Capítulo III

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Dean Xiao sentía ardor en muchas zonas de su cuerpo; fue cuando se quiso rascar la cadera que notó lo amoratado que estaba y abrió los ojos mientras emitía un quejido de dolor. Se halló en una bañera, en casa de Reagan, pero, ¿cómo no se había dado cuenta de que lo movieron hasta ahí? Además sentía que llevaba un rato en el agua, ¿qué tan mal había estado la noche anterior?

Dean contuvo el aliento.

Tenía marcas de dientes, en especial en el abdomen y el cuello, y como su piel era especialmente delicada, las marcas de dedos no quedaban en eso, se habían convertido en moretones horribles que dolían con el mínimo roce o movimiento.

La puerta se abrió. Reagan lucía impecable, con su aburrida ropa normal, pantalón marrón y un suéter gris, que hacía lo posible por disimular su bien dotado cuerpo.

Oh, Dios. Dean enrojeció completamente cuando el mayor se acuclilló al lado de la tina, con una toalla en mano. La expresión de Reagan James era extraña, parecía arrepentirse de algo, pero aun así se veía muy tranquilo, es decir, había sucedido. Finalmente. Reagan lo había follado y por una mierda, apenas recordaba, pero lo adolorido que estaba dejaba en evidencia que sin duda lo había disfrutado.

Reagan le había dicho que no le agradaba la idea de tener sexo con él estando inconsciente, por eso el arrepentimiento y la duda reflejadas en sus facciones. A Dean no podía importarle menos. Su cuerpo ahora era la viva expresión de lo diferente que podía ser Reagan James fuera del ámbito cotidiano; lo había follado duro y sin nada de cuidado. ¿Cuántos orgasmos habrá sido?

Dean se juró que se mantendría sobrio para que la próxima vez se grabara con detalle en su memoria, porque no había duda de que habría una segunda vez, y una tercera, y miles más; Reagan le atraía y podía jurar que era recíproco, por más reacio que se mostrase. Su autocontrol había terminado la noche anterior y despedazarla cada vez que quisiera no supondría un gran reto para el joven.

━Lo siento ━formuló Reagan evadiendo mirar al rubio. Doblaba y desdoblaba la toalla en sus manos, por ocuparse en algo. Dean se mordió el labio.

━¿Por qué?

━No estuvo... no estuvo bien.

El menor se tocó los labios, pensativo, después se inclinó sobre la bañera, hacia Reagan, e hizo amago de tomar la toalla, pero se quedó acariciando las grandes manos del mayor. Eran ridículamente fuertes y él mejor que nadie podía afirmarlo, porque las había tenido sobre él, y lo deseaba de nuevo. Reagan se tensó por completo, pero no se movió ante la cercanía de Dean y su descarado toque, que se extendió por sus tonificados brazos y en algún momento ya había rodeado su cuello y lo estaba besando, siendo correspondido sin demora, pero con lentitud, con afecto y suavidad.

━¿Lo hice bien anoche? ━inquirió Dean cuando se tomaron un respiro. Reagan desvió la mirada de nuevo━. Hey, mírame ━dijo deslizando sus manos bajo la ropa de Reagan, palpó su duro abdomen y lo acercó más a él━. Fóllame otra vez ━le pidió y entonces el mayor dejó de esquivarlo, pero lucía alarmado.

━No ━aseveró.

━Pero... ━Dean esbozó un exagerado mohín━, ¿eso quiere decir que no lo hice bien?

Reagan no podía soportar verlo así. Sus ojos rasgados, cubiertos por unas pestañas oscuras y demasiado largas, brillaban por algo más que el agua de la bañera. Se incorporó, tomó por los hombros al chico para sacarlo de la bañera y lo cubrió con la toalla, ignorando su semblante molesto.

━¿Y tus sábanas?━preguntó apenas regresaron a la habitación, extrañado ante la ausencia de los artículos mencionados.

━Derramé... yo derramé vino aquí ━murmuró Reagan. Estaba nervioso, pero el chico rubio no puso en duda sus palabras, porque Reagan siempre lucía nervioso y titubeaba en su presencia.

