Ecos de una traición

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Mientras tanto, unos días antes...

La mañana prometía ser tranquila hasta que Seraphine, tras informar a Elizabeth y Jack sobre el festival, se dirigió hacia la sede de los caballeros para reunirse con Helena. Optando por un atajo, su paso se vio abruptamente interrumpido en un solitario callejón, donde una mano desconocida la arrastró hacia las sombras.

El encuentro inesperado en el callejón se tornó aún más intrigante cuando el enmascarado reveló ser el responsable de la abrupta interrupción. -Hay algo que debes saber, - comenzó con urgencia, su voz teñida de preocupación. -Hay una trama oscura que entrelaza a ciertos caballeros con los mismos que perseguimos. -

Seraphine, con el ceño fruncido por la confusión y la cautela, no tardó en preguntar, - ¿Y por qué no llevar esta información directamente a Jack y Elizabeth? ¿No crees que deberían saber? -

El enmascarado, siempre enigmático, ofreció una respuesta llena de sombras. -En el entramado de lealtades, no siempre es claro quién camina a nuestro lado. La verdad no siempre ilumina los vínculos, como esperarías con Jack y Helena. -

Indignada ante la insinuación velada hacia Jack, Seraphine se apresuró a defenderlo. -Conozco a Jack; es más que un simple aliado. Su lealtad y fortaleza no son cuestionables. -

Sin embargo, el enmascarado no se dejó apaciguar fácilmente. -Pero, Seraphine, tu propio pasado, ese que guardas tan celosamente, nos recuerda que debemos ser precavidos con nuestra confianza. Las traiciones, después de todo, suelen venir disfrazadas de amistad. - Su voz, aunque contenida, cargaba un peso de sinceridad ineludible.

Esta insinuación golpeó a Seraphine con un peso inesperado, recordándole las cicatrices de traiciones pasadas. La idea de que su oscuro pasado fuera conocido por este misterioso aliado resucitó temores que creía superados. Con la revelación del enmascarado, Seraphine se enfrentaba no solo a la conspiración descubierta sino también a las sombras de su propia historia que, al parecer, aún la perseguían.

Seraphine sentía una mezcla de enojo y desconfianza hacia el enmascarado, la gravedad de la situación la obligó a poner a un lado sus reservas. -Está bien-, concedió con molesta. - ¿Cuál es tu propuesta? -

El enmascarado se inclinó ligeramente hacia Seraphine, compartiendo en voz baja, -He tropezado con una prisión oculta, en los confines de la ciudad. Parece ser un nido para experimentos mágicos prohibidos. - Su voz llevaba un peso de descubrimiento inesperado y peligro inminente.

La gravedad de la revelación sacudió a Seraphine, llevándola a cuestionar, -¿Y cuál es tu plan para infiltrarnos allí?- La preocupación se tejió a través de sus palabras, consciente del abismo al que se asomaban.

Con una mirada calculadora, el enmascarado desplegó su estrategia, -Hay una entrada, apenas custodiada, que encontré. Bajo el manto de la noche, nos fundiremos con las sombras. Pero hay más, - pausó, asegurándose de tener toda la atención de Seraphine, -utilizaremos la magia del viento para movernos en silencio. Y con un toque de magia luminosa, nos volveremos invisibles a los ojos de cualquiera. -

La preocupación de Seraphine por las posibles repercusiones era palpable. -Pero, por favor, evitemos dañar a otros. No importa lo que encontremos allí, - su petición era un faro de su ética inquebrantable.

El enmascarado asintió, su acuerdo era tan firme como su voz, -Lo entiendo y lo respeto. Navegaremos por esto con la menor confrontación posible. La sutileza será nuestra aliada. - Su plan era claro: una danza de viento y luz para deslizarse por entre las grietas de un mundo oculto, sin dejar rastro ni tumulto a su paso.

Con el plan establecido, ambos se prepararon para la misión. El enmascarado, con sus habilidades de combate y su conocimiento del terreno, y Seraphine, con su poderosa magia, aunque raramente utilizada en su plenitud, formaban un equipo inesperado, pero potencialmente efectivo.

Ecos de la Forja: El Despertar del LinajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora