Capitulo XX

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La novia de alec, el hermano de noah , no se llama anna. La madre de Evan ya se llamaba así, lo corregiré. Su nombre actualizado es: Lena. No me maten. 

PoV: Evan

El día en que fui a visitar la casa de Noah por primera vez fue un día bueno y malo. Estaba afuera de la mansión Leroy, parado al frente de las rejas, con la mochila de instituto  desparramandose por mis hombros.  Considere dar media vuelta. Para mala suerte de Noah su profesor particular no llegaría nunca en esa semana. Como iba a entrar vestido así? Empezaba a escabullirme cuando una voz computarizada me detuvo.

"A donde crees que vas?" La voz de Noah me tomo por sorpresa y yo voltee , mirando a todos lados. Pero no había nadie. Mierda" pensé, cuando vi el inter-comunicador y las cámaras al frente mío. 

-Creí que podría ir, hacerme millonario y volver- El rió. "No digas tonterías". Inmediatamente las grandes rejas se abrieron. Solté un suspiro cuando vi los jardines que habían afrente de su casa con mayor claridad. Me sentía fuera de lugar, y a la vez podía entender como es que noah detestaba estar en casa. Lo mas probable es que se sintiera demasiado solitario en un lugar así de grande. Camine por el camino de granito intentando no distraerme demasiado con las fuentes de agua ni  los grandes arboles. Después de andar lo que a mi me pareció  ocho horas llegue a la entrada de la casa. 

-Esto significa que soy pobre- 

La...ni siquiera se si se le puede llamar casa nada mas, era ridículamente grande. Parecía el típico lugar donde vivirían los antiguos príncipes mimados, que probablemente lucían como el chico rubio que abría la puerta de par en par, con una sonrisa enorme. 

-Te tardaste un poco en llegar- deslumbraba demasiado como para ser un día de colegio normal. Pero no era un día normal, para nada normal, mi corazón y sus latidos se aseguraban de recordármelo cada vez que podían.  A ese paso lo mas probable es que muriera de un paro cardiaco. 

-La entrada estaba a mil kilometros de la puerta- entrecerré los ojos- supongo que algunos tíos si lo tienen todo. 

-Ese tipo de personas no existen- mientras que entrábamos a su sala intentaba que Noah no notara la cara de embobado que tenia, ni tampoco que se diese cuenta que tenia una obsesión por verlo caminar frente a mi. 

El piso de la entrada era todo de mármol, los techos eran altos y había una doble escalera en el centro , que llevaba al segundo piso. Un gran candelabro encima de mi cabeza y obras de arte, plantas y  esculturas donde mirara. Arrugue la nariz. Algo estaba mal.  

-A todo esto, porque no fuiste hoy a clases?- 

-Me buscaste?-  me dio su típica sonrisa y yo bufe. 

-Fue un buen día- 

Cerca de las escaleras un anciano en esmoquin esperaba pacientemente, murmure un hola y el asintió la cabeza hacia mi. Por alguna razón, me sentía irremediablemente intimidado por todas las cosas y personas ahí. Noah le sonrío con familiaridad mientras que le pedía que le llevar algo de beber. 

-Usted desea algo?- 

-No, gracias- el hombre hizo una reverencia y se marcho. Fruncí el ceño. - dime por favor que no se llama alfred. 

-Sebastian.- 

-Dios...entonces, porque faltaste a clases? - hizo una mueca.

-Tuve un inconveniente. 

-Un inconveniente? Que te traes?- llegamos a una de las salas de estar y Noah se dejo caer. No sonrío. Algo andaba mal de nuevo. - paso algo?

-No paso nada.- puse los ojos en blanco. Solo he visto a Noah con esa expresión una vez. Estábamos en su auto, después de que leyera sus teorías. Hacia siempre la misma mueca cuando hablaba de el. Estaba a punto de preguntárselo: porque odias tanto a tu hermano? Pero un grito me detuvo. Era la voz de una chica, gritando:Noah. 

Lamentablemente....Soy un chico (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora