Capítulo 2.- Dime, dime , dime..!

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Ya habían pasado dos semanas desde que llegarán esos chicos, Gavi y Fermín, según Ferrán el cual había esmerado en que fuéramos todos amigos.

João se había unido a Ferrán, en lo que vendría siendo o, como lo habían llamado ellos, "operación hacerse amigos de los nuevos para no parecer asociales y antipáticos como Pedri", valla que buenos amigos tengo.

Hacerse amigos de los nuevos, era dejarme sólo a la hora del desayuno, almuerzo, merienda y cena. No, nunca estaban conmigo.

Estaba tan solo que, al parecer, un chico se me acercó a hablar por, seguramente, la pena que me tenía o, quizas estaba solo al igual que yo.

El nombre de este chico era Ansu, Fati para los amigos.

Era un chico bastante risueño, hijo de un grande empresario y una hermosa modelo, convirtiéndolo así en también un modelo.

Era lindo no podía negarlo, pero su presencia y amistad no era la misma que la de João y Ferrán.

Ahora me encontraba en mi habitación, Gavi estaba con su celular, probablemente jugando a Call of Duty, se había viciado a ese juego.

Tocaron la puerta y Gavi amablemente se paró a abrir. A quien engaño, le lancé una zapatilla para que abriera.

Gavi: Te buscan -. Pronunció con exasperación volviéndose a sentarse en su cama.

Me levanté de mi sitio para ir a la puerta, era Ansu.

Pedri: Hola Fati. - Saludé con mi mano. - ¿Necesitabas algo? -. Pregunté, no es por ser malo, pero en verdad no quería salir hoy. Era mi día libre y quería descansar.

Ansu: Nada muy importante, sólo quería saber si quieres ir a recibir a los nuevos. - ¿Nuevos?

Pedri: Valla, más nuevos, todavía no soporto a los últimos, más carga es demasiado peso para subir la cuesta -. Dije intentando molestar a Gavi.

Gavi: Te escuché. - Dijo lanzándome la misma zapatilla que le había lanzado yo.

Reí.

Ansu: ¿Y qué dices? -. Preguntó.

Pedri: ¿Niño quieres ir?. - Le pregunté al más chico. Me miró y asintió, para levantarse sin despegar los ojos de su celular.

Sorpresivamente podía decirse que no me llevo tan mal con Gavi, es un chico... interesante.

Caminamos hasta las rejas esperando a que llegaran los autos.

Gavi: ¡Si! - escuché celebrar al sevillano.- mira, para tí que me decías que no iba a poder llegar a legendario. - me dijo enseñándome la pantalla del teléfono.

Me lo decía porque días atrás cuando se descargó el juego, le dije que no pasaría ni de profesional

Pedri: Te quiero ver en el que sigue. - dije intentando burlarme, pero en verdad se había vuelto malditamente bueno en ese juego.

Sin embargo no me respondió, en reemplazo de sus palabras me sacó la lengua como un niño de tres años.

Ferrán: Hola - dijo llegando, me extrañó que no llegara con Fermín y João.

Gavi: ¿Y Fermín? - preguntó Páez, que seguramente estaba pensando en lo mismo que yo.

Ferrán: No lo sé, creo que está con João - dijo. Recordé las palabras del felino, el día en el que dijo que Fermín era lindo o algo así. No me quiero ni imaginar lo que están haciendo.

Pronto se abrió el portón dejando entrar dos autos.

Estos no eran asquerosamente lujosos como en el que llegó el chico de ojos marrones pero se acercaba.

De uno bajó un chico con rasgos asiáticos, se notaba que llevaba un poco de maquillaje y su pelo azul era notable. Además se notaba que tenía una gran cuenta de banco tras él, como todos.

Del otro auto bajó un chico, se podría decir que rubio, a simple vista se veía lindo y se notaba que era sencillo pero con dinero.

Gavi: ¿Nos vamos? - preguntó. - Asentí.

Ansu: ¿No los quieres conocer? - me preguntó, refiriéndose a los chicos nuevos.

Pedri: No soy muy social, así que no. - dije sencillamente y, me lamentaba al saber que no había una pizca de mentira en mis palabras.

Ansu: Bien, si tu quieres. - dijo para después irse.

Caminé con Gavi a mi lado, volviamos al cuarto cuando, tropezó con un desnivel del cerámico del suelo.

Gavi: Mierda, maldito suelo - reí y lo tomé de la cintura ayudando que se levantara del piso.

Pedri: ¿Sabes por que te pasa eso? - negó con la cabeza mientras se sacudía. - te pasa por estar todo el día con tu celular. - me lanzó una mirada matadora y sonreí.

Gavi: Hablando de eso ¿y mi teléfono mamá? - dijo mirando a todos lados.

Pedri: Ahí -. Señalé a un lugar en el piso, un poco alejado de nosotros.

Gavi fue al lugar a tomar el celular pero alguien lo pateo a otro lado, miré al causante del enojo de mi Páez.

***: Veo que tienes otro niñito indefenso González - dijo el estupido frente a mí. - pero mira que niño más lindo. - acarició la mejilla de Gavi.

Es muy probable que por mi rostro subiera el color rojo carmín de la ira, de una cosa estaba seguro, aquel chico de orbes marrones no era indefenso.

Pedri: A él no lo toques. - me acerqué y, bruscamente, retiré su mano de la cara de Pablo. - No te acerques Aymeric- le dije atrayendo a Gavi a mi lado.

Laporte: No se como podré resistirme a no acercarme - dijo y le guiñó un ojo a Gavi.

Creo que fue un impulso tomar a Pablo de la cintura y llevarmelo para que tomara su teléfono.

Después de recuperar su celular subimos a la habitación.

Gavi: ¿Quien era? - preguntó como un niño pequeño que le pregunta a su madre cuando saluda a alguien en la calle.

Sus ojos inundados de curiosidad y brillo.

Pedri: No importa.- dije sacando el botiquín debajo de la cama.

Se había hecho daño en la mano, solo unos rasguños, pero se que ardían.

Gavi: Dime, dime, dime - comenzó, me acerqué a él e hice que se sentara en la cama.

Tomé su mano y empecé poniendo un poco de agua oxigenada.

Gavi: Dime, dime, dime...- siguió pero lo ignoré. Sequé los resto de agua oxigenada y comencé a envolver su mano con una gasa.

Como no había respuesta de mi parte siguió repitiendo incesantemente la palabra "dime"

Pedri: Diablos Gavira, eres desesperante. - dije, el sonrió.

Gavi: Tú antipático - dijo siguiendome el juego con una sonrisa en sus labios.

Pedri: Niñito.

Gavi: Come libros.

Pedri: ¿Sabes que más eres? -- dije, él negó. - La única persona con la que puedo jugar así, sin golpearle la cara para que no se le arruine su rostro. - dije, sonrió y se sonrojó por completo, trató de bajar su cabeza para que no lo viera.

Mierda, me pasé de dulce.- y también un muy buen amigo - dije haciendo que su sonrisa fuera desapareciendo de a poco.

El Internado (Gadri's Version)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz