Culpa

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Al despertar al siguiente día, ella no estaba a mi lado.

Mi corazón ilusionado me hizo buscarla por toda la vivienda pero no demoré mucho al encontrar una nota.

"Gracias por no dejarme sola."

No hace falta firma para que reconozca su letra.

Pero lejos de lo que diga el estúpido papel, trato de entender que ha pasado, ¿Por qué se ha ido?¿Qué hice?

Mi celular suena en el escritorio y no dudo en tomarlo, con la esperanza de que sea ella.

La llamada se corta antes de que pueda contestar, sin embargo la pantalla me recibe con algo peor.

20 llamadas perdidas de papá

2 llamadas perdidas de mamá

5 mensajes de mamá

Mierda

Estoy jodida.

El camino es algo largo a pie pero me toca hacerlo ya que no tengo más dinero para tomar un taxi en este momento, no me he atrevido a revisar los mensajes o devolver la llamada y aunque mi preocupación se divide, cuando voy de camino al apartamento de mi padre lo único que pienso es en Ally.

Cuando llego al edificio me sorprende ver el carro de mi madre parqueado en la entrada. No me detengo analizar qué está pasando y solo decido entrar de una vez.

No es novedad que incluso antes de abrir la puerta pueda escuchar sus gritos

—¡ESTO ES TU CULPA!

—¿CÓMO VA A SER ESTO MI CULPA? FUISTE TU QUIEN NO TUVO LA DECENCIA DE AVISARME QUE NO REGRESARÍAS DE VIAJE

—¡SE LO INFORME A ELLA! ¡ELLA ES CONSCIENTE Y DEBIÓ HABERTE AVISADO!

—¡YO! YO SOY EL PADRE, EL ADULTO CON EL QUE DEBERÍAS HABERTE COMUNICAD...

Mi padre se detiene cuando escucha la puerta cerrarse, cosa que provoco intencionalmente para que paren.

Ambos voltean a verme y me veo en la necesidad de decir algo pero con poca capacidad de hacerlo.

Mi padre se abalanza a mi, rodeándome con sus brazos y de pronto comienzo a sentir aquella incómoda presión en el pecho.

—Estaba tan preocupado por ti Maeve...—susurra casi para sí mismo— ¿Dónde estabas? ¿Qué pasó?

Aquello lo ha dicho separándose de mí y cuando estoy apunto de responder me interrumpe mi madre

—¿Se puede saber qué te pasa? ¿Se puede saber por qué haces esto? ¡¿Por qué no le avisaste a tu padre?!

Me ha tomado por el brazo para que voltee a verla y es ahí donde me percato que en la sala del pequeño apartamento de padre también se encuentra Sergio.

—¿Es que has hecho todo este teatro para dejarme como la mala? Mirate como estas, en que has utilizado el dinero que te he enviado para comer, estas...

Antes de que continúe, se me escapa una risa histérica.

—No sé nada de ti desde hace meses mamá. Ni una llamada, ni un mensaje, nada —le digo acercándome a ella, pues estoy en este momento estoy dispuesta a soltarlo todo— Tienes la audacia, de venir a gritarme cuando lo último que tengo de ti es un papel de hace meses sobre un viaje con Sergio.

El silencio se ha adueñado de la escena y lamentablemente no estoy dispuesta a detenerme.

—¿Les has dicho ya a todos como me "informaste" que no regresarías? O ¿les has explicado porque tus supuestos viajes se alargan más de lo normal?

El color deja la piel de mi madre cuando digo eso, y aunque me muera por seguir desperdigando flechas. Me recuerdo que tengo que irme.
Me encamino hacia mi habitación para buscar unas cuantas cosas y cuando salgo de esta me encuentro con mi padre.

—Maeve creo que tenemos que conversar.

No lo ha dicho con enojo, sino más bien con preocupación. Pero ahora no tengo cabeza para lidiar con ello así que lo evito completamente.

—Tengo que ir a buscar a alguien , lo siento papá .

Trato de pasar la puerta, pero él me detiene nuevamente.

—Maeve —repite con mayor severidad— sé que te has estado escapando por las noches.

Cuando lo escucho decir eso dejo de poner resistencia, mi cabeza se queda completamente en blanco.

—Pensé que no era nada preocupante, que era algo casual, pero luego desapareciste y...—por un momento pareciera que busca las palabras que usar para explicarse, pero al final termina por decir— Tenemos que hablar

Como era de esperarse, siempre que me quedo sin algo que decir hago una de dos cosas. Huir o ponerme a la defensiva.

Y en esta ocasión terminé haciendo las dos.

Trato de caminar hasta la puerta principal pero la nueva discusión (o la misma que mis padres han dejado inconclusa antes no lo sé) retoma su camino, termino dando vuelta atrás.

—¡Tú no puedes controlar a tu hija!—grita por un lado mi madre—No has hecho más que malcriarla estos años.

—¡Hablas de ella como si fuera tu hija también!

Gritos vienen y gritos van, aunque tranquilamente podría irme ahora y probablemente no se den cuenta, solo puedo sentir como las lágrimas comienzan a salir.

El pecho se me comprime con más fuerza y es más complicado respirar. Cuando creo que estoy apunto de terminar de estallar siento la mano de Tammy en mi hombro.

—Se divorciaron porque querían evitar esto —empiezo a decirles—Por qué era lo más sano para todos ¿no?

Que saque el tema a flote parece servir para callarlos y aunque no era mi objetivo, lo agradezco.

—El problema fue que ambos tomaron diferentes caminos como si yo no hubiera estado en el medio de toda la situación.

Decirlo me duele pero nuevamente no me contengo.

—Nunca me negué a que cada uno hiciera su vida y continuará con lo que tenía que hacer, pero ustedes se olvidaron por completo de mi.

Con el dolor de mi alma y cuerpo, hago el esfuerzo de voltear hacia mi madre.

—Desde que se divorciaron no hay excusa que no encuentres para evitar convivir conmigo. Eso sin dejar de lado que cuando estas conmigo pareciera que mi presencia te molesta.

Sin más que decirle a ella me giro hacia mi padre.

—Y tu eres igual de culpable—reclaco con determinación— Te divorciaste de ella pretendiendo que me trataría diferente a como te trataba a ti pero no, en el fondo sabías que no.

Pienso en parar cuando veo que las lagrimas se acumulan en sus ojos.

—Tu fracasaste con ella, pero te diste por vencido con las dos. Y te conformaste a verme un par de días a la semana papá. Un par de días, cuando yo te necesitaba mucho más que eso.

No espero una respuesta de él, ni mucho menos de ella. Solo tomo mis cosas, y me voy del apartamento.

Al empezar la canciónWhere stories live. Discover now