Pervert Oppa [2 Hwang]

P

Hyunjin se removió entre las sábanas de su esponjosa y suave cama. Suspirando, abrió sus ojos lentamente y rogando a todo el puto mundo que Yeji estuviera a su lado.

Lamentablemente no fue así.

Eso logró despertarlo del todo, parpadeo seguido al hallarse solo. Miró por debajo de las sábanas, tenía puesto su pantalón de kumamon y por ende, su bóxer.

— ¡Maldición! ¡Solo fue un sueño!.

Hwang quiso llorar verdaderamente,
al final de cuentas, todo le salía al revés. Y pensó seriamente en que esto podía tratarse de una maleficio por ser tan descarado y pervertido con su compañera.

Dios, ¿por qué me castigas así?.

Queriendo tirarse del balcón, el
pálido chico se levantó dispuesto a darse una buena ducha con agua fría. Pues, despertar creyendo que habías tenido una increíble noche de sexo junto a la persona que le gusta, fue decepcionante, incluso para su orgullo de hombre.

A vagos pasos, sale de su habitación. ¿Cómo mierda miraría a Yeji después de soñar prácticamente con ella?. Bueno, no es que no lo haya hecho antes, sin embargo este había sido distinto y tan real a la vez. De seguro Yeji se reirá de él si llega a mencionarlo.

—Uh, ¿qué sucede?.

Yeji estaba preparando el desayuno cuando Yoongi apareció en la cocina. Su rostro demacrado y de mal humor, hicieron pensar a la castaña que no tuvo un buen dormir.

Y claro que no fue así.

—No me digas que, volviste a soñar con los monos vampiros o con la extinción de las fresas.—menciona al servir el café para ambos. —Ya te dije mil veces que eso no va a pasar, espero.—susurró lo último para si misma, sentándose frente a él.

—Fue más horripilante que eso, hasta me dan ganas de cortarme los testículos.

Yeji casi escupe su café ante esa respuesta.

—¿Tan grave es?.

Hyunjin asintió ocultando su rostro sobre el delicado mármol de la isla. Yeji mordía su labio ante el muerto viviente que tiene frente a ella. Estaba en un debate mental sobre si contarle o no el verdadero hecho que ocurrió entre ambos anoche.

Bah, sería mala por unas horas.

—Ya, es mejor que te sirvas tu desayuno y te prepares para ir a trabajar.—intenta animarlo. — Hyunjin... maldito, ¿te dormiste?.

El chico rubio simplemente acató a terminar su desayuno, quizás salir un poco, lograría despejar su decepcionada actitud. Yeji después de ello, no mencionó nada más y siendo totalmente simulada, trató de caminar bien al pasar por su lado.

Hyunjin no tuvo piedad con ella.

Le dio unos cuantos golpecitos en su espalda antes de irse a duchar.

—¿Qué hice para merecer este mal?.—se preguntó a si mismo.

No podía seguir pensando en eso ahora, necesitaba irse de allí lo antes posible para no seguir hundiéndose en su desgraciada miseria.

¿Qué tan jodido está por Hwang Yeji?.

Pues, hasta la pequeña uña de su dedo del pie.

Era por esa razón que necesitaba alejarse de ella.

Se iría.

[...]

Bangchan miraba a su amigo, desde
que Hyunjin ingresó por esa puerta que notó al pálido un poco raro. Ni siquiera había encendido su computadora o sacado sus cosas.