Honzuki no Gekokujou | Un noble comerciante

Capítulo 10: SS - Rafael Schneider

Esta será una rápida biografía de Rafael, explicando el hecho por los que decidió servir a Benjamín y por qué a pesar de tener más de veinte años aún no se ha podido casar con Emily.

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Soy el primer hijo de la casa Schneider, nunca tuve apego alguno a mi familia, el dinero y poder siempre habían sido nuestro lema, era lo más importante. El viejo Zausengas había estado en decadencia después de la guerra civil, sin embargo existía cierta empresa que se había hecho con muchos negocios, aprovechando la crisis de nuestro territorio. Para el tiempo de mi bautismo todos hablaban de la Compañía Mercantil Lyones.

Eran nuestros mayores rivales pero no tenía interés en ese asunto, al parecer la dueña era una concubina del Lord de la familia Adelfried. El hecho de que una antigua plebeya tuviese más éxito que mi padre, era un acto de vergüenza para mi familia.

Un día acompañe de mala gana a mi padre a una visita a esa compañía, la dueña era una hermosa mujer de cabello castaño rojizo anaranjado con un hermoso rostro de ojos azules, si acaso tendría unos veinticuatro o veinticinco años. Estaban por hacer negocios, por mi lado me aleje para recorrer el lugar, hasta que llegue a una habitación donde estaban dos niños tomando el té. De inmediato reconocí a uno de los niños, había asistido conmigo a mi bautismo. Cuando se percata de mi presencia me saluda, al ver esto el otro niño se da la vuelta en mi dirección.

Era una hermosa niña igual a la dueña de esta compañía, me habían invitado a pasar tiempo con ellos, la hermosa niña se llamaba Emily y el niño Benjamín o Benno?... Era muy confuso, Lady Emily lo llamaba Benjamín pero en ciertos momentos lo llamaba Benno. Cuando le pregunte por qué lo llamaba por dos nombres, ellos solo se rieron y me contaron el motivo. Desde ese día nos volvimos muy amigos, lo único bueno de ser un Schneider era el poder relacionarme con ellos dos.

Logramos entrenar en la academia real como nobles de Klassenberg, Benjamín y yo cursábamos nuestro primer año, en cambio Emily era un grado mayor que nosotros. Ellos eran Laynoble a diferencia de mía que era un Mednoble, pero nunca nos importó la diferencia de estatus, solo nos gustaba pasar tiempo juntos. Los tres decidimos que no serviríamos a nadie de Klassenberg, solo nos trataban por la influencia comercial de nuestras familias, así que no había un noble al cual deberíamos jurarle lealtad, también estaba Lady Eglantine, mi familia quería que me acercara y ganara su favor, eso fue cavando un agujero en mi relación con ellos. Aún insistían en hacer contacto con ella, había rumores donde decían que en unos años sería la primera esposa del siguiente Zent, ese era el interés de mi familia.

Era una mera herramienta que solo generaba beneficios y ganancias para la familia. En mi tercer año con Benjamín, la academia real era todo un espectáculo desde la aparición de una candidata a archiduquesa de Ehrenfest décimo tercero, Lady Rozemyne era su nombre. Por los pasillos solo se escuchaba cosas sin sentido, invoco a un Grun y había atacado a una profesora, se desmayó en el rincón más lejano cuando buscaba su voluntad divina, revivió las antiguas herramientas mágicas de la realeza y tuvo un ditter roba de tesoros contra Dunkelfelger por la propiedad de los mismos.

Benjamín y yo por otro lado teníamos otras preocupaciones para averiguar, si los rumores eran ciertos o no, muchos nobles cortejaban a Emily, unos eran descarados pidiéndole que fuese su amante menospreciándola por ser una Laynoble, otros solo eran nobles pobre que tenían un rango alto y estaban detrás de la fortuna de su familia, todo ese hostigamiento que sufría Emily tuvo como consecuencia, que ésta fuese insegura con los demás.

De pronto un noble de Ehrenfest comenzó a relacionarse con ella, Hartmut era su nombre, cuando observé esto una lluvia de emociones invadía mi corazón, ese noble estaba haciendo lo que yo no podía. Cuando Benjamín y yo le preguntábamos por el objetivo de ese noble, ella solo decía que al parecer la estaba cortejando pero de una manera muy extraña, después se escucharon rumores que era todo un Casanova.