La vanidad de un Dios

Prólogo

— ¿Goku? —

Espetó con sorpresa el dios destructor al ver cómo el sayajin comenzó a abrir sus ojos poco a poco, mostrando un iris rojo vino, algo muy particular e inusual en el sayajin.

— ¡Whis, Goku ya despertó! —

Llamo saliendo del pequeño trance en que se encontraba debido al porte y ahora imagen del mencionado anteriormente. No se hizo esperar y apareció la presencia del angel caminando unos pocos pasos para quedar cerca a cama en dónde se encontraba acostado el sayajin.

— oh, comenzaba a preocuparme, Seño... —

Sus palabras callaron con sopresa al ya estar frente al peli-palmera, era evidente su sorpresa así como la anterior expresión del dios de aquel universo, incluso se quedó mirando al sayajin por unos muy largos segundos antes de reaccionar por un ruido ocacionado por el dios.

—Señor Bills, ¿Cree que este sea un problema?—

Pregunto el de cabellera blanca mirando por un momento su báculo, para acto después pasar este por el cuerpo del sayajin así devolviéndole las fuerzas al de iris vino.

— ¿Tu qué crees? —

Tras decir aquellos ambos miraron al sayajin de raza pura, ver cómo realizó unos poco movimientos de manos, cerrar y volver a abrir sus ojos, mover su cabeza. Ambos iban a preguntar, pero el sayajin se les adelanto.

— ¿Quienes son ustedes? —

Cuestionó un muy tranquilo pelirrojo, tratando de sonar lo más complejo y también suave posible.

— Eh... Disculpe, ¿Está bien señor Goku? —

Pregunto un preocupado oji violeta al notar aquel semblante confundido por parte del pelirrojo enfrente suyo, su preocupación era también notoria como la del dios a lado suyo, el cual tenía la boca abierta y ambos ojos también abiertos con emociones entre preocupación y sorpresa reflejando en sus orbes.

— ¿Goku? —

Volvió a cuestionar el pelirrojo esta vez dejando su voz tranquila y pasando una de asombro, de repente se señaló así mismo con su dedo indice.

— ¡No puede ser! —

Espetó nuevamente dios, está vez sin saber que hacer o que a que acto recurrir.

Tras aquellas palabras del dios, el ángel volvió a pasar su báculo por el pelirrojo el cual miro desconcertado al ser frente suyo.

— ¿Recuerda algo Señor Goku? —

Le dijo con notoria seriedad al peli-palmera, el cual sin hablar hizo un gesto negando, dando una respuesta negativa a la cuestionante del angel.

— Al parecer nos metimos en un problema Whis —

Dijo el dios destructor mientras dió un par de pasos para llegar a acercarse al sayajin, quien parecía un cachorro asustado y confundido.

— ¿Usted sabe quien es? —

Lanzó otra pregunta el ángel mirando al sayajin quien nuevamente solo movió su cabeza negando, era frustrante tanto para el ángel cómo para el dió allí presente.

A decir verdad ninguno de aquellos dos seres divinos se espero que tras aquel suceso con el tiempo y la tierra, esto hubiera ocurrido con el sayajin peli-palmera de lindos ojos brillas y espléndida sonrisa.