Relevancia

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N/A: En base al capítulo 19 del anime, capítulo 13- volumen 2 de la NL, no existe esta escena por lo que me di a la tarea de mostrar que sucedió en el intermedio en que ella se desmayó. 

...

Abrió la puerta lentamente y se asomó descubriendo el sitio en total tranquilidad, pero su atención recayó en la figura que estaba sentado junto a la cama.

La mujer mayor se adentró para asegurarse de que todo estuviera en orden, apagó un par de velas que iluminaban el cuarto y solo dejó un par para dar una apariencia tenue y no sumirlos en la oscuridad. Se detuvo a un lado de la figura sentada, llamando su atención.

—¿Necesita algo?

Él simplemente negó, sin decir ni una palabra y regresó su atención a la mujer que estaba recostada en su cama. Suiren asintió y se alejó, dispuesta a salir de su habitación, pero se detuvo en la puerta a observar la escena, el desenlace de lo que había sucedido horas atrás.

Suiren había quedado conmocionada de ver a Jinshi llegar con la pequeña boticaria entre sus brazos y la sangre manchando sus ropas. La idea de ver la sangre fue lo suficiente para causarle temor a Suiren sobre lo que había sucedido.

—¡Necesito al médico, ahora!

Gaoshun, quien entró encontrándose con la escena drástica, salió con el fin de obedecer con rapidez las órdenes del eunuco. Mientras tanto Suiren se había acercado cuando Jinshi recostó a la boticaria en el sillón, intentando ver el daño infligido, un golpe en su rostro que estaba hinchado y la pierna que aún sangraba y que dejaba ver una herida prominente.

La espera por el médico fue eterna, cosa que dejó aún más ansioso al eunuco que parecía lo suficiente alterado por la condición de su protegida. Por suerte apareció después de unos instantes y se enfrascó en atender la herida más importante, la de la pierna, donde tuvieron que coserle quince puntos.

Jinshi se había asegurado de que el procedimiento se hiciera lo mejor posible y pronto el médico se fue, pidiendo que le dieran un poco de descanso. Jinshi salió en ese momento, dándole la privacidad a Suiren para asear el cuerpo maltratado de la boticaria. Cuando terminó se encontró a Jinshi ahí, esperando, con la ropa habitual que solía utilizar.

—Me aseguraré de llevarla a su habitación. —Suiren se ofreció a hacerlo.

—No, yo me encargaré.

Jinshi cruzó la puerta, cargó entre sus brazos a la boticaria y caminó por los pasillos del lugar, alcanzando una puerta elegante y abriéndola con facilidad. Jinshi que no lavaba ni su propio cabello solo, se había asegurado de que ella estuviera cómoda en su cama.

Suiren fue espectadora de cómo Jinshi acostó a la joven inconsciente en su propia cama, algo inaudito. Ella había visto a Jinshi desde que era un bebé y lo había criado como su guardiana, siempre había estado a su lado, asistiendo y más cuando había entrado como un eunuco en el palacio interior. Y en todo ese tiempo ella jamás había visto un comportamiento similar. Estaba de más decir que Jinshi jamás había tenido un acercamiento real con una mujer, nunca había sido algo que le interesaba, ya que tenía otras prioridades.

Pero todo eso parecía haber cambiado desde que Maomao apareció en su vida.

Suiren había escuchado en alguna de las pláticas entre Jinshi y Gaoshun de que había alguien que lo había ayudado con su trabajo en el palacio interior, algo a lo cual ella no le tomó la suficiente importancia. Siguió escuchando de ella, de la boticaria que era lo suficiente inteligente y perspicaz para atrapar la atención de Jinshi, la obsesión reciente, un juguete. Sin embargo, su presencia se hizo evidente cuando Jinshi había comprado a una mujer en el barrio del placer y que era aquella boticaria.

Elixir de luna llenaWhere stories live. Discover now