Capítulo 4: Emboscada

27 1 0
                                    

Después de que el hombre gritó con ira, Cáliban comenzó a recordar.

«Yo conozco a este hombre, o más bien, lo vi en los recuerdos del anterior dueño del cuerpo»

Su nombre era Carlos Stein, lo conocía bien debido a que su hijo, Erick Stein, no desperdiciaba ni un solo momento para alardear sobre la posición de su padre en la villa de Marcus, también en sus ratos libres molestaba a Mika'el por ser pobre y huérfano, golpeándolo en más de una ocasión o llamando a sus amigos para que pudieran burlarse de él en público, actualmente, Carlos había perdido su trabajo junto con sus activos debido al ataque a la villa de Marcus, un destino más que merecido para un hombre con codicia extrema como él, no pensaba dos veces en extorsionar a personas inocentes si eso le generaba ganancias o el favor de su jefe.

Su nombre era Carlos Stein, lo conocía bien debido a que su hijo, Erick Stein, no desperdiciaba ni un solo momento para alardear sobre la posición de su padre en la villa de Marcus, también en sus ratos libres molestaba a Mika'el por ser pobre y h...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Ese niño no es más que un muerto de hambre!, estoy seguro de que no tiene dinero para pagar comida, mucho menos para ir a una biblioteca, ¿Qué clase de conocimientos tendría? ¡Exijo que se haga justicia!, ¡Ese lugar le pertenece a mi hijo! —Su rostro reflejaba una envidia extrema, así como un poco de ira

Entonces todo cobró sentido, no estaba molesto porque un pobre estaba entre los primeros puestos sino porque Cáliban le había quitado el lugar entre los 10 postulantes a su hijo, volteo a ver el cartel con los nombres de los aprobados, Erick Stein estaba en el puesto número 11, lógicamente estaría entre los primeros 10 si no fuera por él, sin embargo, eso no podría importar menos, Cáliban se había ganado justamente su lugar entre los primeros.

El guardia caminó hacia Stein, lo miro a los ojos con determinación, mientras agarraba cuidadosamente el mango de la espada, sin desenfundar todavía, pero preparado para hacerlo, exclamó:

—¿Desde cuándo se necesita tener prestigio y dinero para recibir educación? ¿No era una de las leyes de su majestad, que la gente con escasos recursos también tuviera acceso a las escuelas?, ¡¿Quién eres tú para desmeritar el logro de este joven?!, ¿Acaso crees que el rey se equivoca en darle la oportunidad de aprender de todo a las personas que no pueden pagarlas? ¡Debería contarte la cabeza por insultar a su majestad, William Van Saint!

—¡No señor! No me refiero a que el rey se equivoque, lo que quiero decir es que... ¡Es posible que ese joven haya hecho trampa! ¡Sí! Él trabaja de mochilero, no asiste a ninguna escuela, no creo que alguien como él deba estar en el puesto 1 —dijo con un tono más respetuoso

—Entiendo tu punto, pero me temo que eso tampoco es posible...

El guardia alejo su mano de la espada y tomo una actitud más calmada

—¿Por qué buen señor?

—¡La razón por la que los exámenes tardan en llegar y hacerse, no es porque sean difíciles, sino porque son hechizados con un encantamiento anti-trampas, por lo cual es imposible que un joven que aún no despierta su núcleo sea capaz de realizar trampas, e incluso si lo fuera, los exámenes son encantados por el director de la escuela en persona, sería muy estúpido creer que este joven pueda romper sus encantamientos!

El Camino del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora