FUERA DEL PLAN

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YŪJI POV

Ha sido 3 días bastante tranquilos para mi gusto. Mañana comenzará la misión de Satoru y mis hermanos. Es irónico pensar que durante 14 años intenté huir de este mundo para terminar de nuevo en él.

Se siente bien estar de nuevo con mi familia, pero no mentiré al decir que sigo procesando todo lo sucedido estos días. Pasé de vivir la gran vida como uno de los mejores abogados de Tokio, que se negaba fervientemente a una típica vida de omega, a estar viviendo todo lo que tanto decía odiar desde joven, con el hombre del que huí y en el mundo que solía odiar.

Es difícil imaginar que hay una vida en mi vientre cuando no la he planeado, pero por alguna razón me siento feliz de saber que está ahí. Instinto o no, siento la necesidad de protegerlo, aunque eso no me hace sumiso en lo absoluto.

Mi nuevo teléfono anuncia un nuevo mensaje. Es Megumi.

Megumi: Buenos días. ¿Cómo te sientes? ¿Te están cuidando bien? 🥹

Megumi: Dile al idiota de Satoru, que me deje ir a visitarte. Mi madre también quiere verte.

Yo: Buenos días. Estoy bien. El malestar matutino y la repulsión a otros aromas es un asco. 😭

Megumi: Si, es horroroso. Y no es por asustarte, pero a medida que el embarazo avanza se vuelve peor.

Yo: ¡No me digas eso! Los echaré a todos de la casa.

Megumi: ¿Qué tal con los antojos? No comas comida chatarra en exceso, es malo para el bebé.

Yo: Satoru, se ha encargado de complacerme en todo hasta ahora. Así que todo bien. 🫢

Yo: Y no, no me dejan comer comida chatarra. Estoy harto de la comida saludable.

Megumi: Eso suena bien. Será un poco aburrido comer bien, pero recuerda que es por el bien del bebé. Y si ese imbécil te niega algo, dale una paliza, no tiene derecho a negarte nada.

Yo: Jajajaja que cosas dices. Debo ir a comer, hablamos en la noche.

Megumi: Bien, cuídate y cuida de mi sobrino. 🫶🏻

Sonrío al sentir la brisa y el dulce aroma de las flores en el jardín. Es un lugar hermoso, me gustaría una casa así, pero en Tokio son algo difíciles de conseguir y ni hablar de los precios, pero no me veo cuidando de este bebé en el pent-house o en mi apartamento. Sería horrible que no tenga un espacio verde donde pueda admirar la naturaleza y correr. Yo tuve eso, bueno más que eso, pero él también merece lo mejor de mí.

Me agrada esta calma, pero extraño la firma y la corte. El estrés y lo ajetreado de Tokio. Mi vida.

- ¿Qué te preocupa? - la voz detrás de mi me asusta. Al levantar la vista, es Satoru. En sus manos trae un plato con fresas y crema y otras bañadas en chocolate. - Aquí esta lo que me pediste. - toma asiento en el pasto junto a mí.

Tomo el plato y lo acomodo en mis piernas. - Solo estaba pensando en lo mucho que extraño mi trabajo, pero también me gusta la vida tranquila. - llevo una fresa a mi boca y al morderla siento que he tocado el cielo. Son las mejores fresas que he probado en mi vida.

- Hmmm - toma una fresa con crema y come también - Una vez terminemos con esto, y nos casemos, volveremos a Tokio. - dice viendo el paisaje. - Parece que te gusta mucho este jardín, ¿no? - me mira con ternura y siento mis mejillas arder.

- Si, volveremos. - continúo comiendo. - Y es agradable tener un jardín, me gusta el aire fresco, y el olor de las flores. - miro hacia arriba, contemplando la frondosa copa del árbol que nos brinda su sombra.

VOTOS MORTALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora