Yuta en Kimetsu no Yaiba [Yuta x Demon Slayer]

Capitulo 17

Nunca pensé que llegaría a molestarme hasta este punto con Shinobu, ¿Desde cuándo mi hermana había tornado su comportamiento de esta manera? No la reconocía en lo absoluto, ¿Acaso no habíamos dejado este tema atrás? Por lo visto, no.

—Explicate —Dije con un tono de voz bastante enojado .

Ella me miraba con indiferencia, esos ojos Púrpuras me miraban con odio, ¿Que había hecho para que me mirara de esa manera?

—No hermana, eres tú la que debe explicarse de una vez por todas, me preguntaste aquella vez del porque el cambio en mi actitud, ¿No eres tú la que debe responder esa pregunta? —Me dijo de forma sarcástica, aún con esa mirada de odio.

—No hables con ese tono Shinobu, sabes que no me gusta que uses tu tono sarcástico conmigo —Dije.

—¿Enserio? No me digas, al parecer no soy la única que tiene quejas respecto a la otra.

La situación me parecía irritable, no quería seguir con esto, debia retirarme a una misión lo más pronto posible y de ninguna manera podía irme con una pelea.

—Lo que digas, debo irme. Cuando llegue a la finca hablaremos seriamente lo que pasó en la finca del patrón, sin mencionar que llevaste a Kanao contigo —Dije diciéndome hacia Kanao.

—¿Es lo único que vas a decir? —Pregunto molesta, aún así la ignoraba.

Shinobu no solo tenía la habilidad de hacerme feliz, mi hermanita también tenía la habilidad de ser la única persona en el mundo que logrará sacarme de quicio.

No podía caer en sus provocaciones.

—Kanao, ¿Estás bien? —Le pregunté a mi pequeña hermanita, la empezé a llamar así después de que se unio a la finca mariposa.

La agarre en mis brazos, arreglando un mechón de cabello que le cubría la cara y me di cuenta que estaba alterada. Algo que me sorprendió, nunca la había visto de esa manera, siempre estaba sería sin ningún expresión, sin embargo está vez hasta estaba sudando.

—Kanao —Dije un poco preocupada, con mis ojos ví su cuerpo, para asegurarme si tenía algo que la molestará. En un instante me di cuenta de la razón de su expresión.

Con delicadeza tome su manito, destapé el kimono que cubría su delicada muñeca y ví lo peor. Moretones intensos, la piel desgarrada como si se hubiera raspado con el suelo, era obvio quien era la culpable.

Kanao era una prodigio, aprendió la respiración de las flores como si nada, Pero aún así seguía siendo una pequeña niña que debía ser tratada con cariño y delicadeza.

Está vez se pasó de la raya.

—Explicame esto, shinobu —Dije molesta señalando la muñeca de Kanao.

Cuando me di la vuelta y le pedí explicaciones a shinobu note que su expresión no había cambiado, pero cuando vio lo que le mostraba por un instante creí ver qué se había preocupado, pero así mismo desapareció.