Capítulo 5; Everything

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Elena

Caminé directo al lugar donde se encontraban ambos pilotos confundidos por mi grito- ¿Qué pasa, cariño?

-Lo hiciste de nuevo- levanté mi mano estrellándola en su mejilla, traté con todas mis fuerzas de contener las lágrimas que bajaban por mis mejillas. 

-Elena ¿De que hablas? Estás haciendo una jodida escena. 

-¿Al igual que la tuya en Barcelona?- el monegasco frunció el seño confuso, estiré la mano con mi celular dejando ver el video- Y te atreviste a criticar a Lewis. 

-Nelly...-

-No tienes nada que decir, es obvio- sequé las lágrimas sobre mi mejilla y guardé mi celular- Es todo, Carlos. 

-Elena, te juro que no es lo que crees- su mano sostuvo mi muñeca pero me zafe casi de inmediato- Hablemos.

-No, Carlos.

Me giré sobre mis talones y tomé mi bolso del lugar donde estaba sentada anteriormente, escuché su voz llamándome un par de veces pero lo ignoré siguiendo mi paso, algunas mirados me recorrieron completamente con miradas desinteresadas, los comprendía perfectamente. 

"Ya viví esto una vez, pasará una semana y ella volverá al paddock" eran los rumores que alcancé a oír saliendo hasta el estacionamiento, busqué en el interior de mi bolso las llaves del auto, pero "oh sorpresa" Caco había pasado por mi. Solté un suspiro cansado y entonces mi celular empezó a sonar. 

La pantalla dejó ver el nombre de "Papá Sainz" Ignoré la llamada precisamente para no maldecir a su hijo sobre su oído. Me encontré un auto conocido a unos pasos y me acerqué para dejar una patada en su neumático, no tardará mucho. 

Me giré encontrándome con un cuerpo conocido- ¿Mi auto que tiene que ver? 

-Eso fue rápido- respondí meneando la cabeza. 

-Estuve detrás de ti todo el tiempo- respondió el monegasco abriendo las puertas del auto- Sube, no tardaré. 

Hice lo que me pidió y me senté en el asiento del copiloto, esperé por un par de minutos en silencio, recibí un mensaje de mi agente, la canción sería un hecho y no había mencionado nada de la situación. 

Agradecí a Lewis por llevarse toda la atención.

-Estoy aquí- mi amigo subió a su respectivo lugar- ¿Quieres decirme que fue eso de hace un rato? 

-Viste el video, Charles.

-¿Es todo?- lo miré furiosa por su comentario- Digo, puede malinterpretarse ¿No crees? 

-No lo sé, Charlie- dejé caer mi cabeza sobre el asiento- Solo sé que Carlos ya me mintió una vez y nada le costaría volver a hacerlo. 

-La primera vez fue un error, pero estoy seguro de que él no se arriesgaría a perderte una vez más- me quedé en silencio por sus palabras, la situación ahora mismo era más que frustrante, presioné las manos sobre la parte superior de mi estomago para mantener el dolor a raya. 

-¿Dónde estuviste esa noche?- meneé la cabeza para encontrarme con su rostro neutral. 

-Tuve una cita- respondió y fue suficiente para mantener el auto en silencio por el resto del viaje, una punzada sobre mi pecho amenazó la estabilidad que me costó construir para salir del paddock. 

-¿Puedes detenerte aquí?- bajé del auto cuando este se detuvo, me apoyé del barandal que separaba la ciudad del rio, la brisa nocturna acarició mi piel y desacomodó mi cabello. 

Miré el anillo sobre mi dedo por unos segundos sin moverme, escuché a Charles bajar del auto cuando saqué la joya de mi dedo. Un historial de recuerdos se reprodujo en mi mente apenas lo tuve en mis manos. 

"Te amo y prometo hacerlo para siempre"  Un par de manos entrelazadas y un beso con los ojos cerrados, un par de palabras menos después... aquí estamos. 

Lancé la pieza directo al rio, mi pecho subía y bajaba con fuerza mientras mis manos se aferraban al barandal de piedra. Sentí un par de brazos girando mi cuerpo y uniéndome al suyo. 

Mi respiración salió entrecortada mientras una lágrima silenciosa aparecía en mi rostro, los brazos de Charles siempre han sido el lugar más cálido y seguro al que podría ir. 

Limpié mi rostro mientras volvíamos al auto, decidí quedarme en el hotel con Charles, veríamos una película ridículamente graciosa y comeríamos tantos carbohidratos como fueran posible. 

Nuestros planes estaban siendo posibles en su mayoría, habíamos comido tres hamburguesas cada uno y ahora estábamos echados en la cama viendo the office, al menos yo lo veía. 

Charles llevaba al menos diez minutos dormido, lo entendía, estaba sumamente cansado y yo solo interrumpí su horario de sueño. Continúe viendo la serie hasta que un pensamiento se posó en mi. 

¿Qué se supone que haré ahora? Entre algún punto tendré que escuchar lo que sea que Carlos tenga para decir, lo sigo amando igual que ayer y eso no es algo que se pueda cambiar de la noche a la mañana. Tres años de relación no es algo fácil de borrar, lo he intentado varias veces y no lo he logrado. 

Esa extraña sensación me invadió nuevamente, podría estar haciendo cualquier cosa y siempre me invadía. Me levanté de la cama y caminé hasta el baño, veía mi reflejo con sumo cuidado. 

Había cortado mi cabello, lo había cambiado de color, subí y bajé de peso, lo había intentado todo. ¿Cuándo carajos desaparece este sentimiento? Me he sentido inconforme con cada paso que doy desde que tengo dieciséis y he permanecido con la constante idea de que un día despertaría y se habría ido. ¿Qué me aseguraría que al dejar a Carlos no sería peor? 

Rodeé los ojos para evitar que mis lágrimas salieran pero era tarde, un sollozo abandonó mis labios y me sentí desvanecer en ese momento. Enrollé mis piernas con mis brazos y enterré la cara sobre mis rodillas. 

La culpa por haber tirado el anillo de Carlos me carcomió en segundos, me puse de pie y fui hasta la habitación para buscar mis zapatos. 

-¿Ellie?- la voz de Charles me sorprendió- ¿Qué haces? 

-Debo recuperarlo- dije entre sollozos buscando mi zapato izquierdo sin éxito- Mierda.

-Ellie, tienes que calmarte- el monegasco me siguió por toda la habitación.

-Fue tonto de mi parte, sé perfectamente que mañana volveremos a estar como si nada hubiera pasado- la cara del monegasco se contrajo con cierto sentimiento. 

-Ellie basta- mi vista se nubló por las lágrimas mientras sus manos estaban sobre mis hombros- Hey ¿Puedes oírme? Soy yo, Charles... vuelve aquí. 

Me tomó un par de segundos reaccionar, mi cabeza se apoyó sobre su pecho mientras sus brazos me protegían de mi misma. No era la primera vez que los brazos de Charles me mantenían a salvo, ni tampoco la ultima. 





¿Qué opinan? Sin duda habrá un paseo por los recuerdos de Elena, su relación con Carlos, su grupo musical y la amistad con Charles, solo no quiero que se saturen de información aquí y allá, ustedes dirán: "Apenas es el capítulo 5 y ya llueven putazos" Pues si mis cielas y todavía falta un largo camino. 

Es probable que tengamos algún maratón durante el fin de semana debido a la primera Race weekend del año. 

¡Forza ferrari! 


The Very Firts Night|CL16Where stories live. Discover now