Solo amigos

Capitulo 7

- Yo elijo a la señorita Yelena, - Miro a la mujer quien tenía una expresión alegre, aunque estaba más preocupado por el musculoso a su lado que tenía una expresión de piedra. - Lo que si quería pedirle, ¿Me puede proteger de él?

Ronnie dio un paso al frente, bufando con fuerza como si fuese un toro embravecido hasta quedar frente a Lincoln, denotando que el peliblanco era menor que él por poco menos de media cabeza y al menos tenía la mitad del ancho que este, mirándolo como si fuese un cachorro que sabe que llego su hora final y no habría nada que pudiese hacer.

Pero este solo chasqueo los dedos y bajo la mirada.

- Oh rayos, quería otro compañero mamado.

- Busca tus propios novatos Ronnie, no me quites a mis niños.

- Esta bien, esta bien, - Levanto la mirada y la dirigió hacia Lincoln. - Pero recuerda, si un día quieres posar puedes llamarme. - Y comenzó a alejarse mientras posaba.

- Y a mí. - Secundo Tom mientras flexionaba sus piernas antes de irse.

- Y a mí. - Tercio Kevin mientras flexionaba su pecho antes de irse.

- Y a mí. - Continuo Dorian mientras flexionaba su espalda antes de irse.

- A mi no. - Dijo Chris. - Me demandaron por posar con mi hija. - Y se retiró... posando.

- ¿Qué él qué? - Lincoln se veía confundido.

- No quieres saberlo cariño. - Yelena puso su mano sobre la cabeza de Lincoln y la acaricio como si fuese un niño. - En fin, finalmente estamos solos, ¿Tienes tiempo?

- Tengo un par de horas antes de mi próximo compromiso.

- Excelente, acompáñame a mi oficina mi niño, tenemos mucho que hacer.

- Esta bien, de todos modos no creo que dure mucho.

Varias horas después

Jordán bostezaba mientras se dirigía al gimnasio, se sentía extrañamente cansada pensando como quitarse a Lincoln esa tarde ya que realmente no quería que este le visitase, se había dejado llevar por todo lo que su abuelo había logrado marearla entre sus frases y no pensó mucho en la visita del peliblanco, no se conocían demasiado más que verse de vez en cuando durante clases y conversaciones casuales, por lo que de la nada que fuese a donde vivía, y peor, con la posibilidad de que su abuelo hiciese alguna demanda ridícula y Lincoln lo hiciese... no la dejaba tranquila.

- Espera, simplemente tengo que decirle que no vaya, al llegar a casa decirle a mi abuelo que él desapareció y luego distraerlo de alguna forma y en unos días ni se acordara de esto, Lincoln no tiene que cumplir sus caprichos y yo puedo mantener mi privacidad en paz, ¡Todos ganamos!

Aquel pensamiento había reanimado a Jordán quien incluso dio un pequeño salto en su caminar, había quedado de llamar al peliblanco saliendo del gimnasio así que aún tenía tiempo para planear el cómo decirle.

Todo iba excelente.

Hasta que entro al gimnasio y vio a un peliblanco deshecho en un asiento frente a recepción, tirado sobre la silla mientras juraba que su alma estaba escapando por su boca.

- (Asustada) ¿L..Lincoln?

- Jor-Jor, déjalo descansar un poco. - El recepcionista le dio una sonrisa lastimera a la chica. - Espera, ¿Se conocen?

- Larga historia, - Preocupada. - ¿Qué le paso?

- Pidió una rutina y Yelena estaba en su oficina.

- Auch.