|13| La sombrilla de la necedad ©

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    Observo a todos mientras conversan emocionados en pequeños grupos. Sosteniendo sus mochilas sobre sus hombros. Algunos beben café mientras envían mensajes de texto furiosamente, y otros se ríen, ajenos al caos que está ocurriendo.

    Me detengo en un punto cuando me percato de que junto a la escalera se encuentra este peligroso trío: Miss Völva, Wright y mi padre.

    Estos tres son inseparables; apartados del resto forman un triángulo mientras se observan e intercambian palabras.

    —Ya va a comenzar la Asamblea.

    Escucho que alguien dice, por lo que los demás comienzan a ocupar lugares en las sillas que están distribuidas por todo el salón. Waylon está sentado atrás, casi ni se ve, creo que eso es lo que pretende, no llamar la atención.

    Todavía resuena en mi mente sus palabras.

    El fin de semana estuve conversando y jugando billar con su padre, él no quiso salir de su cuarto, al menos, esa fue la excusa que dijo. Pero yo sé que no quería verme. Quise irme antes pero Volch no me lo permitió, se negaba que me marchara tan rápido luego de un viaje tan extenuante.

    Que siendo su invitado debía de pasar ahí el resto del fin de semana. Esas dos noches bebimos whisky, o eso intenté, vertí unas gotas a mi café helado.

    Y cantamos en el balcón la canción que tanto le gusta.

    Recuerdo con una sonrisa, debo de admitir que me divertí mucho.

    La directora finaliza la breve conversación que mantuvo con ellos, de forma brusca, enfocando su mirada sobre nosotros, los estudiantes.

    Está enfadada.

    Me temo que no pude leer sus labios por estar perdido en mis pensamientos. Se acerca al alumnado. Siento impotencia al no saber qué es lo que pretende. Se mantiene en silencio, solo nos observa, camina sobre su enormes tacones de color vino.

    Una de sus manos está dentro del bolsillo de su perfecta y ajustada falda de corte recto, llegando por encima de sus rodillas.

    Admito que es una mujer hermosa.

    Su cabello rojo recogido meticulosamente en un moño alto por un pasador de pelo. Su vestimenta varía en colores a medida que pasen los días pero siempre es la misma. Y no pueden faltar sus guantes, siempre utiliza guantes de distintas tonalidades.

    Esto último lo hace porque es inevitable que al realizar contacto físico con otras personas termine leyendo su mente.

    Casi por instinto, dirijo mi mirada hacia James. Se encuentra delante. Contengo la respiración por unos segundos.

    Luego exhalo calmado cuando me percato que no la está observando. Rechisto y niego con un gesto de mi cabeza al darme cuenta de que estaba suponiendo cosas.

    Al lado suyo se colocan los demás maestros de la Academia.

    Mathew con su temprana calva y su pronunciado bigote mira con constancia su reloj de pulsera dando a indicar que tiene prisa. Alguien como él aprecia mucho la puntualidad.

    Me atrevo a asegurar que está pensando en la siguiente clase de Historia que va a impartir.

    Eloise es una señora con mucha clase.

    Estar cerca de ella es transportarte a otra época y lugar. Siempre tiene en su mano una sombrilla. La utiliza como apoyo debido a su necedad por emplear un bastón.

    También se niega a usar lentes a pesar de que su vista sea tan borrosa como una neblina en invierno.

    Siendo una de las maestras más antiguas del centro, lleva más de treinta años enseñando a las brujas, pociones y vuelos en escobas. Se caracteriza por usar sombreros algo escandalosos. La misma, charla animadamente con Maureen.

Descendientes de la luna ||Boyslove +18 [P.1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora