Capítulo 3

512 51 29
                                    

A la mañana siguiente, Terry salió con dirección al teatro, todos sus compañeros se encontraban ahí las conversaciones repentinamente se silenciaron a su entrada.

-¡Graham!- lo llamó repentinamente Oliver- Que gran susto debiste haber pasado, la providencia debe de estarte protegiendo unos minutos más y esas luces caían sobre ti.

-Asi es mi estimado Oliver- dijo Terry esbozando una sonrisa poco frecuente en el actor, provocando un gran desconcierto en todos los presentes, incluida Susana que escuchaba la conversación alejada del grupo actoral- es como volver a nacer.

Repentinamente, Terry cruzó la mirada con Susana, mar y cielo se miraban fijamente, con pasos decididos Terry se acercó a Susana.

-¿Has traído mi correspondencia?- preguntó tajantemente Terry.

Sin emitir palabra alguna, Susana sacó de su bolso un paquete de sobres rosados atados con una cinta, el rostro de Terry no pudo enmascarar su enojo al ver la correspondencia violada. Le quitó de las manos aquel paquete mientras con paso presuroso se dirigía a la puerta trasera del teatro que daba al callejón, dejándo tras de si a una temblorosa Susana.

Sentado en un escalón, Terry encendió un cigarrillo mientras leía aquellas cartas perdidas, emitiendo una pequeña sonrisa ante las aventuras de su pecosa en su papel como enfermera.

-¡Terry! Robert quiere hablar con todos nosotros-Mark interrumpió su lectura, para descontento de Terry- es con respecto a la caída de las luces, al parecer no fue un accidente. Alguien cortó las cuerdas que sostenían la luminaria.

Le relataba el parlanchín suplente, Terry frunció el ceño ante este nuevo giro. La luminaria nuevamente había sido puesta en su lugar, sobre el escenario se encontraba Robert acompañado de lo que parecían ser agentes de la policía y algunos de los inversionistas.

-Ya que estamos todos reunidos, es mi deber informarles que las investigaciones realizadas dieron como resultado que la caída de las luminarias fue premeditada, las cuerdas fueron rotas por alguien que al parecer quería dañar a los protagonistas- exclamó con dramatismo Robert, mientras un silencio sepulcral se apoderó del recinto.

- ¿Y como saben que era a nosotros a quienes querían dañar?- preguntó bastante serio Terry, mientras un ligero sudor perlaba la frente de Susana.

-Porque las luces son atadas de manera individual, la o las personas que premeditaron el ataque solo cortaron la cuerda de las lámparas pero al hacerlo también dañaron la cuerda que sostiene toda la barra principal que estaba en dónde se encuentran juntos en el escenario, si bien no descartamos que se podría tratar de un sabotaje a la obra en general no podemos dejar de lado esa otra opción señor Terrence Graham, o debo decir ¿Terrence Grandchester?- finalizó el agente policiaco mientras todos a su alrededor miraban el intercambio entre ambos hombres- además de que nos inclinamos más a esa opción dado el rango al que pertenece su familia y más ante la situación en la que se encuentra el Reino Unido.

Si bien Terry nunca había hablado de su origen, era obvio que era inglés lo que a todos consternaba era la actitud del agente de la policía.

- Si no me equivoco aquí falta la señorita Kleiss, si los rumores son ciertos ella hizo una rabieta debido a que quedó como suplente de la señorita Marlow- añadió uno de los inversionistas.

- ¡Oh, por dios! ¡Jamás pensé que su envidia llegara tan lejos!- exclamó con exagerado dramatismo Susana.

Todos de inmediato empezaron a rumorear y a consolar a una llorosa Susana.

-No lo creo, si mi memoria no me falla, ella abandonó los ensayos días antes de que se ajustaran las luminarias. Lo ideal sería mandar a llamar a Karen para aclarar esto- expresó Terry.

Una Nueva Oportunidad Where stories live. Discover now