SATORU POV
- Bien. Dime tus términos, princesa. - Estamos en el pequeño despacho de la nueva casa. Yūji está sentado frente a mí, y debo decir que no hay palabras para describir lo hermoso que se ve usando mi ropa. O la forma tan erótica en la que muestra su cuello con mis marcas. - Luego puedes pedir lo que sea que quieras para la boda. No pienso escatimar en lo que desees hacer. - agrego mientras enciendo un cigarrillo.
- Primero, deja de llamarme así. - su mirada es mordaz. - Segundo, detesto el olor a cigarrillo y es malo para los pulmones no solo tuyos sino para los que están a tu alrededor. - agita su mano intentando alejar el humo de su rostro. - Tercero, no pienso dejar mi trabajo, no voy a tirar todo mi esfuerzo, y eso no es negociable. Además, no quiero vivir en un pent-house, prefiero una casa, no muy ostentosa. Y no quiero guardaespaldas. - sentencia con lo último.
- La mayor parte de tus puntos son aceptables, pero el último, no sucederá. Como mi esposa y como un abogado que lidia con criminales, me temo, cariño, que no pienso ceder a que andes por ahí sin alguien que te cuide la espalda. - apago mi cigarrillo y apoyo los codos en el escritorio, y entrelazo mis dedos. - Continúa. - sonrío.
- Es por eso mismo que no quiero guardaespaldas, trato con criminales todo el tiempo y llevar a dos tipos escoltándome no dará una buena imagen y resta mi credibilidad y mi neutralidad como abogado. - respondo.
- Un guardaespaldas. Y el otro puede ser un guardia de seguridad en la firma. - digo y Yūji solo frunce el ceño. - no aceptaré menos que eso para tu seguridad. - cruza sus brazos frente a su pecho, sabiendo que tendrá que ceder.
- Bien. Uno, y el guardia, no más que eso. - suspira derrotado. No esperaba que las negociaciones fueran fáciles, pero parece que estamos de acuerdo en la mayoría de las cosas.
- ¿Cachorros? - un silencio un incómodo nos envuelve mientras nos miramos. Yūji mueve sus labios para hablar, pero se detiene. Parece analizar todos los posibles escenarios. - ¿Yūji? - llamo su atención.
- Máximo 3 cachorros y yo decidiré cuando los tendremos. - dice con cierto rubor cubriendo sus mejillas. - Discutiremos el método de crianza cuando sea el momento, pero si ellos deciden no dedicarse a tu negocio no te opondrás o seré yo quien te de una paliza. - amenaza hinchando su pecho.
- Ugh. Al menos uno de ellos deberá seguir con la tradición familiar y no discutiremos eso por ahora. - respondo poco complacido. Me relajo un poco y me apoyo en el respaldo de mi silla.
- Una cosa más, si algún día llegas oliendo a otro omega, te voy a cortar las bolas. - gruñe en advertencia.
- Me lastima que dudes de mi fidelidad. - digo llevando una mano a mi pecho, fingiendo sentirme ofendido, para efectos dramáticos.
- Idiota. - sonríe mientras acaricia su cuello.
- Hay muchos términos que pueden ser más halagadores para tu alfa. Como cariño, o amor, no me molestaría ninguno de esos. - sonrió y me pongo de pie.
- ¿Huh? En tus sueños. - Bufa. Rodeo el escritorio y me apoyo en este quedando justo frente a Yūji. - Ven. - le invito abriendo mis brazos. Sin oponerse se pone de pie y se acerca, dejándome envolverlo con mis brazos. - Mi madre te ayudará a planear la boda, dile lo que necesites y ella se encargará. - acaricio su mejilla y rozo nuestras narices.
- ¿Tienes idea de lo incomodo que será pedirle algo a tu madre después de lo que pasó esta mañana? - suspira y hunde su rostro en mi pecho.
- No te preocupes por eso. Fue su plan, lo soportará. Pero no me molesta que haya funcionado. - río al sentir suaves golpes contra mi pecho. Levanta su rostro solo para fulminarme con su mirada. Definitivamente con este tigrecito, el aburrimiento no será parte de nuestra rutina. - Mañana temprano saldremos hacia Yokohama. Le pediré a Suguru y a Sukuna que se muevan lo más cerca posible para que puedas verlos. Choso, y otros guardaespaldas te escoltarán mientras yo me encargo de otras cosas en la ciudad, así que no debe haber problemas. - asiente a las indicaciones y suspira.
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VOTOS MORTALES
FanfictionSatoru Gojō, un alfa dominante, e Itadori Yūji, un omega puro, fueron comprometidos desde jóvenes por acuerdo de sus familias. Sin embargo, en esta futura unión no existe el amor... Por ahora.