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Tanto tiempo encerrados estaba volviéndolos locos a todos.

A Lucas más que a ninguno.
Y por ello quería salir.

Por una parte esperaba quedarse a las puertas de la final.
¿Por qué? Simple.

Lo que estaba sintiendo por Naiara cada vez era más intenso e incontrolable.

Odiaba la sensación constante de que en algún momento se le iría la olla y haría con ella todo lo que llevaba queriendo hacer desde hacía semanas.

No podía soportarlo más.

Además, Naiara no se lo ponía nada fácil con la ropa que se ponía y lo provocativa que resultaba ser la mayor parte del tiempo.
Por lo menos a sus ojos.

Si hasta había sentido celos de que últimamente estuviera prestándole tanta atención a Paul.
¡Celos de Paul! Estaba demente.

Pero no era la primera vez que le pasaba.

La sensación de alivio cuando se fue Alex lo hizo sentir culpable durante una semana entera.
Y ni hablar de Salma...

Sus pensamientos lo controlaban y tenía un miedo atroz a perderla. Constantemente.

Odiaba sentirse así.

-¿Luki?
-¿Sí?
-Llevas un rato mirando a un punto fijo y ya me estaba asustando.
-Estaba en mis pensamientos.
-¿Y que pensabas?
-Loca, no te lo puedo contar acá. Es bastante obvio.
-Ah claro.
Ambos se rieron.

-¿Vamos a la ducha?
-Sos muy disimulada al parecer.
Volvieron a reír.

-Después te cuento.

Naiara hizo un puchero pero asintió y dio un sorbo a su café.
Lucas clavó sus ojos en ella y le costó apartarlos.

-Que ganas tengo de la noche, no sabés el sueño que tengo ahora mismo.
-Échate un rato, yo te despierto.
-No, el tiempo acá es oro. No puedo desperdiciarlo de ese modo.
-Ya pero a veces es mejor descansar un poco.
-Pero solo si me acompañás. Prefiero no estar pensando que soy el único que está desperdiciando el tiempo.

Naiara le dio un golpe suave en el hombro.

-Que no es desperdiciar el tiempo, loco.
-¿Venís?
-Venga va. Y después un pase juntos en la sala del piano antes del pase de micros.

Lucas aceptó gustoso.

-Ve yendo, yo voy a meter esto en el lavavajillas.

Se tendió Lucas en el sofá y al poco, Naiara se tendió al otro lado, bastante lejos de él.

-Pero vení acá, boluda.
-Aquí estoy bien.
-Veníííí.

Naiara rodó los ojos y se acercó a él.

-¿Dónde le parece bien qué me tumbe al señor?

Lucas señaló el hueco a su lado.
-Acá.

Naiara se echó algo tensa y Lucas la pasó un brazo por la cintura de forma que quedaron muy pegados.
Demasiado para el gusto de Naiara.

Y entonces pasó lo peor que podía pasar.

-Luki...
-No me jodas.

Cerró los ojos esperando calmarse y que todo pasara.

Naiara se volvió hacia él y el roce con su intimidad, empeoró todo.

-Pará. -La pidió entre dientes.
-Perdón.
-No te muevas más, boluda.

Naiara se quedó estática casi sin siquiera respirar durante un buen rato.

La intención de dormir había desaparecido por completo pero debían fingir ante cámaras o todo sería muy obvio.

Naiara tapó sus cabezas con su Nana y cerró los ojos tratando de tranquilizarse.

Un rato después, se volvió hacia Lucas, que por el contacto cerró los ojos con fuerza.

-Voy a levantarme y tú vas a fingir seguir durmiendo. -Le dijo al oído tan bajito que a Lucas le costó entenderla.
-Nadie se lo va a creer, loca.
-Tú solo hazlo.

Naiara se levantó del sofá con su nana entre las manos y se estiró mirando hacia Lucas.

-¿Luki? Luki, boludo. -Imitó su acento. -Es hora de despertar, o no va a darnos tiempo de ensayar una última vez antes del pase de micros.

-¿Mmmmmm?
-Veeeeenga, arribaaaaaa.

Lucas sonrió y soltó un bostezo.

-Tenías razón. Que bien me ha sentado el sueñecito.

Se miraron y soltaron una risita cómplice.

-Venga, va. Despierta que al final se nos va la hora. Que es para hoy.

Lucas miró hacia abajo disimuladamente antes de levantarse y casi suspiró de alivio.

-¿Quién empieza?

Se desperezó y caminaron hacia la sala del piano.

-Yo y así terminas de despertarte.

***

Naiara estaba sentada en el sofá sujetando a su nana y con la cara enterrada en ella.

Lucas fue el primero en notar que algo la pasaba.

-¿Nai? Apenas cenaste nada y te fuiste sin abrir la boca.

Naiara no reaccionó, ni siquiera lo miró.

Lucas frunció el ceño, más preocupado todavía.

-¿Naiara?
-¿Qué la pasa? -Preguntó Paul en un susurro.

Lucas se encogió de hombros y se acercó más a ella.

Entonces ella elevó la cabeza.

Estaba llorando.

Su cara enrojecida y mojada. Sus ojos rojos y vidriosos.

-Naiara. -Lucas la envolvió con los brazos y la atrajo hacia sí. -¿Qué te pasa?

Paul también se acercó para consolarla.

Naiara abrió la boca para decir algo, pero entonces, Noemí apareció en escena.
Llegaba corriendo.

-Pero bueno, cariño. -La abrazó. -¿Qué te pasa? Menudo susto.
-Nosotros nos estamos preguntando lo mismo. -Intervino Paul.
-Vente, anda. Vamos a hablar en privado.

Naiara se levantó y caminó junto a Noe tratando de inspirar hondo.
Y dejando atrás a un Lucas demasiado preocupado por ella.

***

-El que nada no se ahoga. Y tú hace unas horas estabas llorando en el sofá a más no poder.
-Sólo quiero dormir, Lucas. Por favor.
-En cuántito me digas lo que pasa con vos serás libre.
-Pues supongo que me pondré cómoda, esto va a ser una larga noche.
-Loca, ¿tanto te cuesta? Sólo es decirme lo que te pasa na más.

Naiara soltó una risa irónica.

-Sí, fácil. En fin, que no me pasa nada.

Lo intentó apartar de un empujón pero Lucas no se movió ni 1cm del sitio.

-Estás floja. Apuntate al Gym o algo.
-Vete a la mierda.

Lucas la miró sorprendido.

No era la primera vez que le soltaba algo así pero sí la primera en que se lo soltaba de aquella forma.

-Boluda, solo estoy preocupado.
-¡Pues estoy bien, joder! ¡Sólo estoy mal de la garganta! ¡¿Vale?!

Y ahora sí, de un empujón apartó a Lucas y caminó hacia la habitación.






                               

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