Capítulo 2

23 2 1
                                    

Hoy es mi primer día en Sunshine, la empresa que comenzó siendo una inmobiliaria, pero que se ha expandido a varias áreas comerciales; convirtiéndose en una de las más conocidas en Washington. Es así que ya tiene una sucursal en Londres desde hace dos años, donde me nombraron vicepresidenta encargada por un tiempo. A penas me había graduado de mi especialización, pero mis sobresalientes en la universidad y posterior postgrado, hicieron que el comité de la empresa me diera tal cargo.

No puedo negar que hice un muy buen trabajo; desde el primer día confié en mí y en mi equipo de trabajo. En Londres gané el premio a la Empresaria más joven del año, por mi gran labor en London Sunshine. Cuando Roger me llamó diciéndome que tenía el cargo, no podía creerlo. Ese día lloré y reí al mismo tiempo. ¡Me estaban dando la oportunidad de oro! No podía rechazarla ni pensar que no podía con esa gran responsabilidad. Había estudiado para ejercer una empresa, y eso era lo que iba a hacer.

Ahora estoy aquí, en mi lugar de nacimiento, en la ciudad que me vio crecer, llena de esperanza, entusiasmo y emoción por comenzar a trabajar en la empresa de mi cuñado. Muchos piensan que mi puesto fue dado por ser la cuñada del presidente, por una parte es así –no puedo mentir–, pero al mismo tiempo, es por mi gran trabajo y esfuerzo, soy buena en lo que hago. Los negocios se convirtieron en mi estilo de vida, en algo que me apasiona y me meto de lleno.

El reloj marca las siete y media de la mañana, aún tengo tiempo de arreglarme y llegar temprano. Lo mejor que hizo Roger fue haberme encontrado un apartamento cercano a la empresa. Eligió una buena zona, a pesar de que solo llevo viviendo aquí dos días, me parece que está bien. Además, el balcón da a una vista preciosa de la ciudad.

Ayer fui a visitar a mi hermana y mis sobrinos, ¡están tan hermosos y grandes! Lola estaba feliz de verme, y no podía creer que haya vuelto. Le aseguré que serán pocos meses, pero ella ignoró mi comentario y siguió hablando sin parar. Mis niños estaban felices de verme, decían que me extrañaban. Ya Leah se siente un poco mejor, el dolor de garganta aún lo tiene, pero no tenía fiebre. Pasamos un domingo muy bonito, comí en su gran casa y jugué con los pequeños. Lucas está muy guapo, y Lily está creciendo muy rápido.

El tono de llamada de mi teléfono me hace espabilar, lo busco rápidamente por el apartamento y lo encuentro en la encimera de la cocina. Veo la pantalla, sonrío al ver quién es.

— ¡Buenos días! —saluda una enérgica Lola, no ha perdido eso con los años. Siempre me hace bien hablar con ella—. ¿Cómo amaneció mi pequeña? ¡Hoy es tu primer día en Sunshine!

Me comienzo a reír.

—Suenas como si fuera mi primer día de escuela, querida hermana —me burlo, ella resopla—, pero estoy feliz de que me llames. Estoy bien, ¿cómo están ustedes?

— ¿En qué momento mi divertida Leslie se volvió tan amargada?

— ¡No soy amargada! —replico, asombrada por lo que dijo. Ella se empieza a reír—. ¿Te estás burlando de mí, Lola?

—Por supuesto. ¡Sé que sigues siendo divertida! Solo que... has crecido, ¿vale? —Se escucha como si estuviera haciendo un mohín—. Siempre serás mi pequeña Leslie, pero ahora debo verte como toda una mujer que será una ficha importante para los negocios de la empresa.

Mi hermana después de sus tres embarazos es más sentimental de lo normal. Su vena maternal la utiliza hasta conmigo. Aun así, es mi familia, la amo a toneladas y sin ella no sería nada.

—Estoy muy orgullosa de ti, Les —finaliza su discurso. Sus palabras hacen nublar mis ojos, sí que traspasa su sentimentalismo—. ¿Te busco para que lleguemos juntas a la empresa?

NO DIGAS NADA Y CONÓCEMENơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