Dos Imperios

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Capítulo 2

Había pasado una semana desde su encuentro con aquel chico, durante todos esos días el mismo sueño se ha repetido una y otra vez, sin cambiar ni un solo momento, su cuerpo en ese sueño actuaba por sí solo, aunque intentará irse este se negaba.

Justo ahora se encontraba sentado frente a su padre tomando el desayuno, le ponía mermelada a su pan mientras escuchaba a su padre hablar de Dios sabrá que cosa, hasta que fue interrumpido por uno de sus hombres entrando por el lugar.

- Señor, acaban de encontrar al hombre que envió cerca del río, según los doctores fueron al rededor de 20 puñaladas

- Demonios, pero que niño tan sádico - expresa con desinterés el eslavo mayor - muy bien se ve que no puedo enviar más chicos. Iré yo esta vez

- padre, no creo que eso sea buena idea. Cuando le dije que UK todavía tenia puntos no bromeaba, además sobrevivió por ese hombre

- UK tuvo su tiempo pero es obvio que ya terminó. Iré por la tarde

- padre. Insisto, no quisiera insultarlo pero usted es un viejo queriendo pelear con un joven

- ¿entonces que sugieres? Me das problemas pero no soluciones

- Podría ir yo

Tanto el jefe como el empleado que todavía estaba dentro de esa área arquearon sus cejas con sorpresa.

-¿y porque tan convencido de que no iras a parar frente al río con 20 puñaladas?

- Soy de su edad. De seguro podremos hablar antes de que eso suceda. En todo caso, debo ir yo solo, a menos que quieras que tu personal se recorte

- Procura llegar vivo aquí ¿quieres? Eres mi único hijo, no quisiera perderte

Era extraño escuchar esa clase de palabras por su parte, pero agradecía que al menos se tomará unos momentos para hacerlo. Sólo le tomo un pequeño lapso de tiempo para poder alistarse, no quería entrar nuevamente en traje a ese lugar, así que eligió un conjunto sencillo, un pantalón negro y un suéter beige, el auto lo acompaño hasta la entrada de dicha zona, desde ese punto ya estaría solo.

Mientras caminaba podía notar varias miradas sobre si, era obvio, no pertenecía a ese lugar, cualquier persona que luzca extraña fácilmente puede ser una amenaza para ellos. Llego nuevamente a las canchas de ayer, y ahí estaba nuevamente el chico fumando cigarrillo, la diferencia es que se encontraba solo.

- No creí que de verdad fueras a venir nuevamente ¿Viniste a dejarme la amenaza de "papi"?

- Alguien me dijo que tendría una escusa para venir si traía esto - levanta el encendedor

El alemán ríe suavemente, levantando su mano para alcanzar aquel objeto, el cual le fue negado rotundamente por ese chico.

- ¿Que? ¿Me vas a robar mi encendedor?

- Si te lo doy ya no tendré una razón válida para venir ¿cierto corazón?

- Bien, bien, tienes un punto. Y... ¿yo no tengo derecho a tener algo también, lindura?

Sus labios formaron una pequeña sonrisa; en sus manos siempre llevaba dos anillos en cada dedo, tomo su favorito deslizándolo suavemente. Tomo la mano del alemán y coloco el anillo en el dedo anular.

- ¿Que? ¿Me estas proponiendo matrimonio? - pregunta sonriente y con ironía viendo el anillo que le acaban de dar - este anillo fácilmente puede costar lo de una casa

Quedo viendo un rato más el anillo entre sus dedos, al no escuchar más diálogos levantó su vista notando que el eslavo lo miraba fijamente. Arqueo una ceja pues parecía que estaba esperando algo.

Una vez más Donde viven las historias. Descúbrelo ahora