12|Alivios

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1, 2, 3, 4...

Y nunca llegaba a diez.

La próxima que cometa un error, esto se acabará.

Y la próxima lo perdonaba.

Ginny intentaba enumerar una lista de razones para dejar a Dean. Y tenía doscientas, pero no podía dejarlo porque un martes la llamó loca, porque ella ya lo había perdonado. Y Ginny odiaba a la gente que sacaba en cara sucesos que supuestamente estaban en el olvido.

¿Por qué se le hacía tan difícil? Dean había perdido el encanto, la chispa entre ambos se disipó completamente. Quizás porque Ginny sabía que Dean estaba seguro de que Harry era una razón que aportaba a su ruptura, y ella jamás aguantaría tener que decirle a Dean que Harry no tenía nada que ver.

Hasta ella intentaba decirse que Harry no tenía nada que ver. Pero el poco disimulo del muchacho provocaba latidos muy fuertes en su corazón y quizás también en otros lugares. Maldito Potter.

Se decía a sí misma que la próxima vez que Dean hiciera... Pero esa próxima vez no era tan grave como para terminarle, sin hacerle sospechar que había algo más allí.

Pero...

Le costaba rechazarle a Harry una partida más de ajedrez mágico, aunque sabía que era una simple excusa para rozar sus manos mutuamente al mover las piezas.

Dean ni siquiera le provocaba un sonrojo. Ginny se sintió pésimo al descubrir que lo único que llegaba a provocarle el moreno era por puro deseo sexual. Ginny sentía una atracción débil hacia el chico, la misma que nació en el tren del 1 de septiembre, pero más apagada.

En cambio Harry... Ah, ¿que no le hacía sentir ese chico? Como se veía al terminar el entrenamiento de Quidditch, el sonido de su risa, un suspiro acompañado de un toqueteo en el cabello.

—Ginny, ¿me estás escuchando?—Dean la observaba con el ceño fruncido. Ginny asintió con la cabeza—. Pues no parece.

—Lo siento, estaba pensando el los TIMOs—se excusa ella—. Me faltan temas por est...

—Entonces ve a estudiar, no me dejes hablando solo—Dean dice.

—Ush, lo siento—Murmura la pelirroja, rodando los ojos.

—¿Tu qué crees que debo hacer?—Inquirió, dejandose caer en la cama—. Es rarísimo estar con Dean en estos momentos, pero no quiero crearle inseguridades respecto a Harry.

Suspiró.

—¡Y tampoco quiero perder el poco tiempo que me queda con Harry!

Ese es otro tema que le preocupaba. Era obvio para todo el mundo qué iba a suceder, quizás mañana o en dos meses, pero el momento llegaría. Dumbledore tenía algo preparado para Harry, algo que debía hacer él solo y cada vez que Ginny pensaba en eso,una fuerte tensión se agolpaba en su pecho.

Le quedaba poco tiempo antes de perderlo, antes de que se desatara una guerra. No podía darse el lujo de no valorar esas escasas semanas (si llegaban a ser semanas) con un chico por el que no sentía absolutamente nada.

—¡Dame consejos!—Dijo, caprichosa.

Arnold le olfateó la mano.

—Gracias, Arnold. Tus actos me alivian.

El micro puff parpadeó.

Ginny se encontraba caminando por los pasillos de Hogwarts, dirigiéndose a la Biblioteca. Madame Pince la recibió, totalmente distraída,concentrada en una cesta de chocolates (regalo de Filch seguramente). Ginny dejó sus libro en la sema, e intentó concentrarse.

Nos Encontramos de Nuevo [HarryxGinny]Where stories live. Discover now