Capitulo 43

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Narra Christopher

Tenía los gritos y golpes de Joel en mi cabeza, no podía dejar de pensar en lo que paso. Él era tan despreciable, era el diablo en persona.

—¿Están bien? — preguntó el oficial.

La verdad no se en que momento había llegado la policía, solo recuerdo como (___________) me sostenía la mano, pero lo que no recuerdo es como aparecí en el sofá con una bolsa de hielo en la cabeza. Tal vez los paramédicos me llevaron ahí.

—¿Cómo cree usted que estamos? — dije dándole un vistazo a Zabdiel que estaba aún lado de mi con la cabeza vendada y mirando a (__________) quien estaba pegada a mí con algo de miedo en su rostro.

—Lo siento — se limitó a decir el oficial —Señorita Morgan, tiene que venir con nosotros.

—¿Por qué? — preguntó con tono miedoso.

—Tiene que constatar lesiones y poner una demanda para el hombre de allá afuera — dijo el oficial refiriéndose a Joel.

Ella me miro y después miro a Zabdiel, era evidente su miedo por Joel, de que él le fuera a hacer algo malo.

—¿No puede dar un momento a solas? — pregunté y el oficial asintió para retirarse del lugar —¿Por qué no quieres denunciarlo?

—Tu sabes por qué.

—(__________), tienes dinero, también tienes contactos y nos tienes a nosotros, no seremos mucho, pero en algo te podemos ayudar, podríamos buscar la manera de internar a tu hermano en otro lugar — comenté tomando su mano para que accediera.

—¿Y cuánto duraría eso? — preguntó —Chris, se puede morir en el transcurso de una clínica a otra. Y no creas que no quiero hacerlo, no creas que no quiero meterlo preso y que ahí dentro lo asesinen, pero es algo que va más allá de lo que puedo permitirme.

—¿Y en estos momentos no puedes llamar a alguien para que te ayude? — pregunté recordando que tenía un viejo amigo que era importante para ella —Al señor Camacho, por ejemplo.

—No, en estas fechas del año él se va a Republica Dominicana a ver a su familia — negó —Pero puedo llamar a mi madre, a ella nunca le ha gustado del todo Joel.

Mi cara fue de asombro al escuchar eso, yo podía jurar que ambos de sus padres estaban en contra de ella, pero me había equivocado, tenemos una gran oportunidad si ella está del lado de (___________).

—Entonces llámala, dile que venga.

Ella asintió con la cabeza y le pidió al oficial que le prestara su celular para hacer una llamada, cuando estaba llamando, se separó de nosotros y comenzó a hablar con alguien.

Voltee a ver a Zabdiel y el me miraba a mí, como si no creyera que estuviéramos vivos.

—¿Cómo estás? — pregunté sonriendo —Te ves terrible.

—He estado peor — respondió —¿Cómo estás tú?

—Estoy bien, solo fue un simple golpe en la cabeza.

Ambos teníamos moretones en uno de nuestros ojos y también golpes en la cabeza, creo que el de él fue peor, ya que tenía un vendaje en ella.

—Ahora entiendo el miedo de (__________) hacia ese tipo — comentó Zabdiel —Cuando lo vi, creí que nos mataría, era como estar mirando a una bestia.

—Sí, fue horrible, también pensé lo mismo — confesé con miedo.

(____________) había terminado de hablar y se acercó a nosotros junto con el oficial. Le entrego un papel y ella lo firmo.

—Con esto, el señor De León no se podrá acercar a más de 100 metros de usted en un lapso de 2 meses — aseguró el oficial y todos soltamos un suspiro de alivio.

—Gracias, oficial — dijo (_________) y este se retiró del lugar junto con los demás oficiales dejándonos solos.

Lujuria | Christopher Vélez y Tu [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora