-9-

33 3 0
                                    

/impresionantemente todos estaban en la puerta de la linda tienda de chocolates del joven Wonka, todos se preguntaban el que tenía de especial, su chocolate y su tienda, incluso el mismo Wonka, que era lo especial en el? Generaba solidaridad en el pueblo y unía al resto/

—Sueña ya...y cuenta diez..—comenzó a recitar en cancion el castaño a un señor mayor de la fila

/al abrirse las puertas, colores, luces, alegría y sobretodo chocolates por todos lados, un lugar lleno de vida, flores, árboles, corazones, pero claro, todo estaba hecho de chocolate literalmente. Al avanzar, el joven Wonka tomó la mano de Cia guiandola al camino de su tienda/

—Un mundo especial....a donde tu escapes—siguio cantando mientras hacia girar a su contraria a modo de baile clásico

/la pelinegra estaba tan hechizada por esos ojos verdosos que sentía que la canción era para ella, cada palabra que salía de la boca del chocolatero empezó a ser coherente para ella, y amaba tanto lo que el mostraba, lo que deslumbraba a la gente, y eso hacia que los ojos de la joven Jones tuvieran un brillo extraño al verlo/

—por las nubes caminar...—volvió a cantar pero esta vez le hizo señas a la pelinegra para que continúe a lo que ella se negó —se permite saborear...—dijo suavemente insistiendo a la chica que suspiro profundamente frente a él

—Algodón de azúcar...tiene?— canto tímidamente la pelinegra que de hecho, cantaba muy bonito

Wonka tenía la sonrisa más grande del mundo al escucharla —los paraguas hoy se abren!..—

—porque muy fuerte, va a llover...— canto menos tímida y tomó la mano del joven Wonka quien se al extendía

—Caramelos y chicles tambien— comenzó a lanzar un par de caramelos a las personas del pueblo y le extendió algunos a la joven a su lado para que lo ayude

—la tormenta menta trae...– sonrio levemente mirando al chocolatero y lanzó un puñado de caramelos

—Arcoiris de sabores...— continuo el castaño y se paro extendiendo la mano a  Jones haciendo una reverencia

—de colores es— finalizo con una sonrisa tomando su mano

/Willy de inmediato la tomó de la cintura para deslizarse por el árbol de chocolate y bajar cerca del resto del pueblo/

—un mundo especial...— cantaron al unisono mientras simulaban una especie de valls —a donde tu escapes...—

/al terminar la canción terminaron enfrentados como la última vez, pero en esta ocasión, Willy tenía su mano en la cintura de Cia y ella rodeando los hombros de él, sus miradas estaban fijas en los ojos del otro hasta que la pelinegra desvío su vista hacia atrás de Willy, donde en la ventana estaban observando su padre y el carte de chocolate, reunió toda su fuerza y se separo frenéticamente de Willy/

—yo...—Willy trato de hablar cuando la vio separarse de la nasa

—estuvo bien, fue divertido, que lindo, yey, jirafa?— balbuceo Cia como idiota mientras llevaba su mano a su propia frente

El joven Wonka soltó una risita sin poder dejar de verla con ojos de enamorado —estas bien?—

—Si...si lo estoy—suspiro y le dedico una sonrisa de labios para evitar todo el tema

/la pelinegra no tenía idea si había vivido el mejor momento de su vida o el más ridículo al cantar con el, pero se sintió bien, sentirse una niña, ser por fin una persona que quiere ser, era eso? Willy la ayudo a descubrirse indirectamente? Tal vez no quería ayudar al carte verdad? Pero ya era tarde, la trampa que habían puesto los del carte en los chocolates de Willy estaba dando efecto y todos se quejaban con enojo/

—muy bien todos, al parecer alguien envenenó el chocolate, no coman las flores— exclamó Willy pero al parecer eso solo enojo más a la gente

/de un momento a otro todos comenzaron a destruir y arruinar la tienda del joven chocolatero, su mirada estaba perdida tratando de frenar a la gente pero era casi imposible, sus ojos cristalizado a punto de llorar como si un niño perdiera su juguete. Toda esa escena le partió el corazón a la pelinegra que al ver todo en llamas tomó rápido a Willy del brazo/

—Willy hay que salir!—le grito la pelinegra y lo sacó rápido del lugar

/todo el lugar estaba hecho añicos, Noodle trataba de animarlo pero el resto le dijo que el joven Wonka necesitaba su tiempo. El estaba sentado, mirando el chocolate de su madre, perdido en sus pensamientos, y la pelinegra ya no lo pudo tolerar/

 El estaba sentado, mirando el chocolate de su madre, perdido en sus pensamientos, y la pelinegra ya no lo pudo tolerar/

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El chocolate no miente (Wonka Timothee)Where stories live. Discover now