CAPITULO FINAL

273 34 0
                                    

CAPITULO FINAL

—¿Por qué? —pregunté por décima vez

—Porque es necesario cariño

—Pero... ¿Por qué?

Darien sonrió de lado apretando ligeramente mi mano.

—Porque lo necesitamos.

Hice una mueca.
No sabía a donde nos dirigimos, tenía mucho sueño y extrañaba a mi bebé.
Darien solo apareció en medio de la sala con una enorme sonrisa a lado de su madre. Bunny decisión cuidar de Selene mientras apoyaba el plan de su hijo.

—¿Nos vamos de vacaciones? —murmuré pero lo descarte tan pronto como lo mencioné. No habíamos empacado alguna maleta, así que irnos de vacaciones no sería nuestro destino.

—¿Quieres irte de vacaciones?

Negué.

—No, aún no. Se que las necesitamos pero Selene aún nos necesita para sobrevivir con sus primeros meses, tal vez cuando cumpla un año podemos irnos de vacaciones, los tres juntos o solo nosotros dos.

—Podemos hacer ambas, unas vacaciones nosotros solos y otra con nuestra hija.

Asentí satisfecha a pesar de que esas vacaciones podían tardar.
Selene solo tiene tres meses de nacida, y ha sido un verdadero reto para nosotros. Como padres primerizos experimentar aquello fue maravilloso pero a la vez un dolor de cabeza. Aún así Selene esta creciendo y siendo una niña sana y hermosa.

Perdí la noción del tiempo, en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos lo suficientemente lejos de la ciudad. Miré a mi alrededor, lo único que podía ver era cerros y carreteras. No sabía a donde nos dirigimos además de que Darien no me lo iba a decir.
Tal vez me empecé a preocupar un poco, y que las ideas en mi cabeza empezaron a surgir.

¿A donde me lleva? Seguramente a un lugar para estar los dos solo, talvez piense decirme algo, o... Una propuesta de Matrimonio.

Con ese pensamiento de inmediato bajé la mirada sintiéndome nerviosa.
Sé que Darien me hizo una propuesta un poco caótica, el día del nacimiento de Selene cuando aún estaba en el quirofano. Pero después de ese momento ninguno de los dos tocó el tema del matrimonio, Darien solo me miraba, besaba y me decía que me amaba pero nunca volvió a proponerme matrimonio. Mientras que yo no quise hablar del tema, aún que a veces eso era lo que me consumía en la cabeza.

Nuestra historia de amor fue algo irreal.
Conocernos en un bar, tener química en el primer momento que hablamos, pasar la noche y tener sexo, salir corriendo de su departamento como una criminal, enterarme de que estaba embarazada, confundir a Darien con su hermano gemelo, conocer al padre de mi hijo en un momento impertinente, y al final enamorarnos con el paso de los días.
Si alguien escuchara nuestra historia creería que estamos locos.
Pero a pesar de ser un poco loco, realmente yo lo veía como una historia de amor. Darien quedó enamorado de mi, al igual que yo de él, nuestra hija nos unió, y el destino nos hizo volver a encontrar.
Quizás es el destino que nos hizo esa jugada para estar siempre enamorados y felices.

Con una enorme sonrisa dejé a que Darien me guiara, total, yo siempre confiaré en él sea donde sea.

—¿La playa? —murmuré echando un vistazo hacia delante

—Es bonito ¿No lo crees?

Darien me sonrió saliendo del auto e ir a mi lado para abrir la puerta.

—He querido venir aquí, a veces quiero disfrutar de un buen momento bajo el sol, el sonido de las olas y la hermosa tranquilidad.

A pesar de su serenidad podía distinguir una pizca de nerviosismo cuando me tomó de la mano. No le mencioné nada, así que empezamos a caminar los dos juntos quitando los zapatos para disfrutar del agua y la arena.

—Talvez podamos para la próxima traer a Selene aquí —comentó—. Para que conozca la playa

Asentí.

—No es mala idea, hacer un picnig. Celebrar tu cumpleaños

Dicho eso Darien me miró.
Sería la primera vez que celebraría su cumpleaños juntos.

—No puedo creer que estemos cerca a cumplir un año de conocernos —continúe—. En conocernos en aquel bar y... Engendrar a nuestra hija

—El enamorarme de ti y que tu salieras huyendo

Me reí.

—Sip, lo admito, fue un poco tonta pero en mi defensa no sabía que hacer. Lo que había hecho contigo fue mi primera locura. —suspiré—. Aún así me alegro en encontrarme contigo, en saber que estaba conociendo aquella noche sea el amor de mi vida.

Darien se detuvo de golpe, lanzó nuestros zapatos hacia la arena y me miró fijamente.

—¿Soy el amor de tu vida? —preguntó

—Obviamente. El amor de mi vida, el padre de mi hija, y de futuros hijos más, y... También quiero que seas mi esposo.

—Serena...

—Se que no hemos hablado muy bien del tema desde que me lo propusiste en el quirofano pero yo he estado pensando en eso —lo ignoré—. Quiero casarme contigo Darien. Tener un tiempo a solas en un lugar hermoso como esto amerita una propuesta —suspiré—, Talvez no tenga un anillo que ofrecerte en estos momentos pero puedo ponerme de rodillas y pedirte que te cases conmigo.

Estuve a nada de inclinarme justo en el momento en el que Darien me sostuvo de los hombros, me miró fijamente y se rió.

—¿Vas a ponerte romántica?

—Si, el momento lo amerita.

—Bien —Asintió entregandome una cajita de terciopelo—. Puedes proponerme matrimonio, pero dejame decirte que ese anillo no me quedará.

Me reí con nerviosismo abriendo la caja y encontrar el anillo de diamante de color rosado. Estaba precioso, me quedé enamorada por el diamante además de quedarme aún más enamorada del hombre que me sonreía con satisfacción.

—Pensaste en todo —murmuré en medio de las lágrimas—. Te veras hermoso con este anillo

Sé rio rodeando mi cintura con sus brazos.

—Lo se pero ¿Sabes quien se vería hermosa con ese anillo? —besó mi frente—. Obviamente la mujer a la que amo y quiero convertir en mi esposas, así que... ¿Aceptas? O tengo que llevarte a un bar, emborracharnos, pasar una noche ardiente lleno de sexo y... Dejarte embrazada.

—¿De nuevo? Acabamos de tener a Selene

—¿Y? No le veo el problema. Quiero tener muchos hijos, al menos unos siete

Dicho eso me reí a carcajadas.

—En tus sueños Chiba. Siete hijos es una completa locura

—Quiero que seas la madre de mis muchos hijos.

—Te puedo garantizar tres hijos, no más no menos.

Asintió satisfecho.

—Bien. Entonces... ¿Con eso aceptas?

Sonreí pasando mis manos por su pecho y al final los apoyé en sus hombros.

—Creo que acepté ser tu esposa en el momento que te conocí.

—Bien.

Está se puso de rodillas quitándome de las manos la cajita, tomó el anillo y colocó el anillo en mi dedo.

—Mi dulce y futura esposa —besó mis labios—. ¿Quieres ir a celebrar en el auto?

—Nos pueden ver

—¿Y que más da? El sol casi se va, además estamos cerca de carreteras desoladas. No es la primera vez amor.

Ambos nos reímos felices y emocionados.
Una hora después festejamos nuestro compromiso en el auto. Y dos horas más tardé nos dormimos los tres juntos, como una hermosa familia.

Quizás Es El Destino Where stories live. Discover now