Dean vistió ropa del mayor, porque la suya supuestamente había sido lavada; pensó que se debía a su obsesión de que todo estuviera limpio, no iba a ocurrírsele que su ropa fue manchada con sangre y Reagan había tenido que incinerarla al ver que no perdía el tono rojizo.

Apenas Dean se quedó dormido sobre su pecho luego del sexo, Reagan había resuelto que tenía que escabullirse y limpiar todo, cada rincón, desde la cocina hasta su cuarto. Aseó al propio Dean cuando éste dormía, incapaz de ser perturbado por los ruidos o movimientos alrededor. Esconder los cuerpos había sido difícil y le asustó lo que estaba haciendo en algún momento, pero no se detuvo. Eventualmente algo así sucedería.

━¿Vas a remodelar? ━preguntó Dean observando a su alrededor; la alfombra no estaba, incluso aquella que cubría las escaleras, ni siquiera las fundas de los sillones.

━Lo estaba pensando ━respondió Reagan━, pero... aún no lo sé.

━Mmh ━murmuró Dean dejándose caer sobre una de las sillas de madera de la cocina━, ¿quieres que te ayude?━mencionó, más por inercia que otra cosa. Reagan vaciló, como siempre lo hacía.

━Si... si gustas.

De los labios de Dean fue tirándose una pequeña sonrisa.

━¿Me darías algo a cambio?

Reagan le dio la espalda para servirse agua en un vaso, cerró los ojos y suspiró despacio; no podía, no debía, simplemente...

━No creo que tengas mal gusto ━siguió hablando el rubio, su tono se suavizaba, listo para tornarse sugestivo, de nuevo, en cualquier momento━, pero siento que no te empeñas mucho en eso de decorar. Estoy seguro de que yo haría un buen trabajo.

━Sé que podrías ━susurró Reagan, incapaz de girarse hacia el menor.

━Sólo tienes que motivarme... ¿qué tiene tu mano? ━exclamó poniéndose de pie y acercándose a él con rapidez. No había reparado en que una de sus manos estaba vendada y la tela blanca tenía manchas rojas.

━No es... no es nada ━se apresuró a decir esquivando tanto la mirada como las manos del menor, deseosas por verificar si realmente no era nada grave; los fragmentos de la botella de vino le habían hecho un par de cortes━. Tengo que trabajar.

━Tú eres el jefe ━repuso Dean, mientras intentaba tomar la mano vendada de Reagan, y si bien a aquél no le costaba nada evitar que la alcanzara, no podía suprimir los nervios━. ¿No puedes retrasarte un poco? O mejor, ni siquiera ir... Eres el propietario, por Dios.

━Eso no detiene los reproches de Tyler ━replicó Reagan, habiéndose forzado a relajarse un poco.

━Tyler, Tyler, ¿qué importa Tyler?━murmuró Dean rodando los ojos. Había alzado sus brazos intentando tomar la mano del castaño, pero siendo muy bajo para él, se le ocurrió algo.

Empezó a descender su toque por los brazos de Reagan, su torso, sus caderas, hasta que el mayor, con la mano que estaba sana, lo sujetó de las muñecas cuando pretendía acariciar su entrepierna. Dean sonrió, con fingida inocencia.

━Es triste lo mucho que deseé que me follaras... y que ahora no pueda recordarlo ━suspiró, presionando su cuerpo contra el de Reagan━. Una vez, señor James, una vez más.

Reagan se estaba volviendo débil de nuevo, apasionado ante alguien que no entendía en lo que se estaba metiendo.

━Deberías... deberías ir a casa ━fue todo lo que dijo. Le resultaba absurdamente fácil sostener sus muñecas con solo una de sus manos, así que Dean elevó una de sus rodillas para frotar la entrepierna de Reagan y se deleitó con el jadeo que provocó al mayor.

━¿Cuándo he hecho lo que debería? ━murmuró, casi como un ronroneo, a lo que Reagan dejó de rehuir y agachó la cabeza, obteniendo de inmediato un fuerte mordisco; estaba a total merced de Dean Xiao.

El cristal se rompe | BL +18Where stories live. Discover now