Mentira 05: Carta bajo la puerta

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Nota de Autor: Soy lo peor, todo el rato me olvido de actualizar esta historia aquí, me queda un capítulo escrito de hace meses, a ver si la retomo que esta historia me gusta mucho jejeje.

TW: implicación de abuso físico/violencia en el pasado y presencia de pensamientos depresivos.

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Cuando Kidou despertó aquella primera mañana en el ryokan de la familia Takanashi lo hizo lenta y confortablemente, aunque toda su somnolencia residual se disipó como la niebla al alzarse el sol al darse cuenta de que tenía a Fudou acurrucado entre sus brazos incluso si él era para aquellas alturas, sin querer ser broma, casi diez centímetros más alto que él, algo de lo que llevaba una rigurosa cuenta por su propia frustración respecto a su tamaño. Al menos en lo que a su altura general refería, pues de otras formas había sido generosamente bendecido por sus genes.

Parpadeó atrapando entre sus pestañas claras la luz dorada de la mañana que bañaba la habitación de madera y tatami, caldeando poco a poco la estancia en lo que sería una jornada de intenso calor, húmedo y pegajoso.

No era lo único húmedo y pegajoso por lo que podía notar en aquel momento. Se mordió el labio inferior mortificado por aquella realización.

Aún así, antes de abandonar aquel cómodo puesto en el futón junto al joven se decidió a contemplar durante unos instantes más la belleza de su rostro relajado. Los mechones castaños de su cabello caían a su alrededor como una corona, libres y despreocupados en un sueño mucho más gentil que la realidad a la que debían hacer frente en aquellos días; sus largas pestañas abatidas sobre sus párpados caídos como una mariposa posada en una flor en medio de un prado; sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas sobre una piel pálida y hermosa en la que resaltaba su textura aterciopelada; sus labios de color melocotón ligeramente separados en una mueca de calmada seguridad brillaban húmedos y tentadores, húmedos pero no pegajosos se encontró Kidou pensando de repente con poca lucidez.

El corazón se le estrechó con un pálpito doloroso, aquella visión tan real como etérica estremecía su cuerpo. Recordaba con claridad la primera vez que despertó con Fudou en sus brazos, al igual que recordaba con claridad el gran sentimiento de amor que lo invadió entonces, el mismo que lo invadía en aquel momento y que no dudaba que lo seguiría invadiendo por siempre. Se inclinó sobre él, le dejó un beso en la frente y se levantó para hacer frente a algo un poco más embarazoso y menos tierno.

Al moverse, Fudou se agitó y arrugó las cejas hasta finalmente abrir los ojos con desgana. Kidou se quedó quieto a mitad camino de levantarse con su amigo aún abrazado a su cuerpo, lamentando haberlo despertado tanto por la necesidad de retirarse sin que él descubriera lo que le había pasado como el haber perturbado su descanso que tan claramente necesitaba.

Pero, ¿era tan malo que Fudou descubriera lo ocurrido durante algún momento de la noche? Si bien extraordinariamente vergonzoso, tan bien era extraordinariamente revelador y quizá el empujón que necesitaba de realización.

Al encontrarse abrazado al pecho del joven, el castaño se ruborizó violentamente y se apartó con un empujón demasiado brusco y demasiado enérgico para alguien que recién despertaba. Retiró la vista aún nublada por los restos de un agradable sueño y se llevó la mano al pecho que golpeaba rápidamente contra sus costillas a tan temprana hora en la mañana. Su camiseta ligeramente empapada de sudor, al igual que la del otro. Y aquello no había hecho sino comenzar, porque iba a ser un día largo, caluroso, húmedo y pegajoso. De muchos días largos, calurosos, húmedos y pegajosos.

Kidou sonrió tristemente, aunque sin poder evitar una pizca de malicia asomar en el fondo de sus pupilas, ante la reacción del otro muchacho, en especial tras que la noche anterior se hubiera quedado dormido, desnudo, sobre su hombro durante el baño. Se aclaró la garganta y se permitió una mirada de ternura, alargando la mano para acariciar su rostro ya completamente despierto y con el comienzo de unas perlas de sudor.

Bailemos [KidouxFudou]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora