Parte Única

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Tammy se despertó de golpe por el sonido de manos aplaudiendo.

Ella se sentía más ligera, como si hubiera recibido el mejor masaje de su vida. Pero no lo tuvo, evidentemente, viendo como aún estaba en su estrecho dormitorio desplomada sobre su silla. Recuerdos de los últimos minutos volvieron a ella cuando su amigo Matt entro en su vista.

"Wow! Tenías razón! Me siento increíble!" Los ojos de Tammy se abrieron, probando sus extremidades. Ella se sintió como si cada hueso de su cuerpo hubiera estado roto y ahora estuviera reparado.

"Como si realmente hubieras tenido ocho horas de sueño, verdad?" La sonrisa contagiosa de Matt la infecto, causándole que le regresara la sonrisa.

Tammy había conocido a Matt en uno de los módulos núcleo (pobremente diseñado) de la universidad y se volvieron amigos rápido a pesar de las diferentes carreras. El trasfondo la ciencia de la comida de Tammy el conocimiento en psicología de Matt tenía poco que hacer con el módulo obligatorio de Estudios Asiáticos, así que pasaban la clase platicando en vez de escuchar.

Después de semanas de ver a Tammy con ojeras y escuchar sus quejas sobre no dormir suficiente de noche, Matt le hizo una oferta única. Él quería hipnotizarla, darle un buen sueño por una vez en su vida universitaria. Aunque inicialmente dudaba, ella sentía cariño por el ñoño de la psicología y accedió, ansiosa por sentirse energizada por una vez en su vida académica.

"Maldición, donde has estado toda mi vida? Realmente podías haberme ayudado durante esas noches en la secundaria..." Tammy se estiro, consciente del hecho que destacando sus pechos de tamaño respetable para Matt. Ella siempre había encontrado tierno a Matt con su cara infantil y figura delgada y él le había hecho un enorme favor en recuperar su más reciente energía, así que darle un pequeño espectáculo era solo una muestra de agradecimiento.

"Aprendiendo a hacer estas cosas, supongo." Matt se rio, intentando hacer lo mejor para no bajar sus ojos. Ellos estaban solos en su dormitorio por primera vez, y el parecía adorablemente autoconsciente como resultado.

"Fuiste un gran sujeto, sabes? Es perfectamente normal que te sientas increíble ahora mismo." Y tenía razón. Tan pronto como le dijo eso Tammy se sintió como si pudiera correr un maratón. Tenía una explosión de energía, el tipo que viene de vivir un estilo de vida saludable y no de 3 horas de sueño seguido de una pequeña sesión de hipnosis.

"Si! Lo se! No me di cuenta de lo mucho que la mente controla el cuerpo!" Ella grito, sintiéndose exuberante. Había un brillo de placer en ella, un cosquilleo recorrió su cuerpo. Matt se veía carismáticamente orgulloso de sí mismo mientras veía a Tammy estirarse, sintiéndose cómoda en su propia piel por primera vez.

"Apuesto que podrías tener una carrera como hipnoterapeuta o algo así! Si puedes hacer que todos tus clientes se sientan así de bien, serias rico en poco tiempo." Dijo Tammy, mirando al chico tierno en frente de ella. Él se sonrojo un poco por el cumplido, tímido por su peculiar habilidad que había resultado ser útil para ella.

"Gracias um, pero aun soy nuevo en la hipnosis, así que podría tener efectos secundarios raros en ti." Su voz estaba confundida, como preguntando direcciones en un país extranjero.

"Como qué?" Pregunto ella, girando un poco su cabeza. Tammy se sentía como una super modelo y no podía imaginar ninguna repercusión de esto.

"Bueno, por ejemplo, seria perfectamente normal si sientes que tu ropa te empieza a dar comezón. Si la mente y el cuerpo no están en armonía en cómo te deberías sentir, ese tipo de cosas podrían pasar."

Justo así, Tammy noto lo incomoda que era su ropa. Como si hormigas rojas hubieran reemplazado el algodón del que estaba hecha su ropa. La blusa que estaba usando era barata, pero nunca se había sentido así, como si estuviera siendo bombardeada por pequeñas picaduras de insecto. Pero Matt tenía razón, estaba sintiendo esos efectos secundarios. Sus shorts cortos ya no eran cómodos, de alguna forma transmutaron en ser hechos de la lana de peor calidad posible. Eso no era siquiera el inicio para hablar de su ropa interior, la cual la estaba royendo.

Perfectamente NormalWhere stories live. Discover now