Pt. 19

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Después de que el doctor Choi obligara a Yeonjun a abandonar Corea, él se encontró en un avión rumbo a Francia. El zumbido de los motores y la monotonía del vuelo no lograban distraerlo de un solo pensamiento: Beomgyu El recuerdo de su sonrisa, la forma en que sus ojos se iluminaban al hablar y la calidez de su abrazo lo atormentaban durante las horas interminables.

El avión aterrizó en París, y Yeonjun salió al aire fresco de la ciudad. Sus pies tocaban el suelo francés, pero su mente seguía enredada en los recuerdos de Beomgyu. El primer pensamiento que cruzó su mente al pisar paris no fue sobre la Torre Eiffel o los cafés encantadores; fue Beomgyu. El corazón de Yeonjun latía con una mezcla de emoción y ansiedad. ¿Cómo estaría Beomgyu?

Caminó por las calles adoquinadas de Montmartre, los edificios antiguos y las acogedoras cafeterías. Pero en cada esquina, en cada rincón, estaba Beomgyu. Las luces de la ciudad se reflejaban en los escaparates de las tiendas, y Yeonjun imaginaba a Beomgyu sonriendo en el cristal.

Tomó un taxi hacia el Sena, y mientras atravesaba los puentes, su mente seguía enredada en Beomgyu. El destino que hubiera deseado era simple: Beomgyu.

No importaba si era un café, un parque o la cima de la Torre Eiffel; solo quería estar con él. El conductor del taxi le hablaba en francés, pero Yeonjun apenas escuchaba. Su corazón latía al ritmo de las ruedas del taxi, y su mente estaba en otro lugar.

Habían pasado apenas dos días desde que se separaron, pero para Yeonjun, cada segundo sin Beomgyu era una eternidad. Recordaba la última vez que se vieron, la frialdad que tuvo que fingir y las mentiras que dijo lo atormentaban, deseaba tener tanto poder para poder rescatar a Beomgyu.

El taxi se detuvo frente a un pequeño café en la orilla del Sena. Yeonjun pagó al conductor y salió del auto. El aroma del café y el sonido del río llenaron sus sentidos, pero todo lo que podía pensar era en Beomgyu. Se sentó en una mesa junto a la ventana, mirando el agua que fluía. Las luces de la ciudad se reflejaban en el río, y Yeonjun imaginó que eran los ojos de Beomgyu mirándolo desde lejos, todo en lo que pensaba era en el, Beomgyu era su todo.

Tomó su teléfono y trató de encenderlo para enviar un mensaje a Taehyun, para avisarle que ya estaba en París. Pero el teléfono permaneció oscuro, sin vida. En ese momento, Yeonjun sintió un nudo en la garganta. Tal vez era una señal. Quizás era lo mejor alejarse completamente de todo, incluso de las personas que conocía. El corazón roto de Beomgyu aún latía en su memoria, y Yeonjun se preguntó cuanto tiempo le tomaría sanar.

Miró por la ventana, viendo las luces de la ciudad reflejadas en el río. El agua seguía fluyendo, y Yeonjun también necesitaba seguir adelante. Sin mensajes, sin llamadas, sin mirar atrás. Solo él y la ciudad de París.

Los días pasaban y Yeonjun se decidió a buscar un departamento para vivir, después de todo estaría en paris indefinidamente y mientras eso pasaba su mente se mantenia ocupada, evitándose recuerdos dolorosos.

Los días pasaban y Yeonjun se decidió a buscar un departamento para vivir, después de todo estaría en paris indefinidamente y mientras eso pasaba su mente se mantenia ocupada, evitándose recuerdos dolorosos

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El espacio entre tu y yo [YEONGYU AU]Where stories live. Discover now