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sfw. trans woman!rascal coming out/self-exploration.
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Toda su vida creyó que lo que dictaba su documento de identificación era lo que tenía que ser y ya estaba, aunque Kwanghee siempre sintió en su corazón que algo no se sentía bien al leerlo. Muchas veces quiso vomitar después de ser tratado por horas como el hijo perfecto, por horas como un caballero, odiaba oírlo, incluso de niño sintió extraño cuando le llamaron príncipe en una obra, él quería ser la princesa, Kwanghee quería sentirse linda alguna vez, aunque sea sólo actuando, lo cual le negaron a pesar de su insistencia, y es un pensamiento que siempre cruzó por su cabeza: Quería sentirse linda como una mujer al menos una vez.
No tenía gente con la que hablar de esos pensamientos al día de hoy, recuerda que existió un momento donde comentó un día bebiendo, algo borracho sobre esas sensaciones raras que le daban cada que oía que le trataban repetitivamente como un hombre y su amiga le miró de una forma extraña, casi como si sintiera asco al oírlo hablar así, no entendía el porqué, o tal vez solo quería ignorarlo, de aquella reacción tan incómoda que significó que la chica se retirara poco tiempo después de ventilar sobre sus emociones, dejando a Kwanghee con una expresión confusa, pensando en que tal vez lo que sentía era algo muy malo y no llegaba a entenderlo del todo como el resto de personas lo hacían a su parecer. Todo eso llevó a querer ver por sí mismo y decidió afirmar su masculinidad, volviéndose un completo desagradable con la gente cuando era joven ¿Es esa la visión hacía la hombría? pensaba, pero suponía que así lo era, no había mejor forma de afirmar que tan hombre era que en aquellos foros de "incels" aunque no compartiera nada en común con ellos, aunque les desagradan como eran, aunque le consumía la idea de estar ahí y le desagrada mucho más el verse involucrado en eso, quería creer que así lograría sentirse un hombre más del montón, pero una parte que intentó acallar siempre, esa voz irritante, le dijo que no era un hombre tantas veces, y supo que en algún momento debía aceptarlo pero ese momento no era ese.
Kwanghee avanzó con su vida sintiendo que algo le carcomía la piel poco a poco, como si quisiera salir de él rompiendo su pecho, como si un espíritu dentro suyo le poseyera y conviviera con él. Cada que socializaba con una chica se sentía raro al ser llamado con esos honoríficos, "oppa" se sentía tan fuera de lugar que molestaba más de lo que debería, Kwanghee quería ser parte del círculo de ellas, quería lucir como ellas y cada que pensaba en eso quería vomitar y morir ahí mismo, y crecer, el volverse autónomo y todo lo demás fue peor para él con la constante batalla mental que sostenía su cuerpo, sumando que desde que llegó al mundo de los esports eso lo hizo increíblemente peor, porque intentar dejar sus emociones y liberarse no era una opción, aunque estuviera bajo el apodo de RASCAL y solo fuera un sujeto que jugaba un rol dentro del juego, para el resto él seguiría siendo un hombre, algo que no solo era horrible al pensarlo y fijarse en como el resto lo veía, se sentía asqueroso a su vez. Pasó tantos años consumiéndose a sí mismo con esas menciones y sensaciones hasta que un día fue encontrado por el pequeño soporte de DRX y su gran amigo, el cual quería prácticamente como a un hijo, Minseok. El chico tenía acceso a su casa, siempre solía escabullirse a dormir en su cama cuando quería y como cualquier otro día normal del pequeño demonio, entró tan rápido a la habitación a comentarle algo que le había pasado con una expresión super feliz que ni siquiera tuvo tiempo de escuchar los sollozos de Kwanghee hasta que estuvo dentro del lugar, lo que hizo que su sonrisa se borrara rápidamente al verle en ese estado, entrando un poco en pánico.
