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Capítulo 140: La Hija Ilegítima Reencarnada

Sin embargo, la madre de la protagonista fue la primera mujer de Tang Haohui y un poco más especial, incluso dio a luz a una hija mayor.

Esa concubina murió cuando Tang Huan era muy joven, Tang Haohui no le dio importancia, la madre original era una señorita de una familia respetable, y no le importaban esas concubinas.

En ese momento, él estaba en reclusión, y no podía ocuparse de las concubinas siendo intimidadas por la gente de la mansión.

Pero Tang Huan odiaba el hecho de que la concubina muriera.

Ella creía que la madre original ignoraba deliberadamente a la concubina, e incluso conspiró para que muriera.

Sin embargo, en su vida anterior, Tang Huan carecía de talento, fue intimidada por sus hermanas en la mansión, envidiaba el talento y las oportunidades de la dueña original, y se casó temprano, muriendo en el patio trasero.

En esta vida renacida, Tang Huan impidió la muerte de su madre, y obtuvo la oportunidad más importante de la dueña original antes que ella, un jade aparentemente común, pero que en realidad tenía un espacio para refinar medicinas.

En este espacio, simplemente necesitaba poner hierbas medicinales constantemente para refinar las píldoras que deseaba.

Tang Huan, aprovechando este espacio de refinamiento de medicinas, ganaba piedras elementales, refinaba píldoras, y aumentaba su cultivo, conociendo a todo tipo de personas importantes.

Gracias a su conocimiento adelantado, siempre robaba las oportunidades de la dueña original antes que ella.

Cada vez que la dueña original pensaba que estaba a punto de obtener algo, siempre llegaba un poco tarde, y así se volvía cada vez más ansiosa.

Especialmente dentro de la mansión, ella también sentía que estaba siendo menospreciada, cualquier indicio de duda que mostrara era manipulado por Tang Huan, y su reputación se convirtió en la de una consentida que excluía a sus hermanas.

La hostilidad intencional de Tang Huan hacía que la dueña original, que originalmente era la señorita de la casa, no pudiera soportarlo. Las dos comenzaron a luchar en secreto, y gradualmente pasaron a ser abiertas.

Naturalmente, la dueña original no pudo vencer a Tang Huan, y lo que cambió el destino de la dueña original fue el evento de esta vez.

Tang Huan sabía que había una flor espiritual aquí, que podía ser refinada en una píldora para modificar y mejorar los meridianos de cultivo, pero la Flor de Vida estaba custodiada por un monstruo.

La dueña original también sentía que esta era su oportunidad, pero llegó tarde de nuevo, Tang Huan se llevó la Flor de Vida. Mientras huía, alguien la tropezó y cayó al suelo.

De acuerdo con el curso original, esta vez la dueña original sería gravemente herida por el monstruo, y aunque sobreviviría milagrosamente, su cultivo se arruinaría, convirtiéndose en una persona común, despreciada por todos.

En cuanto a Tang Huan, por supuesto, no iba a ser tan amable como para sacar píldoras para salvar a la dueña original. Cuanto más miserable fuera la dueña original, más feliz se sentiría ella.

En unos pocos meses, la dueña original se casaría con un hombre pervertido, recomendado por la madre de Tang Huan. Después de casarse con la dueña original, la golpearía todos los días, pero no la mataría. Incluso recibió pastillas de prolongación de la vida de Tang Huan, como una compensación por sentirse culpable hacia su hermanastra.

Así, la dueña original pasó una vida larga siendo golpeada todos los días.

Y la madre de la dueña original, esa señorita de la familia, al enterarse de que la dueña original había sido arruinada, optó por el silencio, sin intención de redimir a la dueña original, después de todo, un inútil no tenía ningún valor.

Después de ver los recuerdos, Tang Guo guardó silencio por un momento.

Después de un rato, una voz de mujer resonó en la cueva.

"Este es un mundo, debería ser muy emocionante".

"Anfitrión, mantente firme".

Tang Guo levantó ligeramente los párpados, sacó una píldora para sanar de la bolsa de almacenamiento original, la tragó y siguió el método de cultivo original por un rato.

En un instante, sintió que la lesión en su tobillo estaba casi curada.

Se puso de pie, sacó un espejo pequeño y contempló la apariencia de este cuerpo, todavía tan hermosa como siempre.

Después de guardar el espejo pequeño, salió a dar un paseo, recolectó algunas frutas y regresó.