Miedoso

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El farol de la calle los alumbraba con una luz algo opaca, se encontraban sentados en una banca de la calle de la casa de Christopher  pues le pidió que hablaran, esa sería una gran oportunidad para intentar cerrar ese ciclo y decir gracias a todo como fue y si a todo como es.

-       Me costó mucho saber dónde vivías, pero ahora que ya te dije lo que te tenía que decir y espero que me perdones no te volveré a molestar

-       Espera – lo miro -¿Por qué? – no termino de decir la frase pero resulto muy obvio que la pregunta era porque me molestabas , porque me odiabas

-       No me siento feliz de decirte eso pero creo que estaba celoso de ti

-       ¿De qué? Yo no tenía nada, ni siquiera amigos

Carlos no respondió y continuo su camino, la respuesta que se hizo muchas veces la sabia por fin aunque no la entendía, como le dijo a Carlos sus padres nunca tuvieron dinero de mas como para comprarles cosas bonitas de que presumir, sus compañeros se alegaron de él y estuvo por mucho tiempo solo, y era estúpido pensar que un niño estuviera celoso de su físico pues en ese entonces era un simple niño y ¿Quién a esa edad se fijaba en eso? Al menos Christopher no recordaba tener esa conciencia.

Regreso a la fiesta, sus amigos seguían divirtiéndose y en ese momento se dirigió a la bebidas y tomo del tequila que Jorge  había llevado y se lo tomo sin más ni menos, sintió como raspaba su garganta y caía en su estómago, si hubiera podido hacer un brindis lo hubiera hecho por Carlos y las razones estúpidas de ignorar una amistad porque el recordaba que antes de que lo molestara deseaba ser su amigo.

-       ¿Quieres otro? - Dijo Jorge

-       Si

Jorge se lo preparo y en el momento en el que se lo entrego le paso un limón con sal para que primero lo chupara y eso hizo.

-       ¿Dónde estuviste?

-       Es imposible esconderte algo

-       Eso ya lo sabes

-       Era un viejo compañero

Fue todo lo que le conto sobre Carlos porque continuaron bebiendo pero a salud de Christopher que en esa fiesta les conto que tendría un viaje al extranjero, todos se emocionaron cuando se enteraron y sobre todo porque era Francia, unos le reclamaron que no les hubiera dicho antes pero los calmo diciendo que no tenía mucho que sabía de la noticia,  claro que Denisse les comentaba sus chistosos  planes de cómo iba a meterse a una maletas para que la llevara. Hasta que se hizo una hora considerablemente tarde  los chicos se retiraron, y su madre llego  unos minutos después  de casa de su amiga Estela.

-       ¿Qué tal estuvo la fiesta?

-       Muy bien

-       Si quieres puedes limpiar mañana, vete a descansar

Christopher tenía la ligera sospecha de que su madre sabía que había bebido alcohol era de ley que las madres supieran ese tipo de cosas de sus hijos  y agradecía que no se enojara o le reprochara y eso lo hizo sentir mal.

-       Gracias madre

Christopher se dirigió a su recamara un poco mareado y se acostó en su cama boca arriba mirando el techo y se preguntaba qué demonios estaba pasando, de repente todo comenzó a dar vueltas y sintió esa sensación de algo acido recorrer su estómago hasta llegar esa sensación conocida a su garganta y tuvo que correr al baño a vomitar, esperando que su madre no lo escuchara, sintió un gran alivio después de que devolviera el estómago y se lavó la cara y se cepillo los dientes para después un poco arrastras llegar de nuevo a su recamara, quizás por eso se despertó con las piernas en dirección a la cabecera y con solo una sábana.

Sintió un dolor de cabeza pero leve y en cuando estuvo listo salió a recoger como había quedado con su madre afortunadamente tenía el tommo que estaba haciendo casi todo eso le estaba ahorrando mucho tiempo que en ese momento era un más valioso.

