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Diciembre de 2022.

Scaloni actuaba con total tranquilidad frente al equipo, pero Paulo sabía que por dentro, el director técnico estaba gritando y puteando.

 Tenían un nuevo lesionado y alguien lo había filtrado mucho antes de que el cuerpo técnico decidiera si era conveniente hablar o no con la prensa. Durante dos días pudieron ocultar que Rodrigo De Paul tenía una lesión, hasta esa mañana cuando todos se despertaron con los télefonos inundados de la noticia filtrada. 

—Vas a quedarte en el banco en los cuartos —decidió Lionel y Rodrigo negó con la cabeza. 

—No, escuchame, yo voy a curarme estos días. Voy hacer todo lo que los doctores me digan y voy a jugar —Rodrigo estaba sentado sobre uno de los sillones ubicados en el área de recreación que tenían asignado para los ratos libres. A su alrededor estaban, Scaloni, Aimar, Samuel y Messi. Paulo observaba todo desde una distancia más considerable, ya que Scaloni lo había llamado, pero el cordobés todavía no sabía para qué —. Te prometo, les prometo a todos que si ese día no me siento bien o me duele la pierna, lo voy a decir. 

Scaloni miró al Capitán de la Selección y también a sus dos compañeros; Paulo no veía movimientos en sus labios, era como verlos debatir mentalmente. 

—Por favor, Lionel —volvió a hablar De Paul —, podemos quedarnos afuera en cuartos y no me lo voy a perdonar nunca si no juego...

—Esta bien —dijo finalmente Scaloni —. Vas a jugar, pero éstos días te vas a recuperar. Paulo va a estar a cargo de tu recuperación y de los ejercicios que tengas que hacer. Si él te dice que tenés que dar cien vueltas a la cancha, lo hacés. 

Paulo estaba en shock. Una cosa era tratar con la lesión de Lautaro que cada día iba mejorando y que el Toro podía entrar a jugar unos minutos, aunque a decir verdad ayudaba mucho el hecho de que Lautaro decidió infiltrarse. Pero lo de Rodrigo era muy diferente, porque De Paul estaba negado a una resonancia y quería una recuperación milagrosa a base de masajes y ejercicios. 

El cordobés decidió no acercarse, porque cuando Scaloni junto con Pablo y Samuel dejaron el recinto; Rodrigo se quedó un buen rato hablando con Messi y Paulo se sintió un intruso, ni siquiera quiso escuchar la conversación. Paulo se giró y se fue en dirección a su consultorio, por suerte ya habían arreglado el aire acondicionado...

—Ey, no me esperaste —Rodrigo alcanzó a Paulo justo cuando éste estaba poniendo la llave en la cerradura.

—No quería interrumpir —respondió Paulo.

—Mejor si interrumpias, me comí tremenda puteada del enano.

—¿Por qué? 

—Porque todos creen que me estoy arriesgando mucho, pero Leo es el único que me lo dijo directamente. Quiere que descanse. 

—¿Y no le vas hacer caso? 

Paulo siempre supo del profundo respeto y admiración que Rodrigo tenía por Messi, llegando incluso a meterse en peleas con otros jugadores con tal de defender a su capitán. 

—No, quiero y voy a jugar. Es importante esto ¿Sabés lo que significa para nosotros ayudar al enano a ganar su primer mundial? —Paulo encendió la luz y dejo sus pertenencias sobre el escritorio. Rodrigo ni siquiera preguntó dónde sentarse, porque se fue directamente a la camilla — Creo que es más por él que por mi —confesó finalmente el número siete. 

—Mirá, yo no creo que Leo quiera que te rompas las piernas por querer ayudarlo a ganar el mundial. Lo entiendo, porque es Messi y todos queremos lo mismo, pero tenés que pensar también en tu salud, en tu estado físico. 

i wanna be your end game ⚽ paulo dybala & leandro paredes.Where stories live. Discover now