VENGANZA

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SATORU POV

Hacemos el trayecto de la casa de seguridad a la bodega en no más de 15 minutos. Es la ventaja de moverse en la noche y evitar cualquier contratiempo. La bodega en la que ambas familias hacían negocios está hecha pedazos, llevará un tiempo reconstruirla, pero luego de cobrar unos cuantos favores, tenemos un nuevo lugar para completar nuestras transacciones. Mucho más escondido pero seguro.

El chofer detiene el auto y los 3 bajamos. Nadie ha dicho nada hasta el momento.

- ¿Sabes si alguno de ellos estuvo involucrado en el ataque anterior? - es Sukuna quien rompe el silencio.

- Imaginé que preguntarías eso. - dice Suguru esbozando una maliciosa sonrisa. - Todos estuvieron involucrados - menciona y dirige su mirada a mí.

- Has lo que quieras con ellos, sin embargo, el que golpeó a Yūji es mío. - digo sin quitar la mirada de la entrada, donde mis hombres ya esperan - Si intervienes, no me importa si eres su gemelo, también te voy a m4t4r. - advierto mientras llevo mis manos a mis bolsillos y comienzo a caminar.

- Justo. - Es todo lo que responde y puedo sentir los pasos de ambos detrás de mí.

Al entrar es Suguru quien interviene. - Sabiendo que terminarían decidiendo eso. - se adelanta unos pasos y se gira. - Nanami y yo hemos preparado todo. - extiende sus brazos como si estuviera haciendo una presentación. Dejarlo con el idiota de Nanami fue un error, ya se le pegaron sus mañas. - El tipo que lastimó a Yūji está de este lado. - señala a su izquierda - Estoy seguro de que estará ansioso de verte. Y para ti, querido hermano de Yūji, tus invitados están por acá. - señala a su derecha - Ambas habitaciones son insonoras, considerando que tenemos algunos vecinos, así que siéntanse libres de hacer tanto como quieran con ellos. - dice finalmente y de nuevo vuelve a su inexpresiva actitud.

- Bien. - respondemos al unísono, tomando rumbo a nuestros respectivos destinos.

Me tomo mi tiempo para abrir la puerta, sin embargo, del otro lado solo escucho como los tipos empiezan a lloriquear y a gritar al ver al demonio que acaba de entrar. Su reputación entre los clanes es incuestionable, es el alfa más despiadado nacido de los Itadori, superando incluso a su abuelo. Explosivo e impredecible, es como describiría al clon de mi tigrecito. Yūji es fiero, aunque un poco más diplomático que su hermano.

- Espero que su desastre no sea difícil de limpiar - digo para mi mismo. Y finalmente abro la puerta.

Frente a mi está el pedazo de mierda que insultó y lastimó el rostro de Yūji y no solo eso, que puso en peligro a mi precioso cachorro. Lo que le espera a este maldito.

Está sentado en el piso con las manos encadenadas por sobre su cabeza. Sus piernas están extendidas al frente. Su blanca camisa se ha tornado de un color carmesí con rastros de marrón. Es en esencia la imagen de la basura. Cuando el tipo levanta su vista puedo ver la ira que intenta usar para ocultar su miedo. Por el pútrido olor que emana de él se que se ha 0rin4d0 del miedo.

- Parece que mis hombres no te han tratado tan bien. - esbozo una sínica sonrisa mientras me quito mi abrigo y mi saco. - Trae un par de sillas, le digo a quien está custodiando la puerta. - este asiente y se retira de inmediato. - Espero que no tengas ningún compromiso porque nos divertiremos un buen rato. - comienzo a doblar las mangas de mi camisa.

El tipo parece soltar un par de insultos, pero la mordaza evita que sus palabras se comprendan.

- Amo, aquí está lo que pidió. - entran dos de mis hombres dejando las sillas en medio de la sala. - Además, el señor Geto pidió que le entregara esto. - acerca una pequeña maleta, la cual conozco perfectamente y es donde guardo mis juguetes favoritos, mis cuchillos. Ambos hombres hacen una leve reverencia y se retiran.

VOTOS MORTALESWhere stories live. Discover now