Ágape

588 69 9
                                    


Capítulo Final

Ya no había nubes, ni lluvia o frío, el verano había llegado a pasos agigantados y de nuevo hacía tanto calor que notabas las vibraciones en la densidad del aire. Tenías que estar casi enclaustrada en casa, de todas maneras no es como si antes salieras mucho pero ahora estabas mucho más confinada.

¿Era justo o razonable? No, pero después de lo que ocurrió la última vez no querían exponerte tanto, decidieron que preferían sobreprotegerte a que otra tragedia azotara a la familia.

Habían pasado varias estaciones después del incidente de Hayden, no estabas arrepentida ni presentabas malestares físicos, las heridas de tu cuerpo lograron sanar con el paso del tiempo y ahora eran solo cicatrices, que según Hoyt; representaban tus propias batallas, te las habías ganado con tu sacrificio por ti misma y por la familia.

Al principio estabas confundida, lo que pasó te había hecho sentir demasiadas cosas pero el hecho de no sentir arrepentimiento era abrumador, no es como si quisieras repetirlo pero si se diera la oportunidad, probablemente lo harías sin hesitar.

Dejaste de pensar en eso luego de varios meses donde lo único que parecía importarles a ti y a Thomas era volver a concebir. Ambos hacían su mejor esfuerzo y durante una temporada perdieron las esperanzas, parecía que Dios estaba en su contra y la tristeza los envolvió.

No obstante, sin siquiera pensarlo, un día ya estabas con esas náuseas matutinas que en tu primer embarazo no se habían presentado, se te había abultado el vientre y tras otra de esas pruebas arcaicas de mamá, era evidente que se les había otorgado una vez más la bendición.

Desde que se enteraron no dejaron de cuidarte, desgraciadamente eso significó que Thomas no te había tocado, no importaba cuánto entusiasmo demostraras porque tenía miedo de lastimarte y si cualquiera de las acciones del pasado fue detonante para la pérdida que sufrieron entonces iba a evitarlas a toda costa.

Era increíble el control que tenía sobre sí mismo cuando tenías las hormonas tan alborotadas que prácticamente podrías estar encima de él sin ropa y de todas maneras se mantenía sereno y evitaba tocarte de la manera en que querías.

Como forma de venganza, a veces lo provocabas a propósito, sabías que no cedería pero precisamente era lo que buscabas. Querías enseñarle de lo que se perdía y era excitante de alguna forma pensar que, cuando te recuperaras luego del parto le daría rienda suelta a su propia venganza contra ti.

En ese mismo sentido, habías comenzado a tomar el control de la relación. Ya no te sentías insegura de tomar decisiones, las consecuencias llegarían de cualquier manera y estabas lista para enfrentarlas.

¿Qué más podías vivir que ya no hubieras vivido? Era como si hubieras renacido tras cometer tu segundo asesinato doloso, esa nueva tú ya no tenía miedo del futuro porque ya eras consiente de lo que querías, y eso era tener una familia junto a Thomas sin importar las inclemencias, porque era seguro que la vida no sería sencilla nunca.

Para ese momento ya estabas a nada de dar a luz, todos te cuidaban mucho, a veces era abrumador pero también te alegraba saber que tenías una familia que aunque era poco convencional, te amaban.

Luego de estar casi toda la tarde deambulando por la habitación reflexionando sobre tu actual estado, te recostaste en la cama. No tenías un reloj pero ya te habías acostumbrado a contar el tiempo, de hecho, fue de las primeras cosas a las que te acostumbraste desde que llegaste a esa casa. Parecían y de hecho lo eran, tiempos muy lejanos, en definitiva ya no eras la misma mujer que llegó aquella tarde calurosa de verano hacía algunos años.

Walk in the sun once more (Thomas Hewitt X Reader)Onde histórias criam vida. Descubra agora