One Piece✩One Shots

Privilege🔞

Zoro x Fem Reader
Setting: Modern AU

Holis familia... he regresado... después de 5 años... me lei la biblia y aprendi de papi Jesus, pa resucitar. Anyways, arregle mis audífonos, y es por eso que ahora si voy a actualizar vvs.
Pd: PARA MI, lo mas dificil es NO escribir capitulos tristes... me gusta escribir capitulos k hagan yorar o ns, pero NO LO HAGO PORQUE me dejan en flop... 💔
Ok ya termine lean el shot

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Zoro bostezaba al empezar a sentir que el sueño ganaba la pelea contra su consciencia y necesidad de mantenerse despierto, sabiendo que de verdad necesitaba este trabajo, pero no estaba sintiéndolo mucho. Cerro sus ojos y empezaba a roncar cuando alguien toco su hombro, era el desconocido a su lado.
—Es su turno.—
Le aviso el, señalando hacia la puerta de la oficina. Zoro suspiro y se levanto, asintiendo hacia esa persona para agradecer.
Entro a la oficina y cerro la puerta detrás de el con gentileza, por primera vez en su vida. La habitación era una en el piso mas alto de un rascacielos, 2 de las paredes siendo vidrio con una vista increíble a la ciudad. La oficina estaba decorada con piezas de arte abstractas que seguramente costaban millones de dólares aunque parecieran algo que un niño de preescolar haría por accidente. Ademas del escritorio gigante, la chimenea incorporada en el piso rodeada de muebles impecables, había una barra de autoservicio con botellas de whisky, ron, vodka y diferentes tipos de bebidas alcohólicas en botellas que parecían costar mas que la casa de Zoro. Se sentía como que si fuera a dar un paso en falso, dejaría a sus futuros descendientes hundidos en deudas.

—Por favor, siéntate.—
Una voz imperativa interrumpió sus pensamientos, un tono que desprendía autoridad que descansaba en estos momentos, escuchándose de esa manera sin querer, con un toque de amabilidad. Zoro se dio la vuelta para ver al hombre de pelo gris, cuerpo bastante fornido y de facciones fuertes con un aura que normalmente seria intimidante, pero Zoro era immune a este tipo de cosas, aunque se sentó ante su pedido.
—Roronoa Zoro... Wow, debo admitir que esto me impresiona, estas en el puesto numero uno para conseguir este trabajo, pero me gustaría preguntarte, ¿porque necesitas el trabajo?—
Zoro se quedo en silencio por unos segundos, intentando recordar los tips de Nami y sobre lo que debería responder a ciertas preguntas, pero era fútil porque no recordaba nada, entonces decidió ser honesto.
—Eh—... Simplemente busco una manera de aprovechar mis fortalezas, y si esta es una de ellas pues esta bien.—
El hombre asintió antes de tomar un folder que descansaba en el escritorio, abriéndolo y empezando a leer el contenido en su mente.
—Hm. Ok. Contratado.—
Esculpió el hombre antes de darle una tarjeta a Zoro, quien lo miraba sorprendido.
—¿Ya?—
Preguntó el, asegurándose de que no fuera una broma mientras tomaba la tarjeta.
—Si. Esa tarjeta tiene todos los detalles que necesitas. Nos veremos, Roronoa.—

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Zoro se bajó de su motocicleta para tocar el timbre de la pantalla incrustada en el pilar gigante al lado del portón increíblemente grande. Una voz femenina sonó por el speaker al lado de la pantalla que mostraba un candado cerrado.
—¿Quien es?—
—Roronoa... Zoro...—
Respondió simplemente, mirando el candado en la pantalla cambiar de estar cerrado a abrirse, la puertas apartándose sin que el las tocara. Zoro estaba apunto de regresar por su motocicleta cuando la voz volvió a llamarlo.
—No te molestes, los ayudantes la llevaran al garaje por ti. Entra.—

Él dudo por unos segundos, antes de que la voz protestara.
—De verdad... ¡Apurate! Estará guardada en nuestro garaje principal mientras no la necesites, incluso pediré que este bajo vigilancia pero entra.—
Zoro miro su vehículo por unos segundos antes de suspirar y entrar, caminando hacia las puertas dobles de vidrio que reflejaban al exterior, sin vista a lo que hubiera dentro. Toco el segundo timbre de las puertas de vidrio, que también se abrieron sin que el lo hiciera, pero esta vez porque dos de lo que parecían ser mayordomos las abrieron para el por dentro.
Zoro entró, viendo alrededor despectivamente mientras se paro enfrente de la escalera espiral. Era una mansion moderna increíble, 3 pisos y un tamaño incomprensible, abrumador a menos de que tuvieras por lo menos 50 personas viviendo contigo.