-       Vete ya o vas a llegar tarde

-       No te preocupes madre, ya casi termino

Su madre se fue a trabajar mientras el terminaba de recoger, estaba a contratiempo y tenía que alistarse para irse a la escuela fue todo un milagro que llegara a tiempo y esperaba sentarse en el salón a tomar aire. Aunque llegando Uriel los reunió 

-       Encontré esto en la mochila de chiris – dijo con una hoja de libreta en la mano que decía Miedoso

-       ¿Chiris te lo mostro?

-       No

-       Entonces ¿Cómo sabes el contenido de esa nota?

Uriel no contestaba signo de que realmente hurgo las cosas de Chiris, a Christopher eso no le pareció bien, entendía que estuviera preocupado por él, pero ya era demasiado hurgarle la mochila afortunadamente en las semanas que tenían cuidándolo no vieron ni escucharon cosas extrañas entonces pensó que no había necesidad.

-       Bueno si la nota dice simplemente que es un miedoso cabe la posibilidad que lo escribieran antes de que nosotros lo comenzáramos a proteger

-       Eso es cierto pero ¿Cómo saber eso?

Eso era un gran problema porque no podían llegar y simplemente decirle que Uriel había encontrado esa nota en su mochila, quizás podía enojarse y alegarse de ellos, estaba en su derecho.

-       No nos queda más que seguir protegiéndolo

Uriel con la cara de molesto se fue sin decir nada pues realmente sentía que esa información que había obtenido entonces no sirvió para nada y lo que él quería era que las cosas mejoraran, pensaba que sus amigos no miraban las cosas como él aunque no era de esa forma pues Christopher sufría con lo que le pasaba a Chiris pero igual como cuando él vivió en carne propia el bullying no sabía qué hacer y se sentía tan tonto que a pesar de su edad aun no sabía cómo parar  el abuso deseaba tener una varita mágica que le permitirá eliminar las cosas feas del mundo.

El resto del día Uriel estuvo serio, hasta pensativo y eso le preocupo a Christopher por lo que decidió que cuando terminaran las clases hablaría con  Chiris y esperaba que le dijera algo para ayudarlo y que Uriel no se preocupara más.

Por eso fue que le pidió a Maryam, que era a la que le tocaba llevarlo a casa hacerlo por ella porque tenía que platicar, no puso ninguna objeción y los dos se fueron, llevaban en carretera unos segundos pero no podía iniciar la conversación hasta que se llenó de valor.

-       Chiris, sabias que yo sufrí bullying – y era  la primera vez que decía esa palabra que le pareció que no era el quien lo dijo, sintió la mirada de Chiris en el parecía estar asombrado de esa confesión.

-       No lo sabía y lo lamento

-       Eso tiene mucho tiempo pero sabes a mí me hubiera gustado tener amigos que me ayudaran a no pasarla tan mal, pero los niños eso son y creo que tenían más miedo excepto Blanca ella siempre fue valiente aunque lamentablemente me di cuenta muy tarde – los ojos se le comenzaron a llenar de agua cuando recordó a Blanca pero respiro fuerte y se controló.

-       Agradezco que ustedes me apoyen y lamento lo que están viviendo conmigo

-       Al menos quisiéramos saber porque estamos viviendo esto contigo, sobre todo lo necesita saberlo Uriel , quiere saber que todo está bien

-       ¿Uriel? ¿Qué pasa con Uriel?

Por un momento se quedó pensando en que decirle, no quería hablar de más y aunque no sabía lo que pasaba entre ellos, era claro para el que Uriel estaba interesado de otra forma por Chiris o al menos esa sensación le daba.

-       Nada

Pero Chiris seguía mirándolo lo podía notar aunque la vista la tuviera en frente pero afortunadamente llegaron a la casa y Chiris se bajó solamente diciendo

-       Hablare con Uriel

Eso era lo que quería y esperaba que  Uriel no se molestara  pero eso lo sabría hasta el día siguiente que lo viera en la escuela por lo pronto tenía otros asuntos porque preocuparse.

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