil hacia su oreja.

¿Denise?...

Mi corazón empezó a sacudirse como loco y mis manos empezaron a sudar ligeramente, poco a poco bajé el celular de mi oreja, atento a la pequeña escena que tenía en frente.

¿Entonces era esa la razón por la que llamaba?... su repentina aparición había logrado ponerme lo suficientemente inquieto y emocionado.

Mamá parecía contenta hablándole al muchacho, pero él, seguía con su mirada clavada en mí, poco a poco me iba acercando, contemplando aún mejor las bellas facciones del contrario, dejándome notar el profundo color verde de sus ojos y su lindo cabello rizado y un poco largo bajo la tenue luz del portal de la casa.

No importa si mi corazón es el débil aquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora