Capítulo 26; Gray day

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Elena 

Me mantenía apoyada sobre la consola mientras mi productor admiraba los movimientos de mi mejor amiga en el instrumento, la conexión que emanaba la pelirroja junto a la batería era digna de admirar. 

-Es muy buena- dijo el hombre sin quitarle la vista. 

-Es la mejor- le respondí con una sonrisa orgullosa, tuve que llorar solo un poco para que ella aceptara esto, está mejorando y eso incluye su relación con este medio. 

-¿De donde la sacaste?- tomé un suspiro antes de responder, es una larga historia si lo piensas bien. 

-Teníamos una banda junto con otra chica a los diecinueve, Jen me enseñó a componer canciones y desde entonces no paré. 

-Deberías traer a la otra chica, muero por saber como sonarían juntas- negué rápidamente ante las palabras de mi productor, quería a Hailee pero nunca la pondría frente a Jennie después de lo que pasó la ultima vez. 

La musica se detuvo haciendo que la chica saliera de la cabina, lucía radiante, como si acabara de hacer magia y en realidad no estaba muy lejos de ser así. 

-Estuviste maravillosa- me apresuré a correr a sus brazos, ella tardó un par de segundos en devolverme el abrazo, ella me amaba por más que quisiera negarlo, en realidad ama muchas cosas. 

-Buen trabajo, escuchemos todo ¿Quieren?- asentí rápidamente tomando asiento junto a la chica. 

La canción empezó a salir de las bocinas, sonaba maravilloso a mi parecer, le rogué a Jen que grabara unos coros para mi y el resultado era más que perfecto. Una lágrima me bajó por la mejilla de la emoción, nuestras voces juntas de nuevo era algo que simplemente me ponía emocional. 

-Prométeme que la tocaremos en vivo alguna vez- mi amiga solo rodó los ojos mientras yo sonreía emocionada, tocar en vivo juntas era un sueño para mi, al igual que algún día lo fue para ella y por esa parte siento que se lo debo. 

-Yo no me perdería ese show por nada del mundo- una tercera voz irrumpió en el estudio, me giré rápidamente para encontrarme con el rostro de mi amigo sonriente.

-Lando, estás aquí- me acerqué para dejar un corto abrazo en él.

-Es bueno verte, Ele- el británico me dio una sonrisa antes de dirigir su atención a su chica.

-¿Cómo carajos entraste aquí?- fue lo primero que mi amiga le preguntó, siempre con ese tono tan distintivo suyo.

-Siempre tan dulce, mi amor- no pude evitar reír ante la cara de la neoyorquina, rodó los ojos con amargura antes de acercarse al británico y besarlo- ¿Lista?

-Claro, tomaré y mis cosas y... ¿Ele?- me había girado para no ver la escena de besos de ese par, volví a mirar a una Jennie que recogía sus cosas- ¿Quieres cenar con nosotros?

-Oh no, tengo mucho que hacer aún- le dije con una media sonrisa, lo último que quería era sobrar en su cena, deben aprovechar los momentos en los que mi amiga no tiene un cambio de humor extraño que mande a la mierda a Lando.

-Te enviaré algo de comida, cuídate Ele- la pelirroja me dio una sonrisa antes de salir del estudio de la mano del británico.

Lucen muy bien juntos, la tensión en el ambiente se siente cada vez que están juntos, ojalá y se queden así, sin más peleas tontas y separaciones.

-Ellos me hicieron sentir cosas- dijo mi productor mientras se atragantaba con un taco- Menos mal que no fuiste con ellos.

-Caleb...- reprendi a mi productor con la mirada mientras este solo levantaba los brazos.

-Ya puedes ir a tu casa, Nelly- levanté las cejas con confusión, según yo aún faltaban arreglos- Vete, todo está bien con el álbum pero tu te ves mal... Deberías tomar una aspirina, salva vidas.

-Lo tendré en cuenta- rodeé los ojos antes de tomar mis cosas y prepararme para salir.

-Llévate mi paraguas, se ve que lloverá- asentí a las palabras del productor y me despedí para salir del estudio.

Había sido una tarde nublada, el anochecer llegaba con varias nubes grises que amenazan con derramarse sobre la ciudad.

Caminaba por la acera con tranquilidad hasta que un par de gotas cayeron sobre mis hombros, me apresuré a correr hasta mi auto.

Acomodé mis cosas en el asiento trasero y estuve lista para empezar a conducir, no me encantaba la ciudad por su clima en esta época, me hacía sentir melancólica y triste todo el tiempo.

Yo solo quiero conducir a mi casa sin ningún tipo de molestia en mente, bajar del auto y saludar a mis vecinos mientras abro la puerta mi puerta.

Este clima solo me hace correr y lagrimear de vez en cuando, no es como los días grises normales, es más intenso que eso.

Me detuve frente a una luz roja con mi brazo apoyado en el borde de la ventana, el sonido del limpiaparabrisas era lo único que sonaba además de las gotas sobre el techo de mi auto.

Eso hasta que una llamada entró desde la bocina del auto, miré de reojo el nombre de Carlos en la pantalla.
Dejé caer la cabeza contra el volante antes de ser interrumpida por los autos detrás de mi con prisa.

Avancé con la valentía suficiente para aceptar la llamada.

-Hola Nelly- le escuché al español con un tono algo serio.

-Carlos... ¿Cómo estás?- hubo algo de silencio del otro lado de la linea y con eso supe que no era una conversación casual.

-Yo estoy bien ¿Cómo va todo con tu álbum?

-Está yendo de maravilla, hoy terminado de grabar y solo faltan algunos arreglos- respondí mientras entraba al estacionamiento de mi hogar.

-Suena genial... Yo solo quería saber si ibas a venir a la carrera final, ya sabes, es muy importante- me estacione en mi lugar y pensé en una respuesta para él.

-Te prometí que estaría ahí- le dije mientras me dejaba caer en el asiento.

-¿Pero es lo que quieres? ¿Quieres estar conmigo durante la carrera?- esto solo se pone más difícil cada vez, soy una hija de puta por todo esto.

-Carlos... Quiero acompañar al equipo durante el final de temporada, además de que tengo algo importante de que hablarte- solté un suspiro con un poco más de preparación para esto- Es sobre nosotros...

-No lo digas, no aún- lo escuché soltar una respiración con pesadez- Nos vemos, Nelly.

-Adiós, Carlos.

Me quedé en mi lugar en silencio, me estaba metiendo en serios problemas con todo esto, debería empezar a pensar en los discursos que daré a todo el mundo, los padres de Carlos, Ashley, mis padres, Carlos, Charles...

Debía pensar seriamente en lo que le diría a Charles, el rompimiento con Carlos era apenas la punta del iceberg que estoy por golpear.

The Very Firts Night|CL16Where stories live. Discover now