Capitulo 02

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No sé en qué momento, pero ya estaba caminando entre los árboles alejándome poco a poco del campamento, sé que hacía mal en salir cuando la tutora claramente dijo que estaba totalmente prohibido, pero igualmente quería hacerlo así que planee explorar un rato y luego regresar sin que nadie se diera cuenta.

Descansé un rato abajo de un árbol mientras veía mi celular hasta que note que estaba cayendo la noche, fue ahí que me di cuenta de que era momento de regresar.

Me levanté de donde había estado sentada todo ese rato y comencé a limpiar mi ropa de la tierra, para cuando ya me había dispuesto a caminar un sonido proveniente de atrás mío hizo que parara mi andar y me quedara tiesa volviéndome un árbol más de los tantos que había en aquel bosque para seguido de eso comenzar a voltear lentamente para encontrarme con…

                    (Por otro lado)

¡Carajo, Esteban, ya te dije que me dejes de joder con eso! —grite mientras cerraba con fuerza la puerta de mi cuarto—

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¡Carajo, Esteban, ya te dije que me dejes de joder con eso! —grite mientras cerraba con fuerza la puerta de mi cuarto—

Esteban: No me importa que te joda, te seguiré juntando con todas las chicas del reino hasta que la encuentres, ya dije algo.

Sentí como la sangre me hervía y recorría todo mi cuerpo, mi mandíbula se tensaba y mis dientes se ponían duros, ya estaba harto de que mi hermano me estuviera obligando a encontrar a la chica que como todos decía “mi alma gemela” y aunque sí quisiera encontrarla estoy totalmente harto de que mi hermano traiga chicas todos los días a casa para poder ver si está entre ellas, pero no pasa ya va un año seguido haciendo eso y más no la encuentro.

Mi cabeza dolía tanto que sentía que explotaría en cualquier momento, estaba estresado solo quería sentir paz y yo sabía perfectamente como conseguir eso.

Me levanté de mi cama y me direccione a mi balcón para dar un salto y comenzar a caminar perdiéndome entre los grandes árboles.

Camine al rededor de 1 hora merodeando por el bosque sin un rumbo en específico hasta que sentí mi celular vibrar y en cuento lo agarré vi que me estaba entrando una llamada de Esteban la cual respondí sin mucho ánimo.

Esteban: ¡Francisco Romero! Más te vale venir a la casa que ya llegaron las chicas que te dije.

Sos un cabrón Esteban —despegue el celular de mi oreja dispuesto a cortar la llamada, pero antes de que pudiera hacerlo él hablo—

Esteban: Pobre de ti que no llegues en 30 minutos porque yo te mato.

Una vez finalicé la llamada me di media vuelta y comencé a caminar de regreso a casa malhumorado, pero algo me impidió seguir mi andar…

Sentí como mi piel se erizaba, mis músculos se tensaban a la par que sentía mi cuerpo adormecerse mientras mi garganta se hacía un nudo y un olor magnífico llegaba a mi nariz cuál recorría todo mi cuerpo, estuve unos segundos en ese estado en cuanto sentí como el olor se hacía cada vez más cercano a mí a lo cual sin dudarlo comencé a seguir aquel aroma tan encantador.

Camine unos cuantos metros y pude ver a una chica sentada abajo de un árbol mientras veía su celular ella reía de vez en cuento, por alguna razón su sonrisa me causaba escalofríos y hacía iluminar mi mirada.

Me acerqué más a ella con completo sigilo para subirme en el árbol en el que ella se encontraba sentada y paralelamente comenzar a verla detenidamente, sentía que podía verla todo el tiempo sin aburrirme o cansarme.

¿Quién es esta chica tan jodidamente encantadora?

                             (Tina)

Al terminar de dar una media vuelta nerviosa y lenta me encontré con un chico arriba de un árbol mirándome fijamente con unos ojos verdes que brillaban más que la misma luna, traía una expresión seria y firme, pero a la vez suave, comencé a retroc...

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Al terminar de dar una media vuelta nerviosa y lenta me encontré con un chico arriba de un árbol mirándome fijamente con unos ojos verdes que brillaban más que la misma luna, traía una expresión seria y firme, pero a la vez suave, comencé a retroceder lentamente a lo cual él pareció darse cuenta por lo que bajo del árbol y caminó hacia mi dirección, él era alto y traía una vestimenta elegante la cual no excedía mucho, su cabello estaba peinado hacia atrás y su piel era extremadamente pálida que fácilmente podría perderse en un pedazo de papel blanco.

Comencé a retroceder más rápido sin dejar de verlo mientras sentía como los nervios comenzaban a invadirme en tiempo récord, aun así también había una sensación extraña como si raramente aquel me resultaba encantador, pero caí en cuenta de lo que pasaba y fue cuando recordé que él era un completo extraño en un bosque lejano a la ciudad... ¿Debería sentir miedo?

Aquel detuvo mi andar agarrándome la mano con una de las suyas y paralelamente con la otra agarrar mi rostro delicadamente, este me miraba fijamente y analizaba cada parte de mi rostro mientras yo no podía moverme debido al gran miedo que me acababa de invadir impidiéndome hacer algún tipo de movimiento.

Luego de que aquel extraño hubiera realizado un análisis completo a mi rostro, termino finalmente en mis ojos, los cuales al sentir su mirada fija se abrieron como dos platos. No sé cómo o en qué momento fue cuando perdí el control sobre mí haciendo que dejara caer mi cuerpo hacia atrás, pero el chico de ojos intimidantes actuó rápido sosteniendo mi cuerpo posicionando una de sus manos en mi cintura juntando nuestros cuerpos.

X: ¿Quién eres tú?



Gracias por leer, besos. 💋

Vampiros: A la luz de la Luna |Francisco Romero|Where stories live. Discover